๐๐น๐ด๐ผ ๐ รก๐ ๐ค๐๐ฒ ๐ฃ๐ฎ๐น๐ฎ๐ฏ๐ฟ๐ฎ๐
๐๐ค๐จ ๐๐ง๐ช๐ฉ๐ค๐จ ๐ฆ๐ช๐ ๐ง๐๐ฆ๐ช๐๐๐ง๐ ๐ก๐ ๐ฉ๐๐๐ง๐ง๐ ๐๐ ๐จ๐ช๐จ ๐ข๐ค๐ง๐๐๐ค๐ง๐๐จ
“๐๐ข๐ฅ๐ข รฉ๐ฑ๐ฐ๐ค๐ข ๐ฅ๐ฆ๐ฎ๐ข๐ฏ๐ฅ๐ข ๐ฅ๐ฆ ๐ฏ๐ฐ๐ด๐ฐ๐ต๐ณ๐ฐ๐ด ๐ถ๐ฏ๐ข ๐ต๐ณ๐ข๐ฏ๐ด๐ง๐ฐ๐ณ๐ฎ๐ข๐ค๐ชรณ๐ฏ, ๐ถ๐ฏ ๐ค๐ฐ๐ฎ๐ฑ๐ณ๐ฐ๐ฎ๐ช๐ด๐ฐ ๐ฅ๐ฆ ๐ข๐ค๐ต๐ถ๐ข๐ณ ๐ฅ๐ฆ ๐ง๐ฐ๐ณ๐ฎ๐ข รฉ๐ต๐ช๐ค๐ข ๐บ ๐ถ๐ฏ๐ข ๐ข๐ค๐ต๐ช๐ต๐ถ๐ฅ ๐ณ๐ฆ๐ด๐ฑ๐ฐ๐ฏ๐ด๐ข๐ฃ๐ญ๐ฆ ๐ฆ๐ฏ ๐ต๐ฐ๐ฅ๐ฐ ๐ฎ๐ฐ๐ฎ๐ฆ๐ฏ๐ต๐ฐ”.
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Vรญctor CORCOBA HERRERO/ Escritor Espaรฑol
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Las pausas del camino son tan necesarias como el pan de cada dรญa que nos llevamos a la boca. Necesitamos hacer silencio para rehacernos y corregirnos, para saborear los instantes vivenciales y compartirlos con el horizonte de los sueรฑos. Sin duda, tenemos que aprender a querernos mucho mรกs. El fruto de la verdad sรณlo germina de la bondad, del servicio que nos prestemos unos a otros, de la entrega desinteresada que nos ofrezcamos entre sรญ. Por eso, hemos de ser compasivos siempre, jamรกs interesados por lo material, si queremos estar en armonรญa con nosotros mismos. Para desgracia de todos, no se siembran mรกs que palabras de odio y venganza, mientras la gente mรกs dรฉbil e inocente muere en la brutalidad de los combates. Navegamos en la mentira endรฉmica, en lugar de ser sinceros, fecundos en amistad y en proyectos de bien. Abandonemos la retรณrica guerrera, los ataques a los trabajadores humanitarios. Ejercitemos el respeto desde la diversidad, con la intenciรณn de enriquecernos mutuamente, para no ver al otro como una amenaza, sino como un apoyo para el crecimiento del linaje y sustento de la especie. Desde luego, cada encuentro como cada decisiรณn tomada, sea vital o cotidiana, estรก en funciรณn de esa comprensiรณn solidaria.
Indudablemente, la cosecha de las producciones tiene que mejorar con el amor, que es lo que nos tranquiliza en medio de las adversidades perversas, perseverando el corazรณn con serenidad y permaneciendo con los vรญnculos, fortaleciendo de este modo el รกrbol de la vida. La invenciรณn de la mente humana no puede continuar recolectando la destrucciรณn de sรญ mismo, tiene que pasar pรกgina e inventar el espรญritu fraterno, a travรฉs de su potencial creativo. Cada รฉpoca demanda de nosotros una transformaciรณn, un compromiso de actuaciรณn de forma รฉtica y una actitud responsable en todo momento. Precisamente, ahora con el uso de la inteligencia artificial, para ayudar a la toma de decisiones militares en conflictos que pueden contribuir a crรญmenes internacionales, tenemos que reconsiderar los lenguajes de hecho. Todo no sirve y la justicia se defiende con la razรณn, jamรกs con el abecedario armamentรญstico. Nos urge, pues, despertar. Los promotores de lo armรณnico, es a los que tenemos que escucharles. Lo que resulta bochornoso y mezquino, es que la humanidad aรบn no sepa vivir desviviรฉndose por vivir en paz, proliferando la conflictividad en lugar de la conformidad, o la competitividad en vez de la convivencia.
La confianza ha de darnos el mejor concierto sistรฉmico, no bastan las meras palabras, hay que ponerlas en coherencia con la acciรณn de cada jornada, en un orbe que hemos globalizado y que necesitamos hermanarlo con sus gentes heterogรฉneas. Esto no es nada fรกcil de conseguir, ninguna riqueza de aquรญ abajo puede ayudar a que germine la hermandad, precisamos de una autocrรญtica cada cual consigo mismo y de una sensible voluntad perdurable. El futuro depende en buena parte de la familia, que tambiรฉn ha entrado en una fuerte crisis, cuestiรณn que afecta a la sociedad; y, aรบn peor, cuando la debilidad humana es utilizada por la ideologรญa, que todo lo desfigura y confunde. De ahรญ la necesidad de repensar situaciones, de no dejarnos engaรฑar, de volver a ser nosotros mismos. Es ciertamente la contemplaciรณn de la vida conyugal, la que nos hace descubrir, donde anida la luz del amor verdadero y donde se esconden los intereses mundanos destructores. Nosotros no nos bastamos, somos una mera raรญz, que no puede estar desprendida existencialmente. En consecuencia, ver un emparentado que se rompe, es un drama que tampoco puede dejarnos indiferentes. El camino del acercamiento y del perdรณn, –mal que nos pese-, es la รบnica salida.
Estoy convencido de que nuestro trรกnsito tiene que ser conciliador, un camino de acercamiento y de renovaciรณn constante de pulsos que se interrogan entre sรญ vivencialmente, de apertura franca con inauguraciรณn mรญstica, sin los รญdolos del poder o el interรฉs por el dinero; y, todo esto en donaciรณn permanente, es lo que nos lleva a la reconciliaciรณn continua y al disfrute del aire de la tolerancia รญntima. Nuestro actual tiempo, vacรญo de alianzas autรฉnticas, pide comenzar a regenerar los hogares para poder desenredarnos de los nudos insanos de la soledad. No hay mejor sanaciรณn que cultivar la mansedumbre en comunidad. Lo importante es desterrar de nosotros las cadenas que nos esclavizan, generando trances que todo lo vician, mercantilizando a las personas, sirviรฉndose de la injusticia econรณmica y de la manipulaciรณn del pensamiento. Invitamos, por consiguiente, a estar atentos para no caer en ese orbe tentador de malignidades y en cultivar el abrazo alentador de hacer ciudadanรญa, para poder interrumpir el ciclo de violencia que nos acorrala y prevenir las absurdas crueldades en el futuro. Al fin y al cabo, un nuevo planeta nace cuando sus habitantes se abrazan, porque se aman y se quieren.
corcoba@telefonica.net
07 de abril de 2024
#๐๐ฐ๐ต๐ข๐ฑ๐ฐ๐ณ๐ฒ๐ถ๐ช๐ฆ๐ฏ๐ฒ๐ถ๐ช๐ฆ๐ณ๐ข๐ด๐ณ️
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