๐๐ผ๐บ๐ฝ๐ฎ๐ฟ๐๐ถ๐ฒ๐ป๐ฑ๐ผ ๐ฑ๐ถรก๐น๐ผ๐ด๐ผ๐ ๐ฐ๐ผ๐ป๐บ๐ถ๐ด๐ผ ๐บ๐ถ๐๐บ๐ผ
ยก๐๐รฑ๐ค๐ง, ๐๐๐ข๐ ๐ก๐ ๐จ๐๐๐๐๐ช๐งรญ๐!
(๐๐ฆ๐ฏ๐ฆ๐ต๐ณ๐ข๐ณ ๐ฆ๐ฏ ๐ฆ๐ญ ๐ด๐ฆ๐ฏ๐ต๐ช๐ฅ๐ฐ ๐ฑ๐ณ๐ฐ๐ง๐ถ๐ฏ๐ฅ๐ฐ ๐ฅ๐ฆ๐ญ ๐ด๐ฆ๐ณ ๐ฒ๐ถ๐ฆ ๐ด๐ฐ๐บ, ๐ฆ๐ด ๐ฎ๐ช ๐จ๐ณ๐ข๐ฏ ๐ฅ๐ฆ๐ด๐ท๐ฆ๐ญ๐ฐ ๐ฑ๐ฐ๐ณ ๐ข๐ฒ๐ถรญ ๐ข๐ฃ๐ข๐ซ๐ฐ. ๐๐ณ๐ข๐ฏ๐ฒ๐ถ๐ฆ๐ข๐ณ ๐ฆ๐ด๐ต๐ฆ ๐ฎ๐ถ๐ฏ๐ฅ๐ฐ ๐ฎ๐ข๐ต๐ฆ๐ณ๐ช๐ข๐ญ ๐บ ๐ณ๐ฆ๐ต๐ฆ๐ฏ๐ฆ๐ณ ๐ญ๐ข ๐ฑ๐ข๐ด๐ชรณ๐ฏ ๐ฑ๐ฐ๐ณ ๐ญ๐ข ๐ฎรญ๐ด๐ต๐ช๐ค๐ข, ๐ต๐ณ๐ข๐ด๐ฑ๐ข๐ด๐ข ๐ญ๐ข ๐ฆ๐น๐ต๐ฆ๐ณ๐ช๐ฐ๐ณ๐ช๐ฅ๐ข๐ฅ ๐ฅ๐ฆ ๐ญ๐ข๐ด ๐ค๐ฐ๐ด๐ข๐ด. ๐๐ด๐ถ๐ฎ๐ช๐ณ ๐ถ๐ฏ๐ข ๐ข๐ค๐ต๐ช๐ต๐ถ๐ฅ ๐ฅ๐ฆ ๐ฆ๐ด๐ค๐ถ๐ค๐ฉ๐ข ๐ฉ๐ถ๐ฎ๐ช๐ญ๐ฅ๐ฆ ๐บ ๐ฅ๐ฆ ๐ฆ๐ด๐ฑ๐ฆ๐ณ๐ข ๐ฅรณ๐ค๐ช๐ญ, ๐ด๐ฆ ๐ด๐ถ๐ด๐ต๐ฆ๐ฏ๐ต๐ข ๐ฆ๐ฏ ๐ต๐ฐ๐ฎ๐ข๐ณ ๐ญ๐ข ๐ญรก๐ฎ๐ฑ๐ข๐ณ๐ข ๐ฒ๐ถ๐ฆ ๐ช๐ญ๐ถ๐ฎ๐ช๐ฏ๐ข ๐ฏ๐ถ๐ฆ๐ด๐ต๐ณ๐ข๐ด ๐ฐ๐ฑ๐ค๐ช๐ฐ๐ฏ๐ฆ๐ด ๐ฎ๐ฐ๐ณ๐ข๐ญ๐ฆ๐ด ๐ฅ๐ฆ ๐ค๐ข๐ฅ๐ข ๐ฅรญ๐ข, ๐ญ๐ญ๐ฆ๐ทรก๐ฏ๐ฅ๐ฐ๐ฏ๐ฐ๐ด ๐ฑ๐ฐ๐ณ ๐ฆ๐ญ ๐ค๐ข๐ฎ๐ช๐ฏ๐ฐ ๐ณ๐ฆ๐ค๐ต๐ฐ, ๐ฑ๐ข๐ณ๐ข ๐ฆ๐ฏ๐ต๐ณ๐ข๐ณ ๐ฆ๐ฏ ๐ญ๐ข ๐ฎ๐ฐ๐ณ๐ข๐ฅ๐ข ๐ฅ๐ฆ ๐ญ๐ฐ ๐ข๐ถ๐ตรฉ๐ฏ๐ต๐ช๐ค๐ฐ ๐บ ๐ฅ๐ฆ ๐ญ๐ข ๐ฆ๐น๐ช๐ด๐ต๐ฆ๐ฏ๐ค๐ช๐ข ๐จ๐ญ๐ฐ๐ณ๐ช๐ฐ๐ด๐ข).
๐.- ๐๐ ๐๐๐ง๐จ๐๐ฅ ๐ฉ๐๐ฅ๐ง๐จ๐ข๐ฆ๐ข:
๐๐ ๐๐๐ฌ ๐๐๐ ๐๐ ๐ข๐ฅ ๐๐๐ฉ๐๐ก๐ข
Hay un equipaje de asombros,
en nuestro transitar cotidiano;
cada dรญa es una sorpresa mรกs,
es cuestiรณn de mirarse y verse,
de complacerse o contrariarse.
Lo esencial radica en ser uno,
en marchar con el pulso libre,
en cultivar la palabra precisa,
en volverse poesรญa de verdad,
y en revolverse contra el mal.
La virtud crece y nos cultiva,
resplandece en las desgracias,
nos alumbra en las flaquezas,
para que aflore la hermosura,
de sentirse vivo en la bondad.
๐๐.- ๐๐ ๐ฃ๐ฅ๐ข๐๐๐๐๐ฅ ๐ฉ๐๐ฆ๐จ๐๐:
๐ง๐ฅ๐๐๐๐๐๐ฅ ๐๐จ๐ฆ๐๐๐ก๐๐ข ๐ฆร๐๐ข ๐ ๐๐๐ข๐ฆ
Hacia Ti, Seรฑor, me encauzo;
con deseos de reconducirme,
para que viva en mi tu fuerza,
se desaloje la furia del cruel,
y se aloje el apego a la Cruz.
No hay mejor mirada que ver,
que sentirse con Cristo parte,
que apartarse de lo mundano,
o que aprender a reprenderse,
para despojarse y despejarse.
La luz es lo que nos armoniza,
lo que nos purga la cogniciรณn,
lo que nos hace abrir los ojos,
para poder sentirse en quietud:
unos con otros, alma y cuerpo.
๐๐๐.- ๐๐ ๐ข๐๐ฅ๐๐ฅ ๐ร๐ก๐๐ข๐ฆ๐:
๐ฃ๐๐ฅ๐ฆ๐๐ฉ๐๐ฅ๐๐ฅ ๐๐ก ๐๐ ๐ฆ๐๐ฅ๐ฉ๐๐๐๐ข
El sumo aprecio es ofrecerse,
estรก en darse y en ofrendarse,
en quererse para poder querer;
por eso me muevo satisfecho,
en medio de los agotamientos.
La capacidad de elegir el bien,
rehuyendo de las perversiones,
mediante el ejercicio ascรฉtico,
es lo que nos revierte en don,
pues la gracia viene del amar.
Que esta sapiencia entraรฑable,
se deje canalizar mar adentro,
para permanecer ascendiendo,
lo que ha de surcarse al cielo,
y vivirse en uniรณn a los demรกs.
Vรญctor CORCOBA HERRERO
corcoba@telefonica.net
06 de julio de 2024
#๐๐ณ๐ข๐ค๐ช๐ข๐ด๐ฑ๐ฐ๐ณ๐ท๐ฐ๐ต๐ข๐ณ๐ณ๏ธ
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