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Vรญctor CORCOBA HERRERO/ Escritor espaรฑol
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Cualquier momento es bueno para emprender nuevos caminos que nos armonicen; y, de este modo, poder reforzar nuestra nostalgia de hermanamiento en un mundo cada vez mรกs dividido y tenso. Sin duda, hay que tomar otras actitudes de dimensiรณn universal, porque hemos de ser uno, aunque seamos distintos. No podemos romper los parentescos que nos familiarizan como linaje, por muchas discrepancias que atesoremos en nuestro diario existencial. Estamos llamados a oรญrnos y a comprendernos. Por eso, es importante entrar en sintonรญa, poner la escucha y responder sabiamente, ser imparcial en los juicios y ponderar las situaciones desde la prudencia. 
Las controversias realmente se solventan con un espรญritu neutral, especialmente en situaciones de conflictos y desastres. Desde luego, frente a este aluviรณn de crisis y enfrentamientos que actualmente sufren todos los continentes, en mayor o en menor medida, es de gran importancia forjar relaciones pacรญficas, amistosas y de aproximaciรณn. Con razรณn se dice, se comenta, que no existe verdadera concordia si la realidad no se funda en el cultivo del abrazo permanente, en el que cada pueblo pueda elegir, desde la propia libertad de autocrรญtica, los caminos de su desarrollo solidario y autรฉntico.
Al final, a poco que buceemos entre sรญ y pongamos el talento de la verdad como horizonte, nos daremos cuenta que en realidad todo se complementa; y, aunque pueda parecer antagรณnico, es cuestiรณn de reconsiderar actitudes arrinconadas. Junto a ello, tan vital como la mano extendida es el vocablo justo en el momento preciso, esa diplomacia preventiva que debe acompaรฑarnos siempre y que es una funciรณn esencial de las Naciones Unidas. Indudablemente, tal y como estรก el mundo en trรกgico desbordamiento de hostilidades, los esfuerzos humanos tienen que encaminarse a un cambio de visiones, que solo se alcanza con un corazรณn clemente.
Estoy profundamente convencido, que la unidad de la familia humana, llegarรก justo en el momento en que todo se descanse en una comuniรณn de donaciones etรฉreas y no de intereses mundanos. En este sentido, no hay horizonte mรกs positivo, que las Naciones Unidas se hayan comprometido a abandonar la cultura de la reacciรณn; y, en cambio, hayan adoptado la cultura de la prevenciรณn. Justo, esta mediaciรณn, es la que nos lleva a los acuerdos de paz, poniendo fin a los peligros existentes y evitando el surgimiento a la escalada de problemas nuevos. De ahรญ, la importancia del buen talante, para reconquistar las sensatas iniciativas de caminar unidos.
Se bien los esfuerzos que requieren los cambios, pero nos jugamos nuestra propia continuidad como especie pensante. El cรบmulo de controversias es grande, lo que exige un espรญritu de colaboraciรณn y cooperaciรณn colectiva, entrando en diรกlogo sincero, con la disposiciรณn de atender y entender a las partes en conflicto. Los pactos han de ser inclusivos, coherentes con la normativa universal, pues de lo que se trata es de conciliar lo que parecรญa irreconciliable. ยกQuรฉ nadie ceda al cansancio, sino que todos estemos dispuestos a sacrificar los personales dividendos lucrativos, para que triunfe la quietud y el bien comรบn!
Ahora bien, hay que superar el individualismo, para retomar esos caracteres innatos olvidados. Llegarรก el dรญa en el que la tierra serรก morada de un latir conjunto. Como estrofa que somos, parte de ese poema interminable vivencial, rezumarรก armonรญa en el instante que los vรญnculos se fraternicen. El gozo germina de la mรญstica, apartado de todo poder y recogido con su plena creatividad y responsabilidad, en la infusiรณn del amor. Querer es poder, sin duda. Tampoco existe gran talento sin una fuerte grafรญa. La voluntad es la que nos transforma; y asรญ, el orbe nos crea y recrea cuando los soplos se besan en verso y se envuelven de paz con la mirada.
corcoba@telefonica.net
10 de diciembre de 2023.-
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