𝗟𝗮 𝗺𝗶𝗴𝗿𝗮𝗰𝗶ó𝗻 𝗺𝘂𝗻𝗱𝗶𝗮𝗹 𝘁𝗿𝗮𝗴𝗲𝗱𝗶𝗮 𝗵𝘂𝗺𝗮𝗻𝗶𝘁𝗮𝗿𝗶𝗮

Fernando Hinterholzer Diestel 

El pasado 18 de diciembre se conmemoró el día internacional de las y los migrantes. Hay que recordar que la migración es un complejo problema a nivel global, en donde más de 300 millones de personas viven hoy en día, en un país distinto al que nacieron. Es importante subrayar, los aportes tan relevantes de las comunidades migrantes tanto para sus países de origen como para los de recepción, a nivel económico, social y cultural. Tan solo nuestros paisanos en Estados Unidos enviaron más de 50 millones de dólares en remesas durante 2023 a México, cifra que ha ido en franco aumento en los últimos años. En los interticios de la política migratoria mundial, nuestro país se ha convertido una figura central, encerrado entre dos barreras, los limites militarizados de Estados Unidos y México. Con un número cada vez mayor de migrantes en tránsito y arribando a su frontera norte, nuestro país afronta el reto de manejar una crisis humanitaria compleja, en la que se ha convertido, la migración más grande del planeta, superando aún a la que realizan ciudadanos africanos y asiáticos a países europeos, por el mar mediterráneo. De acuerdo a estadísticas de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados, se calcula que, en 2022, un número aproximado de 100,000 personas pidieron asilo en México, un incremento muy considerable en relación con años anteriores. A la par de ello, las autoridades mexicanas han detenido a más de 250,000 migrantes irregulares cada año desde el 2019, de acuerdo a informes del Instituto Nacional de Migración. Estos números dan cuenta del tamaño del flujo migratorio que atraviesa México, nuestro país que se ha convertido en más que una nación de tránsito; para muchos, es un destino final o un lugar de espera indefinida. 

La preocupación de los países del G20 por la migración a nivel mundial, los ha hecho empezar a tomar acciones para controlar y mitigar las consecuencias que sufren millones de migrantes n el orbe. Hace unas semanas, durante el foro global del refugio en Ginebra, Suiza, “se abordaron las políticas, acciones y modelos de atención para la integración migrante, así como los desafíos en materia de seguridad, violencia y cambio climático, es importante destacar que dichos factores han sido relevantes en la migración regional y del desplazamiento interno en los últimos años”. En dicho foro participaron además de los gobiernos de 50 países, refugiados y sociedad civil de todo el mundo.  México tradicionalmente ha sido un país de tránsito y expulsión de migrantes, pero en los últimos 5 años se ha convertido en un país de destino. Al cierre del año 2023, se tienen ya más de 160,000 solicitudes de refugio, posicionando a nuestro país como uno de los principales estados en los que se solicita el reconocimiento del estatuto de refugiado.  

La situación migratoria en este 2023 finaliza como empezó, con miles de migrantes en las fronteras mexicanas esperando poder cruzar a los Estados Unidos para pedir asilo. Las caravanas de migrantes todo año atravesando el país de sur a norte. Cientos de ellos acceden a diario por Chiapas, a través de Talismán o por el río Suchiate y muchos de ellos a través de las montañas del Soconusco. Cruzaron por Oaxaca y Veracruz llegando a la Ciudad de México, donde descansan del periplo y deciden que ruta tomar hacia el norte, por vía terrestre o, en tren para llegar a la frontera con Texas, Nuevo México, Arizona y California, pero sin duda el centro de la crisis migrante fue Cd. Juárez, frontera de Chihuahua. La situación actual exige un replanteamiento urgente de la política migratoria de México. Hoy en día, se requiere una estrategia “que equilibre la seguridad fronteriza con los derechos humanos, que aborde las causas fundamentales de la migración y que proporcione soluciones sostenibles para aquellos que se encuentran atrapados en este limbo”. México tiene que encontrar las formas de contar con mayor autonomía en su política migratoria, colaborando, pero no dependiendo de los Estados Unidos. Solo así podrá eliminar la idea de que nuestro país es “la jaula más grande de migrantes del mundo” y avanzar hacia una estrategia más humana y efectiva de esta profunda tragedia humanitaria. 

Todo el año 2023, en la frontera de Chihuahua dimos cuenta de llegadas masivas de inmigrantes que saturaron los albergues y originaron los campamentos en las riberas del río Bravo, frontera con El Paso, Texas. Lo que genero esto, fueron los cambios en las políticas migratorias de Estados Unidos, que llevaron a que miles de extranjeros, sobre todo sudamericanos, llegaran a Juárez con la intención de cruzar la frontera.  Eso provoco que en los meses de febrero y marzo miles de migrantes llegaran a Juárez, a la espera de poder cruzar la frontera, mientras los agentes de migración mexicana llevaban a cabo redadas para la detención y traslado de personas al sur del país. “Durante estos días, el 27 de marzo un incendio en la estación del Instituto Nacional de Migración costó la vida a 40 personas y 27 más resultaron heridas, en su mayoría venezolanos, guatemaltecos y hondureños”. La encrucijada migratoria en la que México se encuentra durante mucho tiempo se agrava, particularmente en los últimos 6 años, donde los flujos migratorios han aumentado exponencialmente y esto combinado con las malas decisiones de México y EU, han complicado el asunto. El equilibrio entre tener tranquilo a los norteamericanos, al mismo tiempo que tratar de dar una salida a los países latinoamericanos, de donde recibimos migrantes no es cosa fácil, ambos frentes, norte y sur, son (o deberían ser) importantes para México como país de emisión, tránsito y destino de migrantes. La reunión de alto nivel en Palacio Nacional entre México y EU de la semana pasada, fue el resultado de las ultimas caravanas migrantes con miles de personas procedentes de países, como Honduras, El Salvador y Venezuela, entre otros, transitando nuestro territorio en la búsqueda de llegar a Estados Unidos, y en donde los representantes del gobierno americano, llegaron con exigencias muy puntuales que se resumen en presiones para evitar que los migrantes lleguen al país vecino del norte a través de desvíos, mayor control territorial de las rutas, e incluso con el ofrecimiento de financiamiento, para iniciar deportaciones masivas de inmigrantes. 

El problema migratorio se ha vuelto una bomba de tiempo, la cual se suma a la exponencial violencia que azota nuestro país. No hay que culpar a los migrantes por emigrar, es un derecho fundamental de las personas, pero es inexcusable señalar la carencia absoluta de estrategias efectivas tanto en México como en EU que, en lugar de abordar los problemas dentro de las fronteras, parece ubicarse en soluciones fuera de ellas. La falta de congruencia en las cifras y la subestimación de la magnitud del problema plantean graves interrogantes sobre la seriedad y la eficacia de las medidas adoptadas hasta ahora.  México y Estados Unidos generan hoy una estrategia migratoria vana y paliativa de cara, a sus respectivas elecciones del 2024. ES CUANTO 

𝘼𝘿𝙀𝙉𝘿𝘿𝙐𝙈: les deseo un año 2024 con salud, seguridad, paz y armonía, todo lo que la 4T nos ha quitado. 

 #𝗤𝘂é𝗱𝗮𝘁𝗲𝗘𝗻𝗖𝗮𝘀𝗮. 🏡 💙