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๐ค๐จรฉ ๐๐ช๐๐จ ๐๐ ๐๐ ๐พ๐ง๐ช๐ฏ.CHILPANCINGO, GRO., 01 de Mayo de 2023.--Los alumnos de la Secundaria Tรฉcnica Lรกzaro Cardenas, de El Mameyal, una comunidad de la Sierra de Petatlรกn, llevan casi tres aรฑos de clases virtuales y a distancia. Para ellos las restricciones comenzaron desde el cierre de 2019, cuando la pandemia por la Covid-19 todavรญa no comenzaba, porque la epidemia real en esta zona de Guerrero es la violencia y la inseguridad.
En esta secundaria hay nueve alumnos. Nunca antes fueron tan pocos. En 2019 habรญa mรกs de 60, pero en la Sierra de Guerrero, cuando un hecho violento ocurre, las familias se escurren de los pueblos, es lo que se conoce como el desplazamiento forzado a causa de la violencia.
Una de las maestras de esta secundaria no sabe exactamente quรฉ provocรณ la salida de los habitantes, incluidos sus alumnos, pero recuerda que todo lo cambiรณ el asesinato de un lรญder comunitario y una emboscada a policรญas comunitarios, hechos registrados entre el 2018 y el 2019.
La documentaciรณn de los medios de comunicaciรณn del estado en ese periodo dan cuenta del asesinato Felipe Torres Cruz, uno de los hermanos Torres Cruz de La Morena, municipio de Petatlรกn, que tambiรฉn son cuestionados.
Lo asesinaron en una emboscada el domingo 9 de diciembre del 2018, al siguiente dรญa de expresar su respaldo a las autodefensas de la Uniรณn de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) a Santa Rosa de Lima, un pueblo de Tecpan, ubicado a la orilla de la carrera Acapulco-Zihuatanejo, que es la puerta a la Sierra del lado de Costa Grande.
La emboscada a los policรญas comunitarios o los autodefensas de la UPOEG, donde murieron seis, ocurriรณ el lunes 24 de junio del 2019, cerca de la comunidad de El Camarรณn, muy cerca de El Mameyal, un punto medio de la Sierra de Petatlรกn.
Estos autodefensas eran integrantes del grupo que comenzรณ a operar en Santa Rosa de Lima en 2018 y que se extendรญa hacia la Sierra, el corredor que llega hasta El Durazno, Coyuca de Catalรกn, Tierra Caliente.
El filo boscoso de Costa Grande conecta con la Tierra Caliente, colindancia que, al parecer, es su gran problema, porque en cada regiรณn estรกn asentados grupos criminales distintos que socavan a las comunidades por diferentes intereses econรณmicos y polรญticos, entre ellos, los recursos naturales y los productos que se dan en regiรณn, denunciaron en diciembre pasado los habitantes de esta zona, al exponer que la explotaciรณn de madera podrรญa ser la razรณn.
Aquรญ no se busca hacer una radiografรญa del grupos criminales, pueden ser cualquiera, se plantean las consecuencias de un contexto complicado por falta de seguridad institucional.
La falta de maestros en las escuelas de la Sierra es una de esas consecuencias. En la secundaria tรฉcnica de El Mameyal hay seis trabajadores, incluidos las maestras y los maestros: uno de matemรกticas, uno de espaรฑol, uno de ciencias naturales, uno de ciencias sociales, uno de inglรฉs, y un prefecto.
Atienden a los nueve alumnos de manera virtual. Uno de primer grado, dos de segundo, y seis de tercero.
Las maestras y los maestros intentaron regresar a clases en septiembre pasado, pero sรณlo fueron alguna veces y volvieron a las sesiones virtuales porque, de acuerdo con la maestra consultada, no habรญa condiciones: cancelaron el transporte, de las รบltimas veces que subiรณ caminรณ mรกs de una hora para llegar a El Mameyal, y las nuevas balaceras terminaron por deshabitar los pueblos.
En El Limรณn, por ejemplo, dijo, ya no vive nadie. En Las Mesas, informรณ un habitante de la zona, mรกs de la mitad del pueblo se saliรณ con los hechos violentos en escalada que comenzaron en diciembre pasado. Hasta ahora comienzan a volver.
El sรกbado 10 de diciembre del 2022, pasado el mediodรญa, ingresaron a El Durazno, un pueblo del ejido que lleva el mismo nombre, hombres armados en camionetas rotuladas con las letras FM –al parecer siglas del grupo criminal La Familia Michoacana que, de acuerdo con la Fiscalรญa General del Estado (FGE), tienen presencia en Tierra Caliente y busca extenderse–, y asesinaron a siete hombres de la comunidad, entre ellos, un menor de edad.
El 28 de enero, en la comunidad de El Parotal, municipio de Petatlรกn, los pobladores retuvieron a policรญas despuรฉs de enfrentarse a ellos a balazos. En esos hechos fueron asesinados un comandante, un policรญa y tres civiles.
Estos tres civiles subieron en el mismo convoy de policรญas estatales y, segรบn los pobladores de El Parotal, eran miembros del grupo criminal de la Familia Michoacana. Policรญas subieron entre sus agentes a integrantes de un grupo criminal.
Esta situaciรณn que fue exhibida por una policรญa de la operaciรณn policial en un video filtrado sigue sin ser por completo esclarecida por las autoridades, pero desencadenรณ mรกs hechos violentos.
En esos contextos vive la gente de la Sierra y a ellos se enfrenta el personal que ofrece servicios profesionales en las zonas, como las maestras y los maestros o el personal mรฉdico, que muchos de ellos dejaron de ir.
Los habitantes presionaron a las autoridades para que les asignaran seguridad. Insistieron en la instalaciรณn de Bases de Operaciones Mixtas (BOM), integradas por elementos del Ejรฉrcito, Guardia Nacional y Policรญa Estatal.
Un habitante de la Sierra, de quien tambiรฉn se guarda su nombre por seguridad, dijo que hasta ahora hay nueve puntos con seguridad en el corredor Santa Rosa de Lima-El Durzano, no todos como los pidieron, en algunos sรณlo hay ministeriales, como en Las Mesas. “Habรญa militares, pero se fueron. Falta reforzar la bases”, comentรณ.
Las Mesas es otro punto donde tampoco hay maestros presenciales. Los maestros de la secundaria de la comunidad, por ejemplo, no han vuelto desde enero por los hechos violentos que ocurrieron en diciembre.
La dinรกmica que mantiene es asignar trabajos vรญa mensajerรญa de WhatsApp. “Pero estamos en plรกticas con los compaรฑeros, el supervisor y los padres para lo del regreso a clases de manera presencial”, comentรณ otra maestra de Las Mesas que, aclarรณ, no podรญa hablar con muchos detalles porque la situaciรณn de la Sierra es complicada.
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Los maestros consultados para este texto no son originarios de la Sierra, todos son forรกneos y suben algunos dรญas de la semana o por algunas semanas al mes a las escuelas de las comunidades asignadas.
La evaluaciรณn de los habitantes es diferente al temor que narran los maestros de acudir a la Sierra. Algunos de los habitantes vรญa telefรณnica consideraron que ya hay condiciones para que los maestros y los mรฉdicos suban, porque ya tienen seguridad, no como quisieran, pero ya la tienen. Tambiรฉn reportaron que parte del transporte pรบblico ha reiniciado actividades.
La comisaria muncipal de El Durazno, Azucena Rosas Garcรญa, informรณ que una combi sube desde Santa Rosa de Lima a El Mameyal, pero no llega a El Durazno. Ellos, las madres y los padres de familia, tienen que bajar por las maestras y los maestros a Santa Rosa de Lima.
A El Durazno sรญ regresaron los maestros despuรฉs del periodo vacacional de Semana Santa, pero porque los habitantes se quejaron ante las autoridades. La comisaria detallรณ que los maestros intentaron irse de vacaciones dos semanas antes del periodo vacacional pasado.
Las madres y los padres de El Durazno tienen mucho involucramiento en que las clases para sus hijos sean posibles, porque ellos se encargan de trasladar a los maestros, de darles de comer y de su alojamiento, segรบn la comisaria.
La autoridad del pueblo considerรณ que esas responsabilidades las deben de asumir las autoridades. “Es muy desgargante para los padres estar subiรฉndolos y bajรกndolos (a los maestros)”, comentรณ.
Ademรกs, el habitante consultado que coincide con la comisaria cree que “el problema no es para los maestros, es para los campesinos” cuando salen de sus comunidades a ver sus parcelas o su ganado.
Tambiรฉn dijo que, de ser necesario, ellos mismos y los policรญas escoltarรญan a los maestros en su trayecto a las comunidades para que suban y reinicien las clases presenciales. La comisaria agregรณ que los policรญas que estรกn en El Durazno subieron a los maestros despuรฉs de las vacaciones pasadas.
รl mismo habitante planteรณ que la falta de maestros en las comunidades de la Sierra tampoco es un tema nuevo, tiene aรฑos, desde que รฉl estudiaba. Este hombre es una persona de mรกs de cuatro dรฉcadas. La Sierra, ademรกs de la violencia, es una zona que estuvo muchos aรฑos sin servicios bรกsicos, muchas comunidades continรบan asรญ, ademรกs de que muchos de sus caminos son de difรญcil acceso.
Su percepciรณn es que el paso de los maestros, como de los mรฉdicos por la Sierra, es temporal, porque buscan que las instituciones los bajen pronto a las cabeceras municipales o ciudades.
Pero cuando se expone que en la Sierra se carece de muchas cosas, incluye la infraestructura escolar y otras condiciones para educar. “Las escuelas las hemos hecho nosotros”, dijo por telรฉfono este mismo habitante de la Sierra.
Muchas de las escuelas levantadas en la regiรณn carecen de todo y si acaso son como la Secundaria Tรฉcnica Lรกzaro Cardenas, de El Mameyal: tres salones de concreto, pero sin mesa ni silla para el maestro; una direcciรณn, y una aula de medios con algunas mesas, pero sin computadoras, porque tampoco hay luz elรฉctrica; un รกrea de comida de madera y con tres baรฑos bรกsicos al margen de la zona escolar, pero fuera de servicio. Todo esto encerrado con malla ciclรณnica en mal estado.
Estas las caracterรญsticas las describiรณ la maestra de la escuela.
Las condiciones se reproducen en gran parte de la Sierra. En el Durazo, por ejemplo, la sede del telebachillerato son dos galerones de madera a orilla del pueblo, de acuerdo con la descripciรณn de la comisara municipal, quien, ademรกs, compartiรณ una fotografรญa.
Esto discrepa con la imagen que compartiรณ el 17 de marzo pasado la gobernadora Evelyn Salgado Pineda en sus redes sociales, donde escribiรณ: “Les comparto esta imagen que me ha llegado al corazรณn, dos alumnas de telebachillerato estudiando al pie de nuestra bandera nacional en la comunidad “El Durazno”, municipio de Coyuca de Catalรกn, donde estuve hace unos dรญas”.
En la fotografรญa se ven dos alumnas sentadas en una borde de concreto y se asoma lo que parece un aula con techo de lรกmina, y parte de una cancha.
Lo que nunca escribiรณ la gobernadora es que esas no son las instalaciones reales de las estudiantes, es la Primaria Ignacio Zaragoza.
Rosas Garcรญa informรณ que los docentes del telebachillerato ocupaban la primaria porque las instalaciones de madera estรกn a orilla del pueblo, y les daba temor estar ahรญ. En la actualidad, con la seguridad de militares, policรญas estatales y policรญas ministeriales que asignaron a El Durazno, dijo la comisaria, ya estรกn en sus aulas de madera.
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Una posible soluciรณn ante la falta de maestros en las escuelas de la Sierra que reflexionรณ este habitante es que la Secretarรญa de Educaciรณn Guerrero (SEG) contrate a docentes que sean originarios de la regiรณn.
Esta persona es originaria del ejido de San Antonio de las Texas y vive en un punto de esta Sierra entre Costa Grande y Tierra Caliente, y asegurรณ que hay maestros titulados de la regiรณn que podrรญan asumir esas tareas sin intentar irse.
Comentรณ que algunas familias han contratado a algunos de ellos para que les den clases a sus hijas e hijos por su cuenta.
El secretario de Educaciรณn en Guerrero, Marcial Rodrรญguez Saldaรฑa, mencionรณ que la SEG no podrรญa contratar a mรกs maestros para la Sierra, porque significa duplicar docentes en un misma regiรณn y el presupuesto federal no alcanzarรญa para cubrirlos. “No podemos contratar dobles plazas en un mismo lugar”, agregรณ.
La evaluaciรณn escolar del secretario es que en la mayorรญa de las partes bajas de la Sierra de San Miguel Totolapan y del corredor Coyuca de Catalรกn (Tierra Caliente) y Petatlรกn y Tecpan (Costa Grande) ya hay clases presenciales, el problema es en las zonas mรกs altas, donde sรณlo son asesorรญas virtuales. “Nosotros tenemos que proteger a los maestros y a los niรฑos”, comentรณ. ๐ข๐ฎ๐ข๐ฑ๐ฐ๐ญ๐ข๐ฑ๐ฆ๐ณ๐ช๐ฐ๐ฅ๐ช๐ด๐ฎ๐ฐ.๐ค๐ฐm).
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