๐๐ผ๐บ๐ฝ๐ฎ๐ฟ๐๐ถ๐ฒ๐ป๐ฑ๐ผ ๐ฑ๐ถรก๐น๐ผ๐ด๐ผ๐ ๐ฐ๐ผ๐ป๐บ๐ถ๐ด๐ผ ๐บ๐ถ๐๐บ๐ผ
๐๐ก ๐จ๐๐ฃ๐ฉ๐๐๐ค ๐๐ ๐ก๐ ๐ซ๐๐๐ ๐๐จ ๐ช๐ฃ ๐ฅ๐ค๐๐ข๐ ๐ฅ๐๐ง๐๐๐๐ฉ๐ค ๐ ๐๐ฃ๐ฉ๐๐ง๐ข๐๐ฃ๐๐๐ก๐
๐๐ผ ๐๐๐๐๐๐๐ผ๐พ๐ร๐ ๐ฟ๐ ๐ผ๐๐๐ผ ๐ ๐พ๐๐๐๐๐: Todo se concierta en el Poder Celestial, que armoniza. Purificados nuestros propios vรญnculos existenciales, la filiaciรณn se enraรญza y congrega, bajo los pulsos del cariรฑo y el respeto a las pausas. Asรญ, cada latido viviente, forma y conforma el reino de la poesรญa, sin poderes. Los mejores mรฉdicos, pues, son: el doctor poeta y la doctora alegrรญa.
๐.- ๐๐ ๐ก๐ข๐๐๐ ๐๐ก๐๐๐๐ฅ๐ง๐ ๐๐๐ ๐ฆ๐๐ก๐ง๐๐๐ข,
๐ฌ ๐๐ ๐๐๐ฆ ๐๐ข๐ฆ๐๐ฆ ๐๐ ๐๐ ๐ฉ๐๐๐
Nada es para no ser existencia,
hasta en el ocaso se irradia luz,
para aclarar las sendas oscuras;
lo benigno es sentirse humano:
enhebrar el amor, amar mucho.
Hacerse y rehacerse es revivir,
tomar respiro y retomar pasos,
verter energรญa y vencer vicios,
buscar y rebuscar el quehacer,
que eso es ser persona รญntegra.
El Seรฑor es nuestra respiraciรณn,
la voz que gime en el desierto;
necesitamos concebir y vivirle,
abandonar cualquier desรกnimo,
para permanecer en su Palabra.
๐๐.- ๐ง๐๐ ๐ ๐๐ ๐ฆ๐ร๐ข๐ฅ, ๐ง๐จ ๐๐๐ข๐ฆ,
๐ฌ ๐ข๐๐ฆ๐๐ฅ๐ฉ๐ ๐ง๐ข๐๐ข๐ฆ ๐ฆ๐จ๐ฆ ๐ ๐๐ก๐๐๐ง๐ข๐ฆ
Somos obra del amor glorioso.
Jesรบs es la verdad y la bondad,
el itinerario que nos reconduce,
sรณlo hay que quererle y querer:
a plena donaciรณn y sin reservas.
A Dios no se le ve con los ojos,
ni con el vislumbre de la carne,
se le vive por la contemplativa;
espera nuestra llamada interna,
no se desespera y nos escucha.
Abrazados a la cruz Redentora,
acabarรกn los llantos mundanos,
se abrirรก un alegre firmamento,
que nos cicatrizarรก de aleluyas,
signo de su laurel sobre el mal.
๐๐๐.- ๐ฆ๐๐๐จ๐๐๐ฅร๐ฆ ๐ ๐ง๐จ ๐ฃ๐ฅร๐๐๐ ๐ข,
๐ฌ ๐๐ข ๐ง๐๐ก๐๐ฅร๐ฆ ๐ฃ๐ฅร๐ซ๐๐ ๐ข ๐ฃ๐ข๐ฅ ๐ฆ๐๐๐ ๐ฃ๐ฅ๐
Nadie como nuestro Salvador,
se ha visto atraรญdo por el celo,
hacia todas las criaturas vivas,
hasta el extremo de abandonar
el trono de su Padre para venir.
Tomรณ cuerpo para ser donante,
lo forjรณ como uno de nosotros,
siempre en guardia para servir,
con un germinar de sรญ mismo,
para adherir al amado consigo.
Es el amor el que nos concilia,
y reconciliados nos avenimos,
fraternizรกndonos mutuamente,
pues no se puede amar a Dios,
si antes no vamos hermanados.
Vรญctor CORCOBA HERRERO
corcoba@telefonica.net
02 de noviembre de 2024.-
#๐๐น๐ช๐จ๐ช๐ณ๐ญ๐ฆ๐๐ญ๐ข๐ถ๐ฅ๐ช๐ข๐ค๐ถ๐ฎ๐ฑ๐ญ๐ข.
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