“¡Come pozole y te vas!”, parece que así lo confirmó la mañana de hoy martes con su repentino retiro de Marco Antonio Leyva Mena, presidente municipal priísta de esta capital, al llegar tarde a las 9:12 horas a la convivencia de los enfiestados habitantes del barrio de Santa Cruz, solo saludó a los políticos, comió pozole y se fue, en tanto el obispo de la diócesis Chilapa-Chilpancingo, Salvador Rangel Mendoza, dialogaba con el segundo síndico procurador de la comuna capitalina, Miguel ángel Hernández Gómez. (Fotos: Domingo Francisco Reyes).