CRN:Ofrendar a los fieles difuntos es una obligación
ACAXTLAHUACAN, PUE., 02 de Noviembre de 2024.—Es una mujer menudita y blanquita, en su rostro refleja alegría y tristeza por la perdida de sus seres queridos al paso de los años, pese a sus 93 años a cuestas doña Clara Reyes Navarrete, no decae para madrugar y ofrendar a sus fieles difuntos, para ella es una obligación, no una tradición.
Desde antes levantó su altar compuesto con flores de cempasúchil, adornada con frutas de la temporada, exponiendo tlaxcales hechos con maíz de camagua, panes, velas, incienso de copal, algunas imágenes de Santos y algunos familiares.
Ella es originaria de Teticic, municipio de Olinalá, Guerrero, pero avecindada desde hace 44 años en Acaxtlahuacán, cabecera municipal de Albino Zertuche, Puebla, en donde se habrá de quedar para siempre.
Al cumplir con sus dos días de intenso trabajo, la tarde-noche de hoy sábado, sentada en la puerta de su cocina contemplando su amplio patio, externó con mucha satisfacción, “Dios quiso que hicimos la ofrenda, para el año, quien sabe, que lo hagan quienes vivan”.
Con esas palabras lapidarias se refiere el “Día de Muertos”, doña Clara Reyes Navarrete, con 93 años de vida, luego se levantó y fue a prender las14 velas que están al pie del altar de la ofrenda que representan a igual número de familias, pero aclara, que enciende velas solamente a quienes no tienen quien los recuerde.
Si fuera para todos, sería insuficiente el espacio en donde se levanta el altar cada año para recibir la visita de sus fieles difuntos, por ello nada más por ahora son 14 las personas que recuerda, entre ellos a su mamá Alberta, su papá Tiburcio, sus hermanos Cándida y Jesús, este último fue sacerdote en vida.
También en la ofrenda es para su esposo Enrique quien falleciera hace 19 años, y el resto de velas para las ánimas solas y para algunos familiares que no les ofrendan.
El día de ayer les ofrendó a sus hijos Jorge y Angel, fallecieron muy pequeños, al igual que su hermanito José, a quienes les ofreció de desayuno un atole de arroz con leche, en la comida una especie con tortas y tortillas y hoy 2 de noviembre, almuerzo atole blanco con calabaza, en la comida el tradicional mole rojo con pollo, acompañado de tamales de frijol negro.
Al cumplir con su obligación de ofrendar, doña Clarita, como se le dice con cariño, se le vio un rostro de satisfacción, pero con la incertidumbre para el año venidero, si volverá hacer lo logrado en este mes de noviembre, el onceavo del año, que faltan 59 días para terminar el 2024.
#𝘌𝘹𝘪𝘨𝘪𝘳𝘭𝘦𝘊𝘭𝘢𝘶𝘥𝘪𝘢𝘤𝘶𝘮𝘱𝘭𝘢.
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