๐—•๐—ฎ๐—ท๐—ผ ๐—™๐˜‚๐—ฒ๐—ด๐—ผ

 
๐™ˆ๐™š๐™™๐™ž๐™–๐™˜๐™žรณ๐™ฃ ๐™›๐™ง๐™–๐™˜๐™–๐™จ๐™–๐™™๐™–

Josรฉ Antonio Rivera Rosales

En sigilo, los cuatro obispos de la Provincia Eclesiรกstica de Acapulco sostuvieron encuentros con los jefes del crimen organizado con asiento en Guerrero. Esa gestiรณn resultรณ en un absoluto fracaso.
La informaciรณn pudo conocerse debido a una entrevista de prensa concedida por el obispo de la Diรณcesis Chilpancingo-Chilapa, Josรฉ de Jesรบs Gonzรกlez Hernรกndez, quien de manera sorpresiva revelรณ en una entrevista que los cuatro obispos de la zona, que antes era conocida como Regiรณn Pastoral Sur, habรญan mediado con los criminales para abrir paso a un proceso de pacificacion.
La intentona se implementรณ inicialmente en la Diรณcesis de Ciudad Altamirano, a cargo del prelado Joel Ocampo Gorostieta, donde los obispos trataron de mediar entre los lรญderes de La Familia, Jonny y Alfredo Hurtado Olascoaga, y el cabecilla de Los Tlacos, Onรฉsimo Necho Marquina Chapa.
Al principio la conversaciรณn fluyรณ con cierta ecuanimidad, pero despuรฉs se atorรณ en lo relativo al reparto de territorios. En el caso de estas dos formaciones antagรณnicas, el problema fue una comunidad conocida como La Tuna, que en tรฉrminos jurisdiccionales pertenece a San Miguel Tototalpan pero estรก asentada geogrรกficamente cerca de Tlacotepec, base de Los Tlacos. De ahรญ ya no se movieron.
Los demรกs obispos, por su parte, hicieron lo propio con las รกreas que les compete: Dagoberto Sosa Arriaga por la Diรณcesis de Tlapa; Josรฉ de Jesรบs Gonzรกlez Hernรกndez, en Chilpancingo-Chilapa y el arzobispo Leopoldo Ortiz Gonzรกlez por Acapulco. Los resultados fueron nulos, o casi.
Con todo y el fracaso en que devino este intento, los cuatro obispos recibieron un manifiesto respaldo de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) y de la Compaรฑรญa de Jesรบs, dos de las instituciones mรกs influyentes de la Iglesia Mexicana, que mediante un comunicado hicieron un llamado a no desvirtuar el esfuerzo de los clรฉrigos.
Hay un antecedente de esta jugada de ajedrez de los obispos de la regiรณn sur: hace un aรฑo, en febrero de 2023, durante una reuniรณn de pastoral social, decenas de sacerdotes se pronunciaron “contra la inseguridad que estรก provocando empobrecimiento econรณmico, cultural, รฉtico, social y polรญtico” a la poblacion.
Esa fue un adelanto de la preocupaciรณn genuina que este tema despierta entre la comunidad religiosa. El caso es que, con todo y ser una iniciativa plausible, los jerarcas pecaron de ingenuos, por no decirlo de una manera mรกs coloquial, al buscar una tregua de todos los grupos delictivos que operan en Guerrero.
¿Por quรฉ?
Pues porque se lanzaron a pacificar a los grupos delictivos -que no son propiamente cรกrteles- sin un plan realista que permitiera obtener avances pequeรฑos, pero significativos, para impulsar una tregua de limitados efectos para la poblaciรณn -que permitiera transitar en paz a la mayor parte de la gente, por ejemplo-, aunque quedaran pendientes temas mรกs delicados, como los homicidios por ejemplo.
Eso habrรญa sido mรกs deseable aunque menos espectacular. Pero, creyรฉndo tener la suficiente solvencia moral, los jerarcas se lanzaron a conversar con los capos a los que, muchas veces, les han bautizado hijos o celebrado nupcias, como ha ocurrido en casi todo el paรญs.
Pero ¡oh, decepciรณn! Los jefes criminales antepusieron sus intereses a su fe, real o supuesta. Y los obispos regresaron a sus diรณcesis rumiando su fracaso y con las manos vacรญas. Pues quรฉ esperaban. Si llegaron a creer que los capos son o eran sus a amigos, esta experiencia debiera bastar para que entiendan que el crimen jamรกs va a ser amigo de nadie. Es como pactar con el diablo: si lo haces, siempre vas a perder.
De los acercamientos entre el clero y el narco hay bastantes ejemplos. El nuncio Girolamo Prigione, por citar unos de los mรกs destacados, tenรญa una relaciรณn muy cercana con los Arellano Fรฉlix (el cartel de Tijuana) que, segรบn investigaciones, le daban regalos caros al prelado.
Salvado el tiempo y las distancias, un sacerdote de la Costa Grande -que en algunos casos actuรณ de comรบn acuerdo con un muy conocido sacerdote de Acapulco- operaba como mediador con secuestradores para pagar rescates con el fin de devolver con vida a las personas plagiadas.
Uno de esos casos fue el del empresario Ron Lavender por quien se pagรณ un millรณn de dรณlares -que los hijos no querรญan pagar con el argumento de que el secuestrado ya habia vivido su vida-. El pago se hizo a travรฉs de esos sacerdotes y el empresario fue liberado con vida.
Investigaciones de instancias federales permitieron saber que el sacerdote de la Costa Grande era “recompensado” con una cantidad importante -una comisiรณn, pues- que el crรฉrigo enviaba a su familia para evitar ser detectado. Asi las cosas con estos representantes de la Iglesia Catรณlica en Mรฉxico.
En el caso actual, desde febrero del aรฑo pasado hubo una expresiรณn muy sentida de los sacerdotes guerrerenses -muchos de ellos jรณvenes de nueva generaciรณn, hay que decirlo- que con angustia observan el daรฑo que produce a la comunidad el crimen organizado. Quizรก eso animรณ a los obispos -representaciรณn formal del clero ante la sociedad- a constituirse como una opciรณn de pacificaciรณn frente a los choques entre los grupos delincuenciales. Pero les faltรณ informarse.
Establecer una especie de pacto de no agresiรณn entre los grupos delictivos -que sรญ es posible- es una cosa, pero repartirse territorios, pues…
Una primera observaciรณn: los jefes del crimen organizado siempre te van a pagar tus servicios, sea cual sea el favor o la mediaciรณn que les hagas, porque es una regla no escrita que ellos mantienen inalterable desde que existe el narco en Mรฉxico. Los obispos, todos, tienen probablemente una situaciรณn privilegiada, cada uno en su regiรณn, en la que son procurados por los capos con algรบn tipo de canongรญa. Eso los convierte en clientes de la delincuencia, no en pastores.
El objetivo de la delincuencia organizada es el lucro, razรณn por la cual caminan sobre el filo de la ilegalidad para alcanzar sus objetivos cueste lo que cueste. En el caso de Guerrero, el negocio de los chicos malos eran las drogas (marihuana, cocaรญna, heroรญna), pero de unos cinco aรฑos a la fecha las cosas cambiaron.
El consumo de la marihuana declinรณ, la cocaรญna fue desplazada por la heroรญna, pero posteriormente este รบltima fue sustituida por los opioides sintรฉticos, en particular el fentanilo, una droga barata y potente pero mortal: un promedio de cien mil adictos norteamericanos mueren anualmente en los Estados Unidos, el principal mercado de las drogas para los productores mexicanos.
Para dejarlo en claro: el negocio del narco se basaba en un producto (droga por lo general), no en el control del territorio. Eso vino despuรฉs.
En Guerrero no todos los grupos delictivos trafican con el fentanilo, negocio de los grandes cรกrteles. Como consecuencia de la caรญda del mercado de la heroรญna, se desplomรณ tambiรฉn la producciรณn de la amapola, de la que se sembraban anualmente 25 mil hectรกreas en la Sierra Madre del Sur, lo que deba sustento a unas 110 mil familias en toda la regiรณn.
Al no existir un producto lucrativo que vender, a los criminales no les quedaron mรกs opciones que expoliar a la ciudadanรญa. Inicialmente incursionaron en el negocio de las concesiones de transportes, principalmente en el puerto de Acapulco, donde tambiรฉn iniciรณ el cobro de piso entre 2010 y 2011. Esas decisiones cambiaron radicalmente las cosas.
Surgiรณ entonces la modalidad de la extorsiรณn y el trรกfico de personas, los delitos mรกs deleznables de toda la tipologรญa delictiva del crimen organizado. Por eso es tan fundamental el territorio, porque a partir de ese principio pueden controlar no sรณlo el mercado extorsivo, sino la misma economรญa popular a travรฉs de un sobreprecio a productos cรกrnicos, refrescos, cerveza y otras mercancรญas de primera necesidad.
En este contexto, claro que los jerarcas religiosos se iban a topar con pared a la hora de gestionar la pacificacion.
๐™€๐™ฃ ๐™˜๐™ค๐™ฃ๐™˜๐™ก๐™ช๐™จ๐™žรณ๐™ฃ:de entrada no puede haber acuerdos entre los grupos del crimen organizado mientras medie el concepto del territorio. Si hubo un acuerdo entre Los Tlacos y Los Ardillos para pacificar Chilpancingo, fue porque ambas formaciones comparten intereses comunes en el reparto de 150 concesiones de transporte. Aquรญ se impone investigar la actuaciรณn del director del รกrea, Arturo Salinas Sandoval.
    Aunque plausible, con su iniciatva los obispos suplantaron al estado, que es al que le corresponde combatir y sancionar estas conductas y, paradรณjicamente, empeoraron la situaciรณn.
    Los prelados arriesgaron su integridad fรญsica al incursionar en esta problemรกtica que sรณlo conocen superficialmente. No sรณlo eso, tambiรฉn generaron otras expectativas con los cabecillas del crimen, que podrรญan redundar negativamente entre la poblaciรณn.
    La delincuencia organizada debe ser combatida con la ley y, de ser posible, mediante soluciones de fuerza por parte del Estado Mexicano.
    Aquรญ dejamos el tema por lo pronto. Saque usted sus conclusiones amigo (a) lector (a).
#๐˜๐˜ฐ๐˜ต๐˜ข๐˜ฑ๐˜ฐ๐˜ณ๐˜ฒ๐˜ถ๐˜ช๐˜ฆ๐˜ฏ๐˜ฒ๐˜ถ๐˜ช๐˜ฆ๐˜ณ๐˜ข๐˜ด๐Ÿ—ณ️

Comentarios

Entradas populares de este blog

๐—›๐—ฎ๐˜€๐˜๐—ฎ ๐Ÿฏ ๐—ต๐—ผ๐—ฟ๐—ฎ๐˜€ ๐—ฎ ๐—–๐—ต๐—ถ๐—น๐—ฎ๐—ฝ๐—ฎ

๐——๐—ฒ๐—ท๐—ฎ๐—ฟ๐—ผ๐—ป ๐—ฑ๐—ถ๐—ป๐—ฒ๐—ฟ๐—ผ ๐—ฎ ๐—ก๐—ผ๐—ฟ๐—บ๐—ฎ ๐—ข๐˜๐—ถ๐—น๐—ถ๐—ฎ

๐——๐—ฒ๐—ท๐—ฎ๐—ฟ๐—ผ๐—ป ๐—ฑ๐—ถ๐—ป๐—ฒ๐—ฟ๐—ผ ๐—ฎ ๐—ก๐—ผ๐—ฟ๐—บ๐—ฎ ๐—ข๐˜๐—ถ๐—น๐—ถ๐—ฎ