Las llamas del averno Wendy Alanís Soy Armando, soy alcohólico y asesiné a mi esposa en estado de ebriedad. Era invierno de hace diez años, la noche venía más negra que de costumbre, el aire ululaba una tétrica canción que parecía burlarse de mi alcoholismo y mis dedos que eran tan flacos dolían de tanto frío. Fui maestro muchos años de mi vida pero ya estaba jubilado y no supe qué hacer con tanto tiempo libre, sin embargo; estaba dispuesto a deshacerme del tedio, del olor a viejo y de mi esposa, a la que había aguantado por cuarenta y cinco años.