Perspectiva de Género: Camino hacia seguridad laboral inclusiva



𝘼𝙧𝙖𝙘𝙚𝙡𝙞 𝘼𝙜𝙪𝙞𝙡𝙖𝙧 𝙎𝙖𝙡𝙜𝙖𝙙𝙤.CHILPANCINGO, GRO., 25 de Marzo de 2025.--"El enfoque de género en la seguridad laboral no es una opción, es un camino hacia sociedades más humanas y justas."
En México, las recomendaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización Iberoamericana de Seguridad Social (OISS) sobre la integración de la perspectiva de género en la seguridad y salud en el trabajo son especialmente relevantes debido a las desigualdades estructurales y los retos específicos que enfrentan las trabajadoras mexicanas.
𝗗𝗘𝗦𝗜𝗚𝗨𝗔𝗟𝗗𝗔𝗗𝗘𝗦 𝗗𝗘 𝗚É𝗡𝗘𝗥𝗢 𝗘𝗡 𝗘𝗟 Á𝗠𝗕𝗜𝗧𝗢 𝗟𝗔𝗕𝗢𝗥𝗔𝗟 𝗠𝗘𝗫𝗜𝗖𝗔𝗡𝗢
En el país, las mujeres representan una parte significativa de la fuerza laboral, pero están sobrerrepresentadas en sectores altamente feminizados como la educación, la salud, el trabajo doméstico y los cuidados. Estos sectores suelen caracterizarse por condiciones laborales precarias, bajos salarios y una falta de acceso a medidas de protección adecuadas. Además, las trabajadoras enfrentan mayores riesgos psicosociales y ergonómicos debido a la sobrecarga de trabajo y la doble jornada que combina responsabilidades laborales y domésticas.
El trabajo doméstico, por ejemplo, es realizado mayoritariamente por mujeres y, aunque se han logrado avances en su regulación, muchas trabajadoras aún carecen de acceso a seguridad social y condiciones laborales dignas. Esto refleja la invisibilización de los sectores feminizados que menciona el informe de la OIT.
𝗙𝗔𝗟𝗧𝗔 𝗗𝗘 𝗜𝗡𝗩𝗘𝗥𝗦𝗜Ó𝗡 𝗘𝗡 𝗠𝗘𝗗𝗜𝗗𝗔𝗦 𝗗𝗘 𝗣𝗥𝗢𝗧𝗘𝗖𝗖𝗜Ó𝗡
En México, la falta de equipos de protección personal adaptados a la anatomía femenina es un problema recurrente. Muchas trabajadoras en sectores como la construcción, la minería o la industria manufacturera utilizan equipos diseñados para hombres, lo que incrementa su vulnerabilidad a accidentes y enfermedades laborales. Este es un ejemplo claro de cómo el modelo androcéntrico en la gestión de la seguridad laboral afecta de manera diferenciada a las mujeres.
Además, los riesgos laborales en sectores feminizados, como el trabajo de cuidados, no reciben la misma atención ni inversión que los sectores tradicionalmente masculinizados. Esto perpetúa la desigualdad y expone a las trabajadoras a mayores niveles de estrés, ansiedad y problemas de salud física.
 𝗣𝗥𝗢𝗧𝗘𝗖𝗖𝗜Ó𝗡 𝗔 𝗟𝗔 𝗠𝗔𝗧𝗘𝗥𝗡𝗜𝗗𝗔𝗗 𝗬 𝗖𝗢𝗡𝗖𝗜𝗟𝗜𝗔𝗖𝗜Ó𝗡 𝗟𝗔𝗕𝗢𝗥𝗔𝗟
En México, la protección a la maternidad sigue siendo un desafío. Aunque las leyes laborales garantizan ciertos derechos, como licencias de maternidad, muchas mujeres enfrentan discriminación laboral por estar embarazadas o en periodo de lactancia. Además, la falta de políticas efectivas para conciliar la vida laboral y familiar, como horarios flexibles o teletrabajo, dificulta que las trabajadoras puedan equilibrar sus responsabilidades.
La corresponsabilidad en las tareas del hogar y el cuidado sigue siendo limitada, lo que refuerza la doble carga de trabajo para las mujeres. Esto no solo afecta su bienestar, sino también su desarrollo profesional y su acceso a empleos de calidad.
𝗩𝗜𝗢𝗟𝗘𝗡𝗖𝗜𝗔 𝗬 𝗔𝗖𝗢𝗦𝗢 𝗟𝗔𝗕𝗢𝗥𝗔𝗟
Otro problema significativo en México es la violencia y el acoso laboral, que afecta de manera desproporcionada a las mujeres. Según datos de la Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS), un alto porcentaje de trabajadoras ha experimentado acoso en el lugar de trabajo. La implementación de protocolos claros y efectivos para prevenir y atender estos casos es una necesidad urgente.
𝗥𝗘𝗖𝗢𝗠𝗘𝗡𝗗𝗔𝗖𝗜𝗢𝗡𝗘𝗦 𝗔𝗣𝗟𝗜𝗖𝗔𝗗𝗔𝗦 𝗔𝗟 𝗖𝗢𝗡𝗧𝗘𝗫𝗧𝗢 𝗠𝗘𝗫𝗜𝗖𝗔𝗡𝗢
Para abordar estas problemáticas, es fundamental que México adopte las recomendaciones de la OIT y la OISS, incluyendo:
Formación en igualdad de género: Capacitar a empleadores y trabajadores sobre la importancia de la equidad y la perspectiva de género en la seguridad laboral.
Investigación con perspectiva de género: Realizar estudios que identifiquen los riesgos específicos que enfrentan las mujeres en diferentes sectores laborales.
Representación femenina: Aumentar la participación de mujeres en los comités de seguridad y salud laboral para garantizar que sus necesidades sean consideradas.
Protección a la maternidad: Fortalecer las políticas de protección para trabajadoras embarazadas y en periodo de lactancia, promoviendo entornos laborales seguros y equitativos.
Conciliación laboral y familiar: Implementar medidas como horarios flexibles, teletrabajo y licencias parentales para reducir la carga de trabajo de las mujeres.
𝗛𝗔𝗖𝗜𝗔 𝗨𝗡 𝗖𝗔𝗠𝗕𝗜𝗢 𝗘𝗦𝗧𝗥𝗨𝗖𝗧𝗨𝗥𝗔𝗟
La integración de la perspectiva de género en la seguridad y salud en el trabajo no solo es una cuestión de justicia social, sino también una estrategia para mejorar la productividad y el bienestar de la fuerza laboral en México. Al reconocer las diferencias biológicas y las desigualdades de género, el país puede avanzar hacia un modelo laboral más inclusivo y equitativo, donde todas las personas tengan acceso a condiciones de trabajo dignas y seguras.
"Reconocer las diferencias biológicas y sociales no es dividir, es unir esfuerzos para garantizar la igualdad en el trabajo."
Araceli Aguilar Salgado Periodista, Abogada, Ingeniera, Escritora, Analista y comentarista mexicana, del Estado de Guerrero E-mail periodistaaaguilar@gmail.com

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