๐๐น๐ด๐ผ ๐ รก๐ ๐ค๐๐ฒ ๐ฃ๐ฎ๐น๐ฎ๐ฏ๐ฟ๐ฎ๐
๐ฟ๐๐ก ๐๐ค๐ฃ๐๐ก๐๐๐ฉ๐ค ๐๐ ๐๐ค๐ฃ๐๐๐๐ฃ๐ฏ๐; ๐๐ก ๐๐๐ช๐๐ง๐๐ค ๐๐ ๐๐๐ค๐๐๐๐
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Vรญctor CORCOBA HERRERO/ Escritor Espaรฑol
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Creo que confiamos demasiado en los sistemas de producciรณn y muy poco, por no decir nada, en las personas; fruto de una neurรณtica torpeza, cuestiรณn que nos encamina a derribar la propia sensatez, el juicio natural que todos llevamos innato. Lo verdaderamente cruel de esta situaciรณn absurda es que estรก ahรญ, en cualquiera de los continentes del mundo; a pesar de que se nos llena la boca, en favor de un desarrollo verdaderamente humano e integral. Para desgracia de todos, no solemos pasar de las bellas palabras a la acciรณn, quizรกs por falta de valor y valentรญa, unido al dรฉficit de รฉtica, que nos deja empedrado el corazรณn a diario. Bajo este hรกbitat corrompido, la incertidumbre que nos gobierna debe inquietarnos, pero la acciรณn de brazos cruzados tambiรฉn ha de avergonzarnos.
La respuesta tiene que surgir y resurgir incesantemente, como fruto verdadero del amor y de la inagotable sed de justicia que padecemos. Aรบn no hemos aprendido, por consiguiente, a respetarnos. Posiblemente nos merezcamos otras consideraciones mรกs equitativas y no los venenos de la desilusiรณn. Encerrรกndonos en nuestro propio egoรญsmo, apagamos la llama del entusiasmo, encendemos la niebla del pesimismo y la bruma de la resignaciรณn. Difรญcil atmรณsfera para continuar los pasos por este orbe de todos y de nadie en particular, que requiere cuanto antes la vacuna de la familiaridad entre anรกlogos, para proseguir por el camino viviente de lo sistรฉmico, lleno de posibilidades, pero vacรญo de miradas a travรฉs de las gafas correctas.
Urge la intervenciรณn de toda la especie humana, con visiรณn de hogar y con revisiรณn de pulso. El fracaso de la reacciรณn colectiva para avanzar en la acciรณn estรก ahรญ, en el patio de vecinos, a la espera de que tomemos el compromiso de hacer y de rehacer aquello que obstaculiza el desarrollo humano, como son las tremendas desigualdades, lo que acrecienta la polarizaciรณn y erosiona aรบn mรกs la confianza entre las personas y las instituciones en todo el planeta. Las soluciones a los problemas globales estรกn a nuestro alcance, rediseรฑando un espรญritu cooperante verdaderamente comprometido y solidario. Quizรกs tengamos que llenarnos de energรญas, que hagan germinar frutos donantes en favor de un orbe fraterno; lo que conlleva una biografรญa bien realizada y mejor vivida.
Lo importante es vincularse y no desvincularse de nada ni de nadie. La concordia es la salida a todas las crisis actuales y, sin embargo, es lo que mรกs nos falta. No podemos continuar en guerra, enfrentados y divididos, tenemos que fomentar los sueรฑos, activar otros espacios de confianza plena, en todo lo que la humanidad puede conseguir unida. Indudablemente, debemos acoger nuestros latidos conjuntos, vadeando las diferencias y bordeando los sentimientos, con soplo de recepciรณn y hรกlito de entendimiento. Dejemos a un lado aquello que nos envenena, como puede ser el odio y la discriminaciรณn, y tomemos como vรญa de entusiasmo el hacer y el dejar hacer socialmente. Con alegrรญa la vida sabe mejor y tomรกndola en sentido responsable, pero con confianza, se sobrelleva todo.
Tal vez tengamos que acogernos mutuamente y recogernos recรญprocamente, interrogarnos hacia dรณnde se estรก encaminando o hacia dรณnde nos estamos dejando llevar. Si el problema de la deshumanizaciรณn es sustancialmente una confusiรณn en el vocablo de amor, tambiรฉn la cuestiรณn del desarme es una contrariedad mรกs en el tรฉrmino de la confianza recรญproca. Es pues indispensable, si se quiere –como se dice- dar pasos decisivos en el cambio, encontrar tonos y timbres verdaderos, que injerten equilibrio en actuaciones y serenidad en los pasos. Por ello, hemos de poner fin a la era de la polarizaciรณn para dar comienzo al momento de lo armรณnico, pues cada savia es la nuestra y la verdadera savia de cada uno es la de todos. No hay amor mรกs bello que dos soledades se resguarden.
Sea como fuere, cualquier situaciรณn de amenaza alienta el terror y alimenta la desconfianza, aumenta la fragilidad de las relaciones y el riesgo de violencia, en un cรญrculo vicioso que jamรกs puede reconducir a nada bueno. Ante esta realidad bochornosa, considero que la soluciรณn a esta ambiente inhumano pasa por acogernos y por recoger lenguajes de fidelidad entre anรกlogos. Realmente, sรณlo eligiendo la ruta de la consideraciรณn hacia toda subsistencia, serรก posible romper la espiral de venganza y emprender el camino de la esperanza, mejorando la hospitalidad y reparando el universo de la arrogancia e indiferencia. Despuรฉs, sin fronteras ni frentes, pongรกmonos en camino; hagรกmoslo fusionados, deseosos de que la certeza nos una mรกs allรก de las diferencias.
Vรญctor CORCOBA HERRERO/ Escritor
corcoba@telefonica.net
17 de marzo de 2024.-
#๐๐ฐ๐ต๐ข๐ฑ๐ฐ๐ณ๐ฒ๐ถ๐ช๐ฆ๐ฏ๐ฒ๐ถ๐ช๐ฆ๐ณ๐ข๐ด๐ณ️
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