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El telรฉfono sonรณ a la una de la maรฑana, cuando las sombras habรญan caรญdo completamente en la casa y solo permanecรญa una tenue luz de esperanza. Era un hombre de aproximadamente 30 aรฑos, con una voz grave que hablaba apresuradamente para dar la noticia de que a Antonio lo tenรญan en un cerro. Estaba cautivo. La familia pidiรณ una fotografรญa para cerciorarse de que se trataba de Antonio, pero no fue posible. La voz en el auricular insistiรณ que ese era el momento para que fueran por Antonio porque no habrรญa mรกs oportunidad. Por un instante su esposa tuvo la sensaciรณn de que podรญa recuperarlo, sin embargo, pasaron los segundos y se hundiรณ en un pozo oscuro. La llamada telefรณnica concluyรณ, dejando un hueco en el corazรณn y una desesperaciรณn insoportable en el alma. La esposa querรญa salir corriendo de su casa, pero al ver a sus hijas e hijos abandonรณ la idea. Toda esa noche no durmiรณ pensando en las probabilidades de que Antonio volviera en el despunte del alba… al dรญa siguiente las horas se hicieron eternas buscรกndolo en las barrancas y cerros, pero de nada sirviรณ porque han pasado cinco aรฑos sin que se sepa de su paradero.
Estas historias las cuentan 35 familias que conforman el Colectivo Luciรฉrnaga de la Montaรฑa de Guerrero. A cinco aรฑos de esporรกdicas bรบsquedas las familias siguen con el dolor en el corazรณn. La incertidumbre cincela su alma y cada vez que les llega el recuerdo se derrumban de melancolรญa y abrazan la locura de la verdad.
Este 21 de junio se realizรณ la octava jornada de bรบsqueda en uno de los cerros de Tlapa, donde es de conocimiento de la poblaciรณn que es tiradero de cuerpos. A las 12 del dรญa, cuando la tierra desprende ese olor peculiar de algรบn cuerpo en descomposiciรณn, asรญ sea de un animal, los zopilotes giran en cรญrculos sin descanso.
Despuรฉs de un aรฑo el Colectivo Luciรฉrnaga volviรณ a realizar una jornada de bรบsqueda. Con la crisis sanitaria las bรบsquedas se suspendieron. Las madres y padres de familia se enfermaron, incluso murieron de Covid-19 como don Gregorio. Con todo el corazรณn querรญan abrazar a sus seres queridos y a pesar de que no pudieron encontrarles, lucharon hasta el รบltimo suspiro.
En esta jornada de bรบsqueda fueron pocos elementos de la guardia nacional y el ejรฉrcito para dar seguridad. Asistieron dos funcionarios de la Comisiรณn Nacional de Bรบsqueda (CNB) y miembros del Centro de Derechos Humanos de la Montaรฑa Tlachinollan. Las familias criticaron el poco interรฉs de las autoridades, principalmente de la Fiscalรญa General del estado de Guerrero y la Comisiรณn Estatal de Bรบsquedas de Personas.
Eran las 7 de la maรฑana cuando empezรณ la bรบsqueda. No era nada alentador porque las autoridades dijeron a las familias que no venรญan a buscar, sino a tomar fotos y coordenadas de los posibles lugares para posteriormente planear una jornada de bรบsqueda. No era la idea, pero las diferencias se fueron con la frescura de la maรฑana, entre las veredas. La pequeรฑa caravana de bรบsqueda atrajo las curiosas miradas de algunos habitantes de la colonia Contlalco de Tlapa. Hace aรฑos habรญan encontrado cuerpos enterrados a los lados del cauce de esta barranca. Es bien conocida por los pobladores como uno de los cementerios clandestinos que utiliza la delincuencia organizada. Fรกcilmente se puede percatar que en esos lugares de muerte tambiรฉn acuden los rezanderos para dejar sus flores, quemar sus velas y sacrificar algรบn gallo negro. El silencio estรก al fondo, acompaรฑado de algunas casas abandonadas que permanecen al pie de los cerros.
Las familias fueron las que dieron los primeros pasos hacรญa uno de los cerros habitados por รณrganos, nopales, espinos y algunos reptiles que de vez en cuando se atraviesan en el angosto camino. A unos 100 metros se encontraron los primeros hundimientos sospechosos. Se metieron las varillas, pero la tierra estaba seca, agrietada por los rayos del sol. Con pico y pala poco a poco se descubrieron bolsas negras. La brigada de bรบsqueda se alertรณ porque el modus operandi de los grupos delictivos se trata de que embolsan los cuerpos de personas. Podrรญa tratarse de una fosa clandestina. Las paladas seguรญan sacando la tierra, pero sรณlo salรญa ropa y basura. Despuรฉs de dos horas escarbando se encontraron dos figuras de la Santa Muerte envuelta en una bolsa de plรกstico que tenรญa sujeta con hilo una jeringa. Una integrante del Colectivo comentรณ que probablemente era para retener a una persona enamorada o en todo caso para hacerle un mal.
La excavaciรณn continuรณ, pero en cada palada sรณlo se descubrรญan botellas de plรกstico, trastes rotos, cรกscaras, cubrebocas, pero ninguna seรฑal de alguno de los desaparecidos. No se encontrรณ nada. A escasos metros dos jรณvenes mujeres platicaban acerca de los sueรฑos que han tenido sobre sus familiares desaparecidos, una su papรก y la otra su hermano. Estos sueรฑos mostraban la honda preocupaciรณn que tienen por la ausencia de sus seres queridos. ¿Dรณnde estรกn? Todo parece real, pero al despertar se desvanece.
Para las familias los sueรฑos y los acontecimientos de la desapariciรณn de algรบn modo les dan pistas para saber dรณnde estรกn, las repasan una y otra vez, pero siguen sin poderse unir el rompecabezas de la violencia. A lo largo de los aรฑos han aparecido huellas, unas mรกs probables que otras, pero todas abonan a la esperanza de encontrar a sus seres queridos. En las bรบsquedas sus recuerdos dan vueltas y vueltas de lugares donde ya han aparecido cuerpos o es conocido como cementerio clandestino.
A las 11 de la maรฑana la brigada de bรบsqueda habรญa llegado a la cima del cerro. Detenidamente se observรณ el terreno, se metieron las varillas, pico y pala, pero no habรญa nada. Lo increรญble es que habรญa una casa abandonada en medio de las arboledas de espino. Las familias se sorprendieron al ver las posibles casas de seguridad y en los pequeรฑos descansos relataban las historias mรกs desgarradoras de cuando les llegaron a hablar diciendo que sus padres, madres, hijos o hijas estaban en los cerros que rodean Tlapa. Eran historias de terror. Mรกs adelante estaba otra casa abandonada, adentro se encontraba un sillรณn, unas cajas, varillas y carbรณn. Posiblemente habรญa dudas en algunas buscadoras y buscadores, pero al caminar un poco mรกs habรญa una construcciรณn parecida a un redondo que tiene una puerta con reja blanca y tres ventanas de vigilancia. No hay nadie, solo el viento pasa de rato en rato. Ahรญ los matan y los entierran en otro lado, con tristeza en el rostro dice una mujer.
Desde el 2016 al 2019 el contexto violencia generaba un ambiente adverso para poder realizar bรบsquedas en las periferias de Tlapa por el acecho de los grupos de la delincuencia organizada. A pesar de que en el 2017 las autoridades encontraron mรกs de 16 cuerpos en un lugar conocido como Barranca Honda, sobre la carretera Tlapa-San Luis Acatlรกn, fue complicado que las familias que no tenรญan el apoyo del gobierno local y estatal se atrevieran a caminar en los cerros. La osadรญa de algunas mujeres y hombres resultรณ en amenazas. Fue entonces cuando varias familias dejaron de buscar a sus seres queridos. La desapariciรณn de personas incrementรณ exponencialmente. En las postrimerรญas del 2018 se tuvo un registro de al menos 100 asesinatos. Los levantones de mujeres ocurrรญan a la luz del dรญa en el centro de Tlapa y a los dos dรญas aparecรญan asesinadas, amarradas y con signos de tortura. Las historias como la de Antonio, Fredy, Gabriela, Beatriz y Yulitzi abundaban.
Doรฑa Berta, es una mujer nahua que incansablemente ha caminado en las pedregosas subidas, esquivando las espinas y los bejucales. No importan las enredaderas que se atraviesan a su paso. Se detiene en los pequeรฑos parajes para recorrer la mirada en los cerros que la rodean y con su mano seรฑala los postes que estรกn en lo alto, “por ahรญ anduve buscando a mi esposo. En una ocasiรณn me encontrรฉ a un pastor y me dijo que ahรญ no habรญa nada, que mejor fuera a otro lugar porque habรญa visto unos pozos extraรฑos”. Este miรฉrcoles 21 de junio que iniciรณ una jornada de bรบsqueda con el Colectivo Luciรฉrnaga recordรณ algunos lugares que recorriรณ con las lรกgrimas en el rostro. Durante cinco aรฑos ha padecido la indiferencia de las autoridades, pero lo que mรกs le duele es cuando su niรฑa le pregunta dรณnde estรก su papรก. Se le parte el corazรณn. Antes de que se formara el Colectivo Luciรฉrnaga buscaba por su propia cuenta, la acompaรฑaban sus hijos y algunas amigas, pero sin herramientas que le ayudaran a profundizar las bรบsquedas, tenรญan que observar muy bien la tierra, la hojarasca y las piedras. Recuerda que una vez un campesino le contรณ que cuando pastaba sus chivos en una barranca se percatรณ que a ras de tierra resaltaban los pies de una persona, revoloteaban las moscas y el olor fรฉtido se expandรญa. Pensรณ en ir a buscar junto con sus hijos, pero casi de inmediato se desanimรณ cuando le dijeron que era muy peligroso. Solo el diablo anda por esos senderos.
La galopante violencia seguรญa un camino interminable. Los grupos de la delincuencia organizada seguรญan sembrando el terror en la poblaciรณn. El cobro de piso se empezรณ aplicar no solo para las tiendas miscelรกneas, sino para los comerciantes. Estas infames fechorรญas eran permitidas por las autoridades locales. Ante esta grave situaciรณn el defensor de derechos humanos, Arnulfo Cerรณn Soriano, integrante del Frente Popular de la Montaรฑa, acompaรฑรณ a los comerciantes y autoridades comunitarias para luchar por sus derechos. El gobierno municipal de Tlapa generรณ una campaรฑa de criminalizaciรณn en contra de Arnulfo Cerรณn. En este ambiente adverso el defensor desparece el 11 de octubre de 2019. Al dรญa siguiente empezaron las bรบsquedas para dar con su paradero. Las bรบsquedas se intensificaron durante 40 dรญas, acompaรฑada de la presiรณn mediรกtica. El 20 de noviembre Arnulfo Cerรณn fue encontrado en una fosa clandestina en los Tres Postes, en la carretera Tlapa-Metlatonoc.
En las bรบsquedas de Arnulfo Cerรณn Soriano varias familias que buscaban a sus seres queridos se fueron sumando. Fue una luz de esperanza para seguir buscando a sus esposos, madres, padres, hijas e hijos. Con los dรญas vieron importante conformar el Colectivo Luciรฉrnaga para continuar con las bรบsquedas en las piedras, matorrales, rรญos, cerros y barrancas. El miedo se perdiรณ. Ademรกs, a raรญz de las detenciones que arrojaron las investigaciones sobre la desapariciรณn y asesinato del defensor de derechos humanos la violencia habรญa disminuido considerablemente. Pasaron los dรญas y los meses con mรกs bรบsquedas en las faldas de los cerros, con las ansias de encontrar a los desaparecidos. Con el tiempo 35 familias integraron el Colectivo Luciรฉrnaga: una luz en la oscuridad.(๐ฅ๐ฆ๐ด๐ช๐ฏ๐ง๐ฐ๐ณ๐ฎ๐ฆ๐ฎ๐ฐ๐ฏ๐ฐ๐ด.๐ฐ๐ณ๐จ/Publicado originalmente en Tlachinollan).
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