𝗚𝗼𝘁𝗮𝘀 𝗱𝗲 𝗛𝗶𝘀𝘁𝗼𝗿𝗶𝗮
Arturo Ríos Ruiz
CDMX, 6 de febrero, 2024.- En la madrugada del 6 de febrero de 1926, el velador del panteón de Parral, Chihuahua, descubrió que la tumba del Pancho Villa había sido profanada y que a su cadáver le habían cortado la cabeza. A casi cien años de la muerte del ‘Centauro del Norte’, surgen teorías sobre quién fue el autor y del posible paradero de su cráneo.
En tiempos de la Revolución, Francisco Villa tuvo muchos enemigos. En 1913, jefe de la División del Norte, al año siguiente rompió con Venustiano Carranza y con Álvaro Obregón que fueron presidentes; además, en 1915, en la batalla de Celaya, un grupo villista lanzó granadas a Obregón y perdió su brazo derecho.
El 9 de marzo de 1916, Villa atacó Columbus, Nuevo México, por el apoyo al presidente Carranza. Por ello, el mandatario Woodrow Wilson ordenó una expedición punitiva en territorio mexicano para apresar y detener a Pancho Villa, quien huyó a las montañas y nunca fue capturado.
Villa murió el 20 de julio de 1923, iba a una comida familiar en Parras, Chihuahua, fue emboscado a bordo de su automóvil; el asesinato se adjudicó al general Jesús Salas Barraza, quien confesó haber sido el autor intelectual, pero también hay sospechas que fue orden del presidente Obregón o de Plutarco Elías Calles.
Luego de la profanación de la tumba, surgieron teorías: una culpa a Álvaro Obregón. Paco Ignacio Taibo II, Víctor Ceja Reyes y Friedrich Katz coinciden en que fue realizada por hombres a las órdenes del general Francisco Durazo Ruiz.
Otras, del otro lado del Río Bravo, que fue el magnate de la prensa William Randolph Hearst, por la invasión de Columbus; que el circo de los Ringling Brothers, el Museo de Historia Natural de Nueva York o hasta un anticuario de Iowa pagaron para exhibirla. Sigue siendo un misterio. FUENTE Tysm.
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