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Vรญctor CORCOBA HERRERO/ Escritor Espaรฑol
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Tenemos que poner a los descendientes en nuestro centro de atenciรณn; mรกxime en un tiempo en el que proliferan los conflictos, con una impunidad manifiesta y una crueldad tremenda. En multitud de rincones del mundo, especialmente en los paรญses mรกs mรญseros, cada dรญa tenemos mรกs chicos, que son vรญctimas de una horrible forma de violencia, llegados a ser forzados para combatir, siendo vรญctimas del odio sembrado por los mayores y, al mismo tiempo, protagonistas de las hostilidades. Esto debe de cesar cuanto antes. Cuesta creerlo pero es asรญ, que seres en formaciรณn no estรฉn a salvo mientras duermen en sus casas o juegan al aire libre, estudian en la escuela o buscan atenciรณn mรฉdica en los hospitales. Por consiguiente, jamรกs nos riamos de las lรกgrimas de un crรญo, los dolores son iguales de nefastos. Asimismo, la palabra prosperidad tampoco tiene ninguna justificaciรณn, mientras por el camino nos encontremos con pรกrvulos infelices.
La realidad es la que es y estรก ahรญ. Desde asesinatos y mutilaciones, secuestros y violencia sexual hasta ofensivas a centros educativos y sanitarios, pasando por la denegaciรณn de la ayuda humanitaria, que muchas veces requieren desesperadamente. En efecto, no es fรกcil asimilarlo, pero en multitud de ocasiones las criaturas, se ven atrapadas en รกreas de conflicto, con una magnitud asombrosa. Indudablemente, la manera mรกs eficaz de proteger a la infancia de las pugnas, pasa por eliminar los factores de este calvario y por incluir una acogida mรกs generosa que extirpe las raรญces de esta desolaciรณn, se destrone el odio y la sed de venganza, para aplacar la avaricia y eliminar cualquier resentimiento. Es evidente que, la quietud, nace de los pulsos libres de rencor. Pongรกmonos, pues, en ello. Con razรณn siempre se ha dicho, eduquemos a los seres en adiestramiento รญntegro y no serรก necesario castigar luego a la ciudadanรญa. Fuera sometimientos, por tanto, y mรกs amor: Ganaremos latidos, que es lo que es la savia.
Tambiรฉn hay que decir no, a la pasividad o a la resignaciรณn como espรญritu. La paz requiere combatir el desaliento, para infundir aliento principalmente en los mรกs dรฉbiles como son los impรบberes; supone ganar confianza, vivir unidos, no separados ni distantes, darnos la mano y caminar juntos. Hemos de buscar otro horizonte, trabajemos por ello, hagรกmoslo sin delegar el cambio. Comprometerse es el mejor impulso, comenzando por activar la tolerancia consigo mismo, ademรกs de repudiar las guerras, desarmarse y armarse de paciencia, para conciliar lo que parece irreconciliable. Es verdad, nada se resiste, a poco que lo intentemos. En los tiempos de Jesรบs, la cruz era un instrumento de dolor y muerte, el mรกs terrible y temible acontecer, pero atravesado por su amor, se convirtiรณ en รกrbol de vida. Yo, personalmente, me quedo con el corazรณn de poeta que llevamos consigo; mayormente si conservamos, a pesar de los pesares, los ojos de niรฑo.
Lo significativo es generar macizos de arboleda, que nos den oxรญgeno ante el cรบmulo de ahogos que nos circundan, lo que contribuirรก a forjar un maรฑana mรกs armรณnico, abriรฉndonos a los demรกs y disfrutando; estando prรณximos al prรณjimo, con la libertad. La cercanรญa tiene una fuente de sensaciones correctoras, que nos reaniman a promover la dignidad, tanto de menores como de mayores. Sin embargo, los conflictos bรฉlicos de los que aรบn no hemos huido, tienen un impacto devastador, con especial incidencia en la salud mental infantil. Son las personas mรกs vulnerables, las mรกs castigadas, ya sea en objetivo de ataques o en instrumento de guerra; todo un error inhumano, aparte de un horror deshumanizante. Pensemos en el chaval que no ha podido jugar siendo chiquillo, los adultos le hemos usurpado su etapa de anhelos, obviando que en ellos comienza a rehacerse la humanidad, con lo que esto conlleva de placidez.
Si en verdad queremos una sociedad en la que las personas sean mรกs importantes que la mercaderรญa de cosas, en la que los niรฑos sean un bien preciado, debemos hacer un llamamiento global a que las jรณvenes generaciones respiren otro aire mรกs saludable, no el huracรกn corrupto de la enemistad, que es una autรฉntica locura. Personalmente, me afligen los rรญos de sangre inocente y las lรกgrimas que a diario se derraman, en รกmbitos verdaderamente destructivos, en el que los menores se hallan en el punto de mira de las partes en conflicto o en situaciones repugnantes, lo que nos exige tomar conciencia del dolor que sufren, vรญctimas de abusos fรญsicos, mentales o emocionales. Sea como fuere, nos merecemos otra atmรณsfera, con un cielo mรกs despejado, despuรฉs de los tormentos, con la grandeza de la luz tras las tinieblas. No olvidemos que lo que se les de a los angelitos hoy, tambiรฉn los angelitos lo volcarรกn a la sociedad en un futuro.
corcoba@telefonica.net
02 de junio de 2024.
#๐๐ณ๐ข๐ค๐ช๐ข๐ด๐ฑ๐ฐ๐ณ๐ท๐ฐ๐ต๐ข๐ณ๐ณ️
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