𝗟𝗮 𝗰𝗿𝗶𝘀𝗶𝘀 𝗱𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝗰𝗼𝗽𝗿𝗲𝗿𝗼𝘀

César González Guerrero.  

Las crisis son de diversos tipos, son situaciones de desequilibrio que se presentan cíclicamente, en todos los niveles socioeconómicos de carácter universal.        

Desde el origen de la vida, hasta nuestros días, el ser humano las enfrenta, pero con esfuerzo y sacrificio, siempre las ha superado. 

En esta ocasión, y como un asunto de extrema urgencia, se hace necesario que quienes tienen la responsabilidad de gobernar, atiendan este asunto, que está afectando a cientos y miles de productores de copra en nuestro municipio de Copala, Región de la Costa Chica y de Guerrero; y no sólo a Copala, sino a todas las entidades que tienen los primeros lugares en la producción coprera.              

Independientemente de las estadísticas en poder de las instituciones oficiales, el sector coprero, y otros sectores productivos más, están abandonados. Años pasan y los Copreros siguen igual.

No hay mercado y mucho menos precio justo a su producto. Como ya es costumbre los discursos no cambian, las promesas y compromisos que algunos funcionarios y "líderes" hacen, quedan sólo en eso.            

Tal vez porque las necesidades del campo son interminables, o porque no existe la voluntad política de las autoridades, el coprero se conforma con otros tipos de "apoyos" económicos y no demuestran sus molestias.        

Pero lo que sí es cierto, es que cada día que pasa, la inconformidad crece, y que puede detonar en un movimiento social de fatales consecuencias, como ya sucedió el 20 de agosto de 1967 en Acapulco.       

Aunque no es la opción, los Copreros están desesperados por que el precio del coco ha bajado de más de 25 a 6 pesos el kilo, desde el pasado año 2023 a la fecha.            

No se observa, a este momento, ninguna medida gubernamental que incremente el precio, al contrario, tiende a bajar más.                  

Lo que es peor, en pleno proceso electoral, al campesino lo distraen con falsas promesas, y con ello, lo involucran en otros asuntos que nada tienen que ver con su triste situación de pobreza y falta de apoyos.         

Es urgente que el gobierno federal aplique un Programa Emergente de apoyo a los Copreros, elevando el precio de 6 a 30 pesos el kilo, para poder solventar los gastos que genera el proceso de la producción coprera.            

Los campesinos Copreros son gentes de trabajo, cuyas palmeras fueron sembradas por sus bisabuelos, abuelos y padres, para heredar un patrimonio familiar, y sería muy justo que se fije un precio de garantía, para satisfacer las necesidades apremiantes de la familia Coprera de Guerrero.

Ya veremos.

 #𝘝𝘰𝘵𝘢𝘱𝘰𝘳𝘲𝘶𝘪𝘦𝘯𝘲𝘶𝘪𝘦𝘳𝘢𝘴🗳️