𝗡𝗮𝗱𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝗰𝗲𝗹𝗲𝗯𝗿𝗮𝗿, 𝗺𝘂𝗰𝗵𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗹𝗮𝗺𝗲𝗻𝘁𝗮𝗿 𝗲𝗻 𝗚𝘂𝗲𝗿𝗿𝗲𝗿𝗼

César González Guerrero. 

Tal parece que el pasado 27 de octubre no se realizó la ceremonia conmemorativa al 174 aniversario de la Erección de nuestra Estado. Si así fue, que bueno, habrá otra oportunidad, ya que ello, se debe hacer todos los días. 

Octubre es un mes inolvidable en las efemérides de México, primero porque un 27, pero del año 1849, se funda como Entidad Federativa y segundo porque lamentablemente en el mismo mes, aunque fechas diferentes, los desastres naturales nos han afectado. 

Por supuesto que hay otros acontecimientos que, de igual manera,han causado pérdidas humanas y materiales que enlutaron a muchas familias guerrerenses, pero en esta ocasión sólo nos referiremos a 2 huracanes que están y estarán grabados por siempre en la historia de Guerrero y México, me refiero al Huracán

Paulina en 1997 y el Huracán Otis este 24 de octubre de 2023. 

Acapulco, el municipio que genera más del 70 % del Producto Interno Bruto (PIB), nuevamente es motivo de preocupación para todos, pero más para las autoridades responsables de, quizá no evitar, pero sí prevenir daños mayores. 

Y es que las políticas públicas del Desarrollo Urbano no existen, y si existen hay autoridades ómisas o ignorantes.

Aunque se dice que no hay que buscar culpables, la verdad es que sí debe haber culpables o responsables. De lo contrario, entonces donde queda esa Promesa que hacen las autoridades al tomar posesión de sus cargos de "cumplir y hacer cumplir la ley".

No es justo que regularmente, hasta que se presenta una contingencia o de emergencia, es cuando se autorizan miles de millones de pesos y cuando se solicitan presupuestos justos para un desarrollo integral, se regatean y se dice que no hay dinero. 

No es justo que tiene que haber desastres

naturales para canalizar recursos cuantiosos para reconstruir. 

Creo se debe hacer al revés, para evitar o contrarrestar los efectos de la naturaleza, se deben elaborar Planes de Desarrollo que prevengan cualquier contingencia, es decir, planes de desarrollo urbano ajustados al aspecto geográfico de cada región.

Por ejemplo, en zonas sísmicas y de alto riesgo para la población, se deben prohibir los asentamientos humanos, pero se nota que no hay control y mucho menos interés en la ocupación de áreas no aptas para la construcción.

Ojalá que en el marco de la tristeza, el dolor y la desesperanza, haya alguna autoridad que se preocupe por la vida y por el bienestar de la gente. En el contexto de los 174 años de haberse creado nuestra entidad federativa, quienes deciden todo, lo hagan con un alto

sentido de responsabilidad, para que así, con dignidad pasen a la historia como buenos gobernantes. 

Ya veremos. 

¡¡Ánimo paisanos!!

#QuédateEnCasa🏡💙