El periodista imprescindible
CIUDAD DE MEXICO., 04 de Enero de 2024.--Los textos aquí seleccionados, apenas un asomo al ejercicio periodístico de Julio Scherer García, fueron escritos en otro tiempo. Para un país en busca de la democracia, en un mundo polarizado e incierto por el derrumbe de las viejas estructuras.
La mirada aguda, las preguntas precisas y la palabra exacta hicieron de él un testigo privilegiado para explicar esa realidad. Periodista que relató el pasado, que descarnó su presente y atisbó lo que podía venir. Así es el periodismo del fundador de Proceso. En tiempo presente, porque sus textos son de una vigencia asombrosa.
Nada le fue ajeno: los nacionalismos, el populismo, las dictaduras, el nazismo, las posguerras, el racismo, los agravios de China con Estados Unidos, temas tan actuales con nuevos actores internacionales.
Sometió a proceso periodístico a los protagonistas de los hechos: Martin Luther King, Robert Kennedy, Fidel Castro, Pinochet, Diego Rivera, Arthur Miller, Siqueiros, Goitia… y, desde luego, a quienes encarnaron el presidencialismo mexicano. Escudriñó en los salones del poder y en el ser de quienes lo ejercieron de manera absoluta.
No hubo presidente de su tiempo que quedara a salvo. Desde los tlatoanis priistas hasta los pragmáticos prianistas de la fallida transición democrática.
Con el nobel de literatura Octavio Paz dialogó en sus pesquisas sobre la relación del poder y de los intelectuales, de los colaboradores y los críticos del poder. También, del ejercicio del periodismo libre tras el golpe de Luis Echeverría al periódico Excélsior que dirigía el periodista. De tal felonía nacieron el semanario Proceso y la revista Vuelta del Nobel de Literatura.
En sus largas conversaciones, mediadas por años, reflexionaron sobre los caminos de México para arribar a la democracia, tan preciada como ansiada por ambos.
Ese intercambio es ahora referente obligado en la nueva realidad mexicana que nos tiene de vuelta colocados en la esfera de los regímenes autocráticos, de acuerdo con el Informe sobre la Democracia 2024 del Instituto de Variedades de la Democracia, de la Universidad de Gotemburgo, en Suecia.
De la seguridad del régimen priista como sinónimo de la seguridad del Estado mexicano, el periodista mostró en sus reportajes y sus libros el carácter autoritario de los gobernantes, civiles y militares.
Su larga cobertura sobre la represión a las protestas sociales, en especial el movimiento estudiantil, derivó en una aportación para la historia de México: la forma en que operó el Estado Mayor Presidencial, un enclave militar dentro de la Presidencia de la República, para masacrar a los estudiantes en 1968.
Esa contribución resultó del compromiso y respeto que le tuvo el secretario de la Defensa Nacional de la época, el general Marcelino García Barragán, abuelo del actual secretario de Seguridad, Omar García Harfuch.
Fue testigo de primera mano del paso de la violencia institucional a la violencia por la inseguridad y sus complicidades políticas. Sus entradas a las cárceles de máxima seguridad para entrevistar a secuestradores, magnicidas o narcotraficantes mostraron la furia que se asentó en México y la despiadada verdad de los niños en el crimen.
En su afán reporteril, a sus 84 años, llegó hasta el Triángulo Dorado de las drogas en México y sorprendió más allá de México por su encuentro con Ismael"El Mayo" Zambada, el histórico capo del cártel de Sinaloa, ahora detenido en Estados Unidos.
El destino de México y sus luchas por las libertades democráticas y el ejercicio autoritario del poder fuera de nuestras fronteras no le impidieron despedir, con el alma en flor, a sus amigos entrañables: Paz, Gabriel García Márquez o Vicente Leñero, el otro padre fundador de este medio.
A todos los despidió con dolor, pero sin perder en ningún momento el oficio de reportero. Cronista de su propio fin, dejó testimonio escrito de los avatares de sus últimos años.
Reportero siempre, cronista afilado y pensador inquieto sin aspiraciones intelectuales, así fue el periodista más importante del siglo XX mexicano que trascendió al XXI. Más que hombre de su tiempo, Julio Scherer García es el periodista imprescindible para la historia del periodismo mexicano, a quien en esta edición recordamos a diez años de su partida. (𝘱𝘳𝘰𝘤𝘦𝘴𝘰.𝘤𝘰𝘮.𝘮𝘹).
Fragmento del texto principal de la edición de enero de 2025 de la revista Proceso.
#𝘌𝘹𝘪𝘨𝘪𝘳𝘭𝘦𝘊𝘭𝘢𝘶𝘥𝘪𝘢𝘤𝘶𝘮𝘱𝘭𝘢.
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