Que el gobernador priista Héctor Antonio Astudillo Flores, ya cambie al senecto y neurótico Secretario General de Gobierno, Florencio Salazar Adame, cada vez que declara o escribe en sus redes sociales, es para echar camorra, nada pierde, pero si la administración Astudillista, ahora está pleito con el obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa de Alvarez, Salvador Rangel Mendoza.