¿𝗤𝘂é 𝗲𝘀 𝗹𝗮 𝘃𝗶𝗼𝗹𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮?

Sergio Mota Sánchez

Es importante conocer los orígenes de la violencia desde su significado etimológico, hasta los tipos que existen, esto nos ayudará a comprender lo que sucede a nuestro alrededor, nos apoyará para prepararnos emocionalmente, y le demos la importancia que tiene en nuestras vidas.

Esta es la definición de la violencia, que fue asociada desde tiempos muy remotos a la idea de la fuerza física. Los romanos llamaban vis, vires a esa fuerza, al vigor que permite que la voluntad de uno se imponga sobre la de otro. Vis tempestatis se llama en latín el ‘vigor de una tempestad’. En el Código de Justiniano se habla de una ‘fuerza mayor, que no se puede resistir’ (vis magna cui resisti non potest). Vis dio lugar al adjetivo violentus, que aplicado a cosas, se puede traducir como ‘violento’, ‘impetuoso’, ‘furioso’, ‘incontenible’, y cuando se refiere a personas, como ‘fuerte’, ‘violento’, ‘irascible’. De violentus se derivaron violare --con el sentido de ‘agredir con violencia’, ‘maltratar’, ‘arruinar’, ‘dañar’-- y violentia, que significó ‘impetuosidad’, ‘ardor’ (del sol), ‘rigor’ (del i invierno), así como ‘ferocidad’, ‘rudeza’ y ‘saña’.

Señala Víctor Montoya, la violencia existe desde siempre; violencia para sobrevivir, violencia para controlar el poder, violencia para sublevarse contra la dominación, violencia física y psíquica.

La violencia va asociada con el conocimiento que tenemos, de que es el arraigo, el amor, la muerte, los hijos y la trascendencia, conceptos que aprendimos de la cultura familiar, de los tiempos de la estabilidad social, y el equilibrio económico, la cual quedó totalmente desconfigurada a partir de inicios de esta década, por los hechos tan sangrientos que se han dado y que los medios de comunicación trasmiten al instante.

Cuando estamos seguros que conocemos, quiénes somos y los riesgos que enfrentamos, en situaciones violentas, podemos vivir hasta en un estado de guerra, sin muchas complicaciones emocionales y esperando que los escenarios probables se den como el asesinato de un conocido, familiar y de nosotros mismos.

Lo más difícil, es precisamente saber, que lo que nos enseñaron, que era ya no es, los conceptos de armonía, justicia, tolerancia, ayuda, han quedado en desuso en la práctica, vivimos en un mundo que predomina el egoísmo, sólo yo y sólo yo, porque la violencia nos orilló a que no importe el dolor ajeno, es decir, la violencia nos deshumanizó.

Actualmente vivimos en un estado de guerra, donde nadie puede estar a salvo, ni nadie puede decir a mí no me pasa nada, cuando se está en guerra, no importa quién caiga, la edad , sexo, posición económica, todos corremos el mismo riesgo, sin deberla la mayor de las veces.

Por eso es importante, pensar en uno como persona, como unidad social, para poder enfrentar emocionalmente las tragedias, conocer que la vida se disfruta, que es corta y que a la muerte llegamos todos, y prácticamente la muerte es el último acto social que nos celebran.

Los hijos, el amor, y la trascendencia son cuestiones que nos dan mucha carga emocional, nos provoca angustia su presente y futuro, queremos que la vida sea como de Disney, de diversión y disfrute, pero solo tenemos asesinatos, levantones, atracos, que poco a poco, le suceden a conocidos o familiares.

Pero como siempre, existe la esperanza, esa luz que todos queremos que alumbre, a nuestros gobernantes, que encuentren mediante la educación, el empleo y apoyo a la juventud, lograr disminuir los índices de violencia tal altos, en nuestros pueblos.

Un amigo Colombiano, Rafael Vergara, del partido de Carlos Pizarro, el excandidato presidencial asesinado, nos explicó que cuando la violencia alcanzó su nivel más alto en su país, inexplicablemente, la inversión extranjera también se incrementó en 2000 por ciento anual, creo que es preferible la paz , la armonía sobre otras actividades, que generen un supuesto progreso.

#𝗤𝘂é𝗱𝗮𝘁𝗲𝗘𝗻𝗖𝗮𝘀𝗮. 🏡 💙