𝗟𝘂𝗰𝗵𝗮 𝘀𝗶𝗹𝗲𝗻𝗰𝗶𝗼𝘀𝗮 𝗱𝗲 𝗹𝗮𝘀 𝘁𝗿𝗮𝗯𝗮𝗷𝗮𝗱𝗼𝗿𝗮𝘀 𝗱𝗲𝗹 𝗵𝗼𝗴𝗮𝗿
Araceli Aguilar Salgado
"La dignidad comienza con condiciones justas: salario digno, seguridad social y respeto para las trabajadoras del hogar."
Las trabajadoras del hogar enfrentan una realidad compleja y desafiante en el mundo actual, marcada por desigualdades estructurales, precariedad laboral y falta de reconocimiento de sus derechos. Este sector, compuesto mayoritariamente por mujeres, desempeña un papel fundamental en la sociedad al garantizar el funcionamiento de los hogares, pero a menudo su labor es invisibilizada y subvalorada.
En México, las trabajadoras del hogar enfrentan una situación que, aunque ha mostrado avances en los últimos años, sigue siendo marcada por desigualdades, precariedad laboral y falta de reconocimiento pleno de sus derechos. En 2025, este sector continúa siendo mayoritariamente femenino, con más del 94% de las trabajadoras del hogar siendo mujeres, según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT)
𝗖𝗢𝗡𝗗𝗜𝗖𝗜𝗢𝗡𝗘𝗦 𝗟𝗔𝗕𝗢𝗥𝗔𝗟𝗘𝗦 𝗬 𝗗𝗘𝗥𝗘𝗖𝗛𝗢𝗦
Las trabajadoras del hogar desempeñan tareas esenciales como limpieza, cocina, cuidado de niños y adultos mayores, lavandería y jardinería. Sin embargo, muchas de ellas enfrentan jornadas laborales extensas, salarios bajos y condiciones de trabajo que no siempre cumplen con los estándares legales.
En 2025, el salario mínimo diario para las trabajadoras del hogar es de 303.07 pesos en la mayor parte del país, mientras que en la Zona Libre de la Frontera Norte asciende a 419.88 pesos.
Aunque estas cifras representan un avance, aún hay trabajadoras que reciben menos de lo estipulado, especialmente en zonas rurales y marginadas.
Además, las trabajadoras del hogar tienen derecho a prestaciones como seguridad social, días de descanso y pago de horas extras. Sin embargo, 86% de ellas perciben menos de dos salarios mínimos y muchas no están afiliadas al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), lo que limita su acceso a servicios médicos y protección laboral.
𝗗𝗜𝗦𝗖𝗥𝗜𝗠𝗜𝗡𝗔𝗖𝗜Ó𝗡 𝗬 𝗩𝗨𝗟𝗡𝗘𝗥𝗔𝗕𝗜𝗟𝗜𝗗𝗔𝗗
El trabajo doméstico remunerado está profundamente influenciado por factores como el clasismo, el racismo y el sexismo. Muchas trabajadoras provienen de comunidades indígenas o rurales, lo que las coloca en una posición de mayor vulnerabilidad frente a la discriminación y el abuso. Además, la migración interna es común entre estas trabajadoras, quienes buscan mejores salarios en ciudades grandes, pero a menudo enfrentan condiciones laborales aún más precarias.
𝗔𝗩𝗔𝗡𝗖𝗘𝗦 𝗬 𝗗𝗘𝗦𝗔𝗙Í𝗢𝗦
Desde la reforma de la Ley Federal del Trabajo en 2019, se han implementado medidas para garantizar derechos laborales a las trabajadoras del hogar, como el acceso a seguridad social y la regulación de jornadas laborales.
Sin embargo, la implementación de estas reformas sigue siendo un desafío, especialmente en términos de supervisión y cumplimiento por parte de los empleadores. Organizaciones como el Sindicato Nacional de Trabajadores y Trabajadoras del Hogar (Sinactraho) han desempeñado un papel clave en la defensa de los derechos de este sector, promoviendo la visibilización de su labor y la dignificación de su trabajo.
Además, iniciativas culturales como la Posada Teatro de las Trabajadoras del Hogar han ayudado a generar conciencia sobre la importancia de este trabajo y las problemáticas que enfrentan.
Las trabajadoras del hogar en México son esenciales para el funcionamiento de la sociedad, pero su labor sigue siendo una de las más precarizadas y menos reconocidas.
Abordar esta situación requiere un esfuerzo colectivo que combine políticas públicas, activismo social y cambios culturales. Solo así podremos avanzar hacia una sociedad más justa e igualitaria, donde todas las personas tengan acceso a condiciones laborales dignas y a una vida plena.
“Reconocer los derechos de las trabajadoras del hogar es construir una sociedad más justa e igualitaria.”
#𝘌𝘹𝘪𝘨𝘪𝘳𝘭𝘦𝘊𝘭𝘢𝘶𝘥𝘪𝘢𝘤𝘶𝘮𝘱𝘭𝘢.
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