๐๐น๐ด๐ผ ๐บรก๐ ๐พ๐๐ฒ ๐ฝ๐ฎ๐น๐ฎ๐ฏ๐ฟ๐ฎ๐
๐๐ ๐ง๐๐ฉ๐๐ฃ๐ฉ๐๐ซ๐ ๐๐จ ๐๐ก ๐จ๐๐ก๐ก๐ค ๐๐๐ก ๐๐๐๐๐ง;
๐ฅ๐๐ง๐ ๐ฅ๐ค๐๐๐ง ๐ง๐๐๐๐๐๐ง๐จ๐ ๐๐ ๐๐จ๐ฅ๐๐ง๐๐ฃ๐ฏ๐
“๐๐ข ๐ฎ๐ฆ๐ซ๐ฐ๐ณ ๐ณ๐ฆ๐ฑ๐ข๐ณ๐ข๐ค๐ชรณ๐ฏ, ๐ฑ๐ข๐ด๐ข ๐ฑ๐ฐ๐ณ ๐ฉ๐ถ๐ช๐ณ ๐ฅ๐ฆ ๐ฆ๐ด๐ต๐ฐ๐ด ๐ข๐ฃ๐ฆ๐ค๐ฆ๐ฅ๐ข๐ณ๐ช๐ฐ๐ด ๐ค๐ฐ๐ณ๐ณ๐ถ๐ฑ๐ต๐ฐ๐ด, ๐ฒ๐ถ๐ฆ ๐ต๐ฐ๐ฅ๐ฐ ๐ญ๐ฐ ๐ฆ๐ฏ๐ท๐ฆ๐ฏ๐ฆ๐ฏ๐ข๐ฏ ๐ข ๐ต๐ณ๐ข๐ทรฉ๐ด ๐ฅ๐ฆ ๐ถ๐ฏ ๐ค๐ถ๐ญ๐ต๐ฐ ๐ฆ๐จ๐ฐรญ๐ด๐ต๐ข ๐บ ๐ฅ๐ฆ ๐ถ๐ฏ๐ข ๐ค๐ถ๐ญ๐ต๐ถ๐ณ๐ข ๐ฑ๐ถ๐ต๐ณ๐ฆ๐ง๐ข๐ค๐ต๐ข”.
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Vรญctor CORCOBA HERRERO/ Escritor Espaรฑol
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Tenemos que buscar los vรญnculos de pertenencia, hacer memoria de los caminos recorridos hasta ahora, rehacernos con optimismo frente al destino del mundo cuajado de esclavitudes, con esa capacidad de mirar hacia los horizontes con buen รกnimo y nรญvea actitud. Desde luego, a poco que observemos nuestras historias humanas, nos daremos cuenta de que la acciรณn es vital para reconstruirnos como familia, en un hรกbitat sostenible, justo y armรณnico para todos. Ciertamente, no fue fรกcil conjugar esfuerzos globales, sin dejar a nadie en la cuneta de la exclusiรณn. Pero ahora, nos toca ademรกs hermanarnos desde la diversidad, despojarnos de la retรณrica agresiva, con lo que esto supone de consideraciรณn hacia toda existencia humana. El momento, desde luego, no es nada fรกcil. Las incesantes contiendas desgarradoras, totalmente inaceptables, nos estรกn dejando sin palabras. Sรณlo hay que ver la angustiosa mirada, de esas gentes que alimentan desplazamientos masivos, que nos piden acogida y apenas los socorremos; o la escasa respuesta humanitaria, ante la indigna polarizaciรณn.
Para desgracia de todos, hemos convertido los caminos en autรฉnticos polvorines demoledores. Sin embargo, en medio de todo este pesimismo, siempre germina un rayo de ilusiรณn que nos esclarece el corazรณn. รnicamente coaligados podremos hacer frente a las amenazas existenciales de un orbe que se estรก desmoronando por instantes, ante la multitud de divisiones y pasividad de sus moradores. Nos urge tender puentes y propiciar gobernanzas globales, ser responsables y estar en guardia permanente, como los autรฉnticos soรฑadores de palabras, cultivar el abrazo y estar preparados para el banquete del cambio, con la cabeza siempre en alto. La mejor reparaciรณn, pasa por huir de estos abecedarios corruptos, pervertidos a travรฉs de un culto egoรญsta y de una cultura putrefacta. Es verdad que todo tiene su tiempo, tambiรฉn esta realidad grotesca que espera la reacciรณn sin abatimiento, sino con esperanza. En cualquier caso, frente a este aluviรณn de dramas que nos circundan, sobre todo ante el sufrimiento de los inocentes, igualmente nosotros podemos ser expresiรณn de su amor y abrigarles.
Lo peor es caer en el individualismo y la indiferencia; cuando la mejor retentiva radica en la capacidad del hacer conjunto para redescubrirse con la cรกtedra de la experiencia armonizada, que debe estar siempre a las รณrdenes de la benevolencia. Por eso, nuestros pasos han de ser compartidos, vividos por y para los demรกs; como afluentes de un obrar que aliente y alimente en cada cual, por medio de las pequeรฑas cosas, como el respaldo continuo entre anรกlogos y el abrazo permanente entre los actores sociales. Al fin y al cabo, somos la memoria que poseemos, el sentimiento que anhelamos y el compromiso que asumimos. Justamente, son aquellas realidades vividas, las que nos van enriqueciendo la existencia y poniรฉndonos en la ruta de los lazos sociales y del tejido cultural. Desde luego, es evidente que estamos anudados a lo curtido, pero tambiรฉn anidados a los ojos del alma, con la fuerza suave del amor. Ciertamente, aรบn no hemos aprendido a cultivar el amar, que es lo que nos hace avanzar juntos con las raรญces de la concordia. No dejemos, pues, que en nuestra mรญstica andante serpentee la discordia de la maldad.
Hemos venido para realizar el camino de la inspiraciรณn efectiva, a estar por los rincones terrรญcolas como cantautores de historias que saquen a la luz la verdad de lo que somos; mรกxime en esta รฉpoca en la que no hay ninguna regiรณn del cosmos que no se vea afectada por el movimiento migratorio, lo que requiere valor y compromiso para cumplir acuerdos. Por ello, precisamos llegar a consensos globales, ya que el tiempo apremia, para que los asuntos no queden sin resolver. Indudablemente, nos merecemos un futuro con otras descripciones mรกs tranquilizadoras, impulsando estos esfuerzos de unidad y uniรณn para garantizar que los avances se compartan equitativamente en beneficio de todos los seres humanos. Fuera privilegios hacia algunos y vuelva el regreso a la alianza de la reconstrucciรณn para todos. Quitemos los faros de la oscuridad que nos atrofian, dรฉmonos vida entre sรญ, y abramos nuevos senderos de confianza. En efecto, asรญ es como se rompe el cรญrculo de la angustia y se frena la espiral de la desolaciรณn, favoreciendo una actitud activa en positivo y consecuente.
corcoba@telefonica.net
24 de enero de 2024.-
#๐๐ฐ๐ต๐ข๐ฑ๐ฐ๐ณ๐ฒ๐ถ๐ช๐ฆ๐ฏ๐ฒ๐ถ๐ช๐ฆ๐ณ๐ข๐ด๐ณ
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