๐๐ผ๐บ๐ฝ๐ฎ๐ฟ๐๐ถ๐ฒ๐ป๐ฑ๐ผ ๐๐ถรก๐น๐ผ๐ด๐ผ๐ ๐๐ผ๐ป๐บ๐ถ๐ด๐ผ ๐ ๐ถ๐๐บ๐ผ
๐๐๐ง๐๐ฃ๐๐ค ๐๐๐๐๐ ๐ก๐๐จ ๐ผ๐ก๐ฉ๐ช๐ง๐๐จ
(๐๐ญ ๐๐ข๐ญ๐ท๐ข๐ฅ๐ฐ๐ณ ๐ฏ๐ถ๐ฆ๐ด๐ต๐ณ๐ฐ ๐ช๐ฏ๐ด๐ต๐ข๐ถ๐ณรณ ๐ฆ๐ฏ ๐ดรญ ๐ฎ๐ช๐ด๐ฎ๐ฐ ๐ญ๐ข ๐ฑ๐ข๐ด๐ข๐ณ๐ฆ๐ญ๐ข ๐ฆ๐ฏ๐ต๐ณ๐ฆ ๐ญ๐ข ๐จ๐ญ๐ฐ๐ณ๐ช๐ข ๐บ ๐ญ๐ข ๐ฎ๐ฐ๐ณ๐ต๐ข๐ญ๐ช๐ฅ๐ข๐ฅ. ๐๐ด๐ต๐ข๐ฃ๐ญ๐ฆ๐ค๐ชรณ ๐ญ๐ข ๐ณ๐ถ๐ต๐ข ๐บ ๐ญ๐ฆ ๐ฅ๐ช๐ฐ ๐ฆ๐ด๐ฑ๐ญ๐ฆ๐ฏ๐ฅ๐ฐ๐ณ, ๐ข๐ด๐ฆ๐ฏ๐ตรณ ๐ญ๐ข ๐ทรญ๐ข ๐ณ๐ฆ๐ค๐ฐ๐ฏ๐ด๐ต๐ช๐ต๐ถ๐บ๐ฆ๐ฏ๐ต๐ฆ ๐ฅ๐ฆ ๐ญ๐ฐ ๐ข๐ณ๐ฎรณ๐ฏ๐ช๐ค๐ฐ ๐บ ๐ด๐ฆ๐ฏ๐ตรณ ๐ฆ๐ญ ๐ค๐ฐ๐ฏ๐ด๐ต๐ช๐ต๐ถ๐บ๐ฆ๐ฏ๐ต๐ฆ ๐ข๐ฃ๐ณ๐ข๐ป๐ฐ ๐ฅ๐ฆ ๐ญ๐ข ๐ค๐ฐ๐ฏ๐ค๐ฐ๐ณ๐ฅ๐ช๐ข ๐ฆ ๐ฉ๐ช๐ป๐ฐ ๐ฅ๐ฆ ๐ฎ๐ฆ๐ฅ๐ช๐ข๐ฅ๐ฐ๐ณ ๐ฆ๐ฏ๐ต๐ณ๐ฆ ๐ฆ๐ญ ๐๐ฆ๐ณ ๐๐ถ๐ฑ๐ณ๐ฆ๐ฎ๐ฐ ๐บ ๐ฆ๐ญ ๐ฉ๐ฐ๐ฎ๐ฃ๐ณ๐ฆ, ๐ฆ๐ฏ๐ฎ๐ฆ๐ฏ๐ฅ๐ข๐ฏ๐ฅ๐ฐ ๐ญ๐ข๐ด ๐ฃ๐ข๐ซ๐ถ๐ณ๐ข๐ด ๐ฎ๐ถ๐ฏ๐ฅ๐ข๐ฏ๐ข๐ด ๐ค๐ฐ๐ฏ ๐ญ๐ข๐ด ๐ข๐ญ๐ต๐ถ๐ณ๐ข๐ด ๐ฅ๐ช๐ท๐ช๐ฏ๐ข๐ด).
I.- ๐จ๐ก๐ ๐ฉ๐ข๐ญ ๐๐ ๐๐ข ๐๐๐ง๐ข
El Seรฑor se transfigura, va al Padre,
pero acude a nosotros su expresiรณn,
con la viveza de su bendita energรญa;
tampoco nos descuida, nos protege,
mora en el cielo tras bajar a la tierra.
Lo suyo es presencia sin ausencia,
espacio con margen y sin ataduras,
verdad con la bondad de la virtud,
existencia con asistencia de sueรฑos,
cercanรญa sin cercado de posesiรณn.
Hay que desposeerse para hallarse,
mรกs allรก de las barreras mundanas,
que todo lo muelen de desconsuelo;
pues tan solo, las palabras de Jesรบs:
acarician el alma y abrazan la vida.
๐๐.- ๐ก๐ข๐ฆ ๐๐ง๐ฅ๐๐ ๐๐๐๐๐ ๐๐ ๐๐ร๐ก
El Redentor nos trae amor cada dรญa,
y nos atrae hacia sรญ en cada aurora;
nos remueve y mueve mar adentro,
para lograr con la mirada habitarle,
y gozar de la paz que nos envuelve.
Entrar en la gloria divina nos exige,
voluntad para perseverar en Cristo,
sacrificio para reconducir caminos,
abandonarnos a su mรญstica gozosa,
permaneciendo fiel a su invitaciรณn.
Si confiamos a รl nuestros andares,
sรญ nos dejamos guiar por su sombra,
nos hallaremos en manos tranquilas,
ascenderemos a la cima de la Cruz,
y se irรกn todas las cruces del mundo.
๐๐๐.- ๐ก๐จ๐๐ฆ๐ง๐ฅ๐ข ๐ฆ๐๐ง๐๐ข ๐๐ฆ๐งร ๐๐ก ๐๐๐ข๐ฆ
El ser humano ha sido introducido,
por el Crucificado en la luz divina;
รl nos sostiene y nos sustenta รกgiles,
nos allana los pasajes de aquรญ abajo,
y nos los rellena de esperanza viva.
Siempre atento a nuestra evocaciรณn,
reunido y unido a nosotros siempre,
nos conoce y nos reconoce los pasos,
y alcanza nuestros desvelos y afanes:
ofreciendo alegrรญa, evitando llantos.
Los deseos del Reino nos reviven,
estรกn en las acciones de la certeza,
en medio del drama de la biografรญa;
son como destellos en la oscuridad,
que vienen a elevarnos y a llevarnos.
#QuรฉdateEnCasa๐ก๐
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