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Juan Francisco Garcรญa.
A propรณsito del ๐ฟรญ๐ ๐๐๐ก ๐๐๐๐ง๐
Hoy, lo llevรฉ a donde tenรญa que ir para poder cumplir con un trรกmite burocrรกtico: Su pueblo, nuestro pueblo; รฉl, hace muchos ayeres, me llevรณ a donde yo tenรญa que estar para continuar mis estudios: Escuela Secundaria Tรฉcnica No. 3 ubicado en la ex hacienda de San Diego, Tekax, Yucatรกn, un internado, a cientos de kilรณmetros de mi natal Cuanacaxtitlรกn.
Un internado lejos de mi familia y especialmente de mi madre, cuya ausencia no sabรญa si podrรญa soportar, pues era tan solo un niรฑo de apenas 11 aรฑos que nunca habรญa estado fuera de su pueblo, menos de su familia, al ser el xocoyote, el pilรณn. Estarรญa lejos por una beca que me ganรฉ, un espacio al que aspirรฉ para no caminar 10 kilรณmetros de mi pueblo a la cabecera municipal. Hoy, los jรณvenes de mi pueblo tienen todo a la mano: Secundaria y Colegio de Bachilleres por gestiones de mi padre. No hay pretextos ni excusas para no prepararse.
Para mรญ, era el primer viaje largo; para รฉl, uno de muchos, dado a que como lรญder natural y gestor social desde sus 40 aรฑos empezรณ a viajar a la capital de nuestro estado y del paรญs para solicitar obras y mejoras para el pueblo, a su gestorรญa se deben muchas obras y servicios…pero eso es un tema aparte que la mayorรญa de los seรฑores de mayor edad saben y se lo reconocen, por algo es una instituciรณn en la localidad.
En ese, entonces mi primer viaje, yo iba sentado del lado de la ventanilla y รฉl, del pasillo, cuidรกndome…en esta ocasiรณn, muchos, muchos aรฑos despuรฉs, fue al contrario: รฉl del lado de la ventanilla y yo, del pasillo, cuidรกndolo como รฉl siempre lo hizo conmigo.
Como no estaba acostumbrado a viajar y menos en autobรบs, mis padres temรญan que me mareara y por ello la recomendaciรณn era que cerrara los ojos y tratara de dormir durante todo el trayecto, lo que pude hacer en parte, pero despuรฉs de varias horas de trayecto, el sueรฑo profundo habรญa desaparecido y solamente iba dormitando, por lo que pude escuchar una plรกtica de mi padre con otra persona y que despuรฉs se convirtiรณ en uno de las mejores enseรฑanzas de vida y ejemplo de valores para mรญ: La Honestidad.
Fue pasando Coatzacoalcos, Veracruz, lo supe porque aunque iba dormitando, tras detenerse por espacio de media hora el autobรบs y reanudar la marcha, escuchรฉ que decรญan varios pasajeros, con un acento muy diferente al de mi tierra, la Costa Chica de Guerrero: Mare, ya pasamos el puente grande que se levanta. Ya vamos a mitad de camino a nuestra Mรฉrida, boshitos. Pronto comeremos nuestros panuchos y la cochinita pibil…
Mi padre que siempre ha sido sociable y muy platicador, en esa parte del trayecto, iba callado, taciturno, lo cual fue notado por el pasajero del otro lado del pasillo…
-Seรฑor, usted no es de por acรก, verdad –le dijo a mi padre al ver su vestimenta y el clรกsico sombrero costeรฑo guerrerense.
-No –contestรณ mi padre- soy de la Costa Chica de Guerrero.
-Y quรฉ hace tan lejos de su tierra -inquiriรณ el pasajero.
-Llevo a mi hijo al internado de San Diego, Tekax, Yucatรกn –explicรณ mi padre, agregando: El gobierno federal le dio una beca porque sacรณ las mejores calificaciones de nuestra Zona Escolar.
-Que bien, seรฑor. Lo felicito. Pero lo veo triste y preocupado, en lugar de estar alegre por tener un hijo aplicado en los estudios –aรฑadiรณ el pasajero, interesรกndose mรกs en la conversaciรณn.
-Muchas gracias. Y sรญ, me siento orgulloso de mi hijo y feliz porque pueda seguir sus estudios –contestรณ un poco mรกs relajado mi padre, detallando: Estoy triste porque es la primera vez que se separarรก de nosotros y como ve, solo es un niรฑo, no sรฉ si vaya a hallarse lejos de nosotros, ¿y quรฉ tal si llegando al internado no quiere quedarse? Y llevo lo justo para que lleguemos al internado y para regresarme solo a mi pueblo. Si รฉl no se quiere quedar, no me alcanzarรญa el dinero para que regresemos los dos…esa es mi preocupaciรณn.
Se hizo un silencio en la conversaciรณn. Los ojos de mi padre de humedecieron y su mirada se perdiรณ en el horizonte. El pasajero se rascรณ la cabeza y entrรณ en meditaciรณn; yo, empecรฉ a orar en silencio, pidiรฉndole a Dios me diera fortaleza para quedarme en el internado y asรญ no preocupar a mi padre.
-Seรฑor, yo soy delegado especial de la Reforma Agraria. Voy precisamente al municipio de Tekax a repartir y entregar tierras por parte del gobierno. Veo el esfuerzo de su hijo y el de usted porque รฉl continรบe sus estudios. No se preocupe, le voy a dar 2 hectรกreas de terreno para usted las trabaje y pueda estar cerca de su hijo –seรฑalรณ el pasajero, mostrรกndole a mi padre el oficio de comisiรณn en esa zona y su nombramiento de Delegado Especial de la Secretarรญa de la Reforma Agraria.
-Le agradezco, licenciado –contestรณ mi padre sumamente emocionado- le agradezco, pero esas tierras tienen dueรฑo y yo no voy a quitarle a nadie lo que es suyo por derecho. Si mi hijo no quisiera quedarse en el internado, trabajarรฉ allรก una semana, quince dรญas o un mes para juntar lo necesario para nuestros pasajes de vuelta, pero esas tierras dรฉselas a quienes le correspondan…
-Seรฑor, pocos hombres como usted, mis respetos –dijo el licenciado de la Reforma Agraria, deseรกndonos suerte a ambos.
Hoy que viajo con mi padre, รฉl de lado de la ventanilla y yo en el pasillo; รฉl dormitando y yo cuidรกndolo vino a mi memoria aquel viaje hace 40 aรฑos, el que me enseรฑรณ lo que es la honestidad y el respeto al derecho de los demรกs. Asimismo, recuerdo tambiรฉn lo que me contรณ mi madre, al visitarlos al tรฉrmino del primer aรฑo de estudios, en la vacaciones de verano: Tu padre, tras dejarte en el internado, a su regreso anduvo triste y pensativo semanas enteras, solo volviรณ a ser รฉl mismo cuando recibiรณ tu carta y saber que yo estabas bien, que te habรญas adaptado en el internado.
รl me cuidรณ y me dio lo mejor de sรญ, hoy trato de cuidarlo. No sรฉ si lo hago bien, solo puedo decir que lo hago de corazรณn… en unas semanas mรกs cumplirรก 92 aรฑos, 92 aรฑos muy bien vividos porque siempre procurรณ a nuestra familia y sirviรณ a su pueblo. Ignoro el tiempo que Dios me siga bendiciendo con su presencia, pero aun cuando ya no estรฉ fรญsicamente conmigo, Procopio Francisco Clemente, siempre serรก mi ejemplo a seguir y mi orgullo de vida.
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Autor anรณnimo
Sentado a la entrada de la troje, desgranaba mazorcas un campesino. Hasta ahรญ llegรณ su pequeรฑo hijo y preguntรณ:
"Tata, ¿le ayudo?
Sin levantar la vista, el papรก contestรณ con preguntas.
-¿Ya hizo su tarea?
-Sรญ, tata.
-¿Metiรณ los chivos?
-Sรญ, tata.
-¿Recogiรณ los gรผevos?
–Sรญ, tata. Tres canastillas.
-¿Echรณ el rastrojo?
-Sรญ, tata.
-Acarreรณ el agua?
-Sรญ, tata. Llenรฉ tres รกnforas.
-¿Cortรณ la leรฑa?
-Sรญ, tata. Dos viajes de burro.
-Ta’ gรผeno, รกndele, pues, desgrane.
Sentado y en silencio el niรฑo comenzรณ a desgranar. Casi llenaban el รบltimo cuartillo y el pequeรฑo preguntรณ:
-Tata, ¿me da permiso de hablar con astรฉ?
-Humm, se tardรณ mucho en decidirse, mijo.
El niรฑo le dijo con tristeza…-Tata, es que mi amigo Remigio le mercรณ a su tata una guaparra grandota.
-Humm, ¿el que no ayuda en nada a sus tatas?
-Sรญ, tata, ese mero.
-Humm, ¿y a luego?
-Mi amigo Jacinto le mercรณ a su tata un sombrero de piel negra, muy bonito.
-Humm, ¿el que no lleva las tareas?
-Sรญ, tata, ese.
-Humm, ¿y a luego?
-Toribio le mercรณ a su tata unas chivarras bordadas de piel.
-Humm, ¿el que lo agarraron robando gรผevos?
- Sรญ, tata, ese mero.
Y asรญ el niรฑo le fue diciendo a su tata lo que sus amigos habรญan comprado a sus tatas. Al final, รฉste preguntรณ…
-¿Y cuรกl es su preocupaciรณn, pues’n?
-“Esque yo astuve juntando pa´ mercarle un regalo, pero al cruzar por el puente colgante, se me cayรณ al rรญo la bolsita con el dinero y pos, no tengo pa’ mercarle un regalo…
-¿Y eso le preocupa mi’jo?
-Sรญ, tata, porque hoy es el dรญa del tata y yo querรญa mercarle a usted un regalo…
-Aquel hombre de manos duras y piel tostada por el sol, se levantรณ el sombrero, rascรกndose un costado de la cabeza dijo: Despreocรบpese, mi’jo, los fierros no hablan, no obedecen, no ayudan, no cooperan; se desgastan y se tiran. Yo no soy su tata porque astรฉ me dรฉ un regalo. No! Lo soy porque lo tengo a astรฉ. ¿Pa’quรฉ quero regalos? Yo le aseguro que todos esos tatas de allรก, quisieran tener un hijo como astรฉ, obediente, respetuoso, cariรฑoso. Pero nigรผas. ¡Lo tengo yo y es mรญo! ¡Lo tengo por muchos aรฑos! Pa’quรฉ quero regalos de un dรญa, si astรฉ es mi mejor regalo! Autor anรณnimo.
Aquel niรฑo, conmovido, se acercรณ y lo abrazรณ. Empezรณ a llorar diciendo: Tata, tata. Gracias por ser mi tata. No mijito, gracias a astรฉ por ser mi’jo. ¿Quรฉ mรกs desea un padre de un hijo………Respeto….Amor….Obediencia….
P.D. Me tocรณ un padre asรญ. Dios lo bendiga y me lo conserve por muchos, muchos aรฑos mรกs.
Este hermoso e ilustrativo poema de Rudyard Kipling, “Cheque por cien mil afanes”, no me lo leyรณ mi padre, pero me lo enseรฑรณ con sus hechos…espero haberlo aprendido, pero sobre todo, llevarlo a la prรกctica.
Hijo:
Si quieres amarme bien puedes hacerlo,
tu cariรฑo es oro que nunca desdeรฑo.
Mas quiero comprendas que nada me debes,
soy ahora el padre tengo los deberes.
Nunca en las angustias por verte contento,
he trazado signos de tanto por ciento.
Ahora, pequeรฑo, quisiera orientarte:
mi agente viajero llegarรก a cobrarte.
Serรก un niรฑo tuyo: gota de tu sangre,
presentarรก un cheque de cien mil afanes…
Llegarรก a cobrarte y entonces, mi niรฑo
como un hombre honrado, a tu propio
hijo deberรกs pagarle.
#QuรฉdateEnCasa๐ก๐
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