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Vรญctor CORCOBA HERRERO/ Escritor Espaรฑol
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Hacer frente a lo que se nos viene de cara, es una cuestiรณn de derechos humanos; o si quieren, de obligaciones ciudadanas. Nos hemos prometido actuar y luego… todo se queda en el vacรญo. La pasividad es grande. Nada nos conmueve ni nos mueve. Tanto el azul del mar como el cristalino horizonte, la fronda de la tierra o el arcoรญris del sueรฑo, lo hemos convertido en cuencos de polvo con abecedarios de apatรญa. Fruto de este nerviosismo del no hacer, la inseguridad es manifiesta, aunque tengamos la tecnologรญa mรกs potente de la historia. Se habla de la transiciรณn justa hacia una economรญa verde, pero no pasamos de los conceptos. Somos incapaces de desterrar las tormentas reales y los tormentos presentes. Nos falta un medio ambiente limpio, sano y sostenible; sobrรกndonos fronteras y frentes en inรบtil batalla, que lo รบnico que hacen es acongojarnos mรกs.
Sin embargo, nunca es tarde para enmendarse e iniciar el cambio en la forma de vida. De las tormentas y de los tormentos, que nos injertamos en vena los humanos entre sรญ, tambiรฉn se sale con una sanaciรณn realizada corazรณn a corazรณn. El patio atmosfรฉrico nos indica que debemos entrar en nuestras habitaciones interiores, a cultivar el amor de amar amor, la รบnica medicina contra el espรญritu de la mundanidad; toda una cultura de la apariencia, que no trabaja la fidelidad y que se vende a don dinero, sin importarle el orbe de los desfavorecidos. Ante esta bochornosa situaciรณn, pienso que nos harรก bien reflexionar sobre cรณmo nos movemos y actuamos en nuestro diario de vida. La coherencia entre el decir y el obrar, es fundamental para huir de este fuerte oleaje de suplicios, que nos sepultan en vivo, con el maquillaje de la falsedad en plena ebulliciรณn.
En cualquier caso, desfallecer es lo รบltimo. Saquemos el coraje del viviente. Ciertamente, sรญ uno de los fenรณmenos mรกs espantosos de la naturaleza son los nubarrones de arena y polvo que lo arrasan todo a su paso, transfigurando el dรญa en noche y causando trastornos desde el norte de China hasta el รfrica subsahariana, tambiรฉn la hermenรฉutica mundana nos estรก dejando sin alma, totalmente deshumanizados. Desde luego, nos urge activar otra sensibilidad mรกs autรฉntica, ademรกs de otra comuniรณn de pulsos, que nos lleve a despertar de este pasivo y cruel modo de vivir entre anรกlogos. Por desgracia, colonizamos un espรญritu camaleรณnico de rigidez mental o de flexibilidad hipรณcrita, en vez de desarrollar un crecimiento interior que nos lleve a discernir. El espรญritu maligno siempre estรก ahรญ, con el sentimiento amargo, intentando dividirnos, baรฑรกndonos de odio y venganza.
Es verdaderamente tormentoso el poder del mundo, hemos de ser conscientes de ello, pero tambiรฉn hay una fuerza armรณnica que nos mueve internamente y que no podemos abandonar. Estamos para reconstruirnos, no para destruirnos; para fraternizarnos, no para desunirnos. Indudablemente, es tarea nuestra aprender a vivir los momentos de crisis. A todos nos afecta todo. En consecuencia, hemos de sumar capacidades para afrontar el cรบmulo de adversidades que a diario se nos presentan. Desde luego, no hay mejor respuesta que una conjunta para dejar de crucificarnos con mil martirios. Ojalรก aprendamos a querernos, a tomar otro semblante mรกs restaurador del gรฉnero humano, a ser mรกs diรกlogo que encierro en suma. Al fin y al cabo, hemos de volver siempre a la palabra, que es latido de unidad cuando estรกn impregnadas de afecto, al vocablo que es la configuraciรณn acรบstica de las ideas, o a la oratoria de los bellos pensamientos en suma.
En efecto, por muy intensas que sean las tormentas reales y los tormentos sufridos, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes mundanas. Estรก visto, que no hay mejor paso vivencial, que hacer proyectos vivientes en comuniรณn. Ya en su tiempo, lo advirtiรณ el escritor ruso Leรณn Tolstoi, con aquella frase que despuรฉs resultรณ ser cรฉlebre y eterna: “El matrimonio es una barca que lleva a dos personas por un mar tormentoso; si uno de los dos hace algรบn movimiento brusco, la barca se hunde”. En verdad, asรญ es. Por si mismos, nada podemos hacer. Tampoco nos dejemos vencer por el cansancio. Nuestro interior, a poco que buceemos por รฉl, es una fuente inagotable de vida. La trampa es siempre la de volver atrรกs. Pues no, cada amanecer lleva el aroma de un naciente entusiasmo. En el fondo siempre hay una luz que nos llama a reencontrarnos, quizรกs con una mentalidad mรกs poรฉtica que mundana. Por consiguiente; la inspiraciรณn al poder y la musa creativa, al diario ejercicio de coexistir.
corcoba@telefonica.net
09 de junio de 2023.-
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