𝗟𝗲𝗰𝘁𝘂𝗿𝗮 𝗣𝗼𝗹í𝘁𝗶𝗰𝗮

 

Noé Mondragón Norato

𝙋𝙚𝙜𝙖𝙧𝙨𝙚 𝙖 𝙡𝙖 𝙧𝙪𝙚𝙙𝙖 𝙙𝙚𝙡 𝙥𝙤𝙙𝙚𝙧

La pugna escaló hasta reventar. La idea de fondo apuntó hacia el extremo político: tender las fichas y los acuerdos a fin de neutralizar movilidades. Cancelar puertas de acceso al poder. Eliminar por anticipado a la competencia interna, utilizando cifras y números como aliados coyunturales y providenciales. Que no quedara duda de las corruptelas endosadas pacientemente. Porque al final de cuentas, el desaseo en el manejo del dinero público representa la fuerza y la debilidad de quienes lo cuentan, controlan y aplican. Hay que ir a los puntos.

𝘿𝙐𝙀𝙇𝙊 𝙋𝙊𝙇Í𝙏𝙄𝘾𝙊 𝘿𝙀 𝘿𝙊𝙎. – En Acapulco, la alcaldesa Abelina López Rodríguez aspira a dos cosas: ser reelecta como presidenta municipal. O buscar la candidatura al senado por el Morena. Pero si se mira bien, la reelección parece ser lo más conveniente para ella, pues le permitiría el control absoluto de sus cuentas públicas pasadas. Y con ese plus, no habría ningún cuestionamiento sobre el dudoso manejo y aplicación de los millonarios dineros públicos. Justo como les ha ocurrido a otros exalcaldes que fueron objeto de linchamiento mediático por el edil entrante, tras la conclusión del periodo de los primeros. Llegaría intacta en ese sentido, a la disputa por el gobierno estatal en la elección de 2027, pues esa sería su pretensión. De ahí la idea de frenar en seco y desde el inicio de su periodo, a una de sus eventuales competencias. Se lee así: 1.- La exedil de Acapulco y hoy magistrada del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), Adela Román Ocampo fue puesta en la mira. En octubre de 2021, Abelina denunció el desvío de 100 millones de pesos de una obra denominada Riviera La Sabana. El punto central del asunto se divide en cuando menos tres partes: A) Si bien la obra apenas iniciaba, eran cuatro las constructoras que debían rendir cuentas sobre la ejecución de esta, que ya estaba etiquetada en su primera etapa en el presupuesto municipal aprobado por el cabildo. Pero apenas tomó posesión como autoridad municipal, Abelina canceló las obras de Riviera La Sabana. Lo que vino fue el caos. Porque al detener su trabajo, las constructoras fueron acumulando pasivos financieros. Y como era un proyecto ya etiquetado presupuestalmente, eran justamente dichas empresas las que debían enfrentar los motivos y dar explicaciones del retraso. B) Abelina amenazó con interponer una denuncia penal contra su antecesora porque “yo no voy a cargar con esa responsabilidad que al rato me vaya a la cárcel por omisión”.  Hasta la fecha no ha hecho esa denuncia. Incluso, ya desechó esa posibilidad: “que se defienda ante la ASF”, retó. Lo curioso es que la ASF no ha citado a declarar a la actual magistrada del TSJ aunque sí ha encontrado observaciones que deben necesariamente, solventarse. En el fondo y al parecer, la idea de la actual alcaldesa morenista era obvia: desprenderse políticamente, de la amenaza electoral interna que representaba Adela Román. Y la mejor y más fácil manera de hacerlo, era endosarle corruptelas. Debía operar esa estrategia desde el arranque de su administración, pues de esta forma cancelaba por adelantado movilidades que la afectaran en la prospectiva del poder. Vendía, además, la divisa de que ella sí estaba haciendo las cosas bien. “Congruente” con los postulados de la 4T. Su eventual reelección impediría que también le esculquen la cartera. Y se descubra su propia pestilencia. C) En círculos políticos morenistas trasciende que, de ser exonerada por la ASF en los próximos meses, Adela Román estaría de regreso a competencias electorales. Concretamente, a la disputa por el senado. O ya en la repesca, diputación federal. Dos referentes, afirman, sustentaría lo anterior:  su adhesión al proyecto de Claudia Sheinbaum. Y la anémica y poco rentable competencia electoral femenina no solo al interior del Morena, sino aquella proyectada por otros partidos políticos opositores. De esta forma, la adversaria interna de Abelina se convertía eventualmente, en su peor amenaza. Aquella que quiso conjurar precisamente, desde el inicio de su administración municipal. Porque en política lo importante no es perder, sino mantenerse pegado a la rueda del poder.

𝙃𝙊𝙅𝙀𝘼𝘿𝘼𝙎 𝘿𝙀 𝙋Á𝙂𝙄𝙉𝘼𝙎…En uno más de sus arranques despiadados, ácidos y corrosivos, el diputado federal del PT, Gerardo Fernández Noroña se lanzó a la yugular del alcalde priista de Tlapa, Gilberto Solano Arreaga, a quien calificó de “corrupto, ladrón e inútil”. Y todo porque se enteró que Gilberto presume el hospital que el gobierno federal construirá en ese municipio, con los recursos obtenidos por la venta del avión presidencial, como obra de aquella administración municipal tricolor. “Es un alcalde pedorro”, sentenció Noroña exaltando esa verborrea de arrabal que proyecta de vez en cuando.

#𝗤𝘂é𝗱𝗮𝘁𝗲𝗘𝗻𝗖𝗮𝘀𝗮. 🏡 💙