𝗗𝗲 𝗙𝗿𝗲𝗻𝘁𝗲
𝙈𝙚𝙧𝙚𝙘𝙚𝙢𝙤𝙨 𝙚𝙡 𝘼𝙘𝙖 𝙈𝙤𝙩𝙤 Miguel Ángel Mata Mata 𝗟𝗔 𝗖𝗔𝗡𝗧𝗜𝗡𝗔 Está en el rincón de una cantina. Oyendo la canción que ya pidió. Le están sirviendo su tequila. Ya va su pensamiento rumbo a ti. Desde el rincón se mira a la calle. No es una calle cualquiera. Es la costera Miguel Alemán, de Acapulco. Él, y su primo, echan bala en plena plaza central, llamada Plaza Álvarez. Desde la cantina. Piensan en ti. Nadie los toca. Los municipales, vestiditos de azul y a bordo de un safari, que en aquel entonces era nuevo, tenían instrucciones de cuidarlos. --- “No vaya ser la de malas y alguien les responde los balazos. Se nos viene el mundo encima”, ordenó el jefe de la policía a los genízaros. 𝗘𝗟 𝗔𝗖𝗔𝗣𝗨𝗟𝗖𝗢 𝗤𝗨𝗘 𝗗𝗘𝗝𝗔𝗥𝗢𝗡 𝗜𝗥 Por ese tiempo, la Plaza Álvarez, mal llamada zócalo, lucía pletórica. Tiendas de ropa cara. Venta de perfumes caros. Restaurantes caros. Joyerías que iban más allá de lo caro: vendían desde plata y oro hasta esmeraldas y diama...