No se acuerdan del Rey playero el Gobierno municipal ni estatal Edilberth D Nicolás.ACAPULCO, GRO.-- El Rey Playero de Caleta-Caletilla pasa el día sentado en el peor trono del mundo: una silla de ruedas. Olvidado y postrado por la tragedia de su vida, se ocupa en lo que mejor saben hacer los acapulqueños: vivir de la memoria y el ensueño. Desde el peor trono del mundo, recuerda la época de la prosperidad de Acapulco, cuando miles turistas extranjeros y nacionales abarrotaban el puerto, cuando se podía vivir de las propinas, cuando el Jet Set paseaba por el malecón y nadie hablaba de muertos ni de desaparecidos, cuando Televisa gobernaba a través de gobernadores lacayos, y el Festival Acapulco era la maquinaria idiotizante por la cual se fugaban millones de pesos del presupuesto público. Cómo no querer a Acapulco, decían. El Rey Playero de Caleta-Caletilla recuerda y entristece. La gloria dura poco,