Irma Rosa Martínez/Margena de la O.-- ”Sí, sí tengo miedo, Y no, no tengo ningún tipo de protección. Mi protección son dos monjitas que me acompañan”, afirma el obispo de la diócesis de Chilpancingo y administrador apostólico de Altamirano, Salvador Rangel Mendoza, quien sostiene que se tiene que dialogar con los narcotraficantes para alcanzar la paz en Guerrero y en todo el