𝗟𝗲𝗰𝘁𝘂𝗿𝗮 𝗣𝗼𝗹í𝘁𝗶𝗰𝗮

Noé Mondragón Norato

𝙏𝙧𝙚𝙨 𝙚𝙨𝙘𝙚𝙣𝙖𝙧𝙞𝙤𝙨 𝙙𝙚 𝙧𝙚𝙖𝙘𝙤𝙢𝙤𝙙𝙤𝙨

Varios eventos perturbadores se desprendieron desde el pasado viernes 17 de marzo. Los cuales son indicativos de los reacomodos obligados en muchos casos, por la circunstancia. Pero también derivado de las presiones originadas desde la presidencia del país que, a su vez, tienen su origen en los visibles “cierres de pinzas” del gobierno de los Estados Unidos. Y auguran de algún modo, otras sorpresas que estarían ocurriendo en la candente coyuntura local. Es cuestión de asomarse a ellas. 

𝘾𝙊𝙔𝙐𝙉𝙏𝙐𝙍𝘼 𝘼𝙍𝘿𝙄𝙀𝙉𝙏𝙀. – Son al menos tres eventos los que marcaron la agenda de la semana pasada y los inicios de esta. Se leen así: 1.- En la comunidad de El Pescado, en el municipio de Coyuca de Catalán, un enfrentamiento entre tropas del Ejército y civiles el pasado viernes 17, arrojó un saldo funesto de siete muertos. Dos militares entre ellos. Entre los civiles apareció abatido Orbelín Hernández Peñaloza El Gordo, jefe de sicarios y de plaza del grupo delictivo La Familia Michoacana en ese y el vecino municipio de Ciudad Altamirano. El gobierno norteamericano presiona con insistencia al presidente AMLO porque alega que la introducción de la droga sintética fentanilo al vecino país, “está matando a miles de norteamericanos” de acuerdo con la versión del secretario de Estado de aquel país, Antony Blinken. Uno de los proveedores de esa droga de acuerdo con la DEA, es ese grupo delictivo. Y las presiones en ese sentido, crecen. Se perciben por todos los lados. Están rompiendo presumibles acuerdos soterrados. 2.- Después de la marcha del pasado 18 de marzo en la Ciudad de México convocada por el presidente AMLO, el senador Toro asumió una postura desconcertante. Se alejó de su cantada reelección por el senado en la cercana elección presidencial de 2024 bajo el argumento de que “no soy un cacique, que compitan otros”. El mensaje de valores entendidos, lo debió escuchar con atención el propietario de la UAGro, Javier Saldaña Almazán, quien presto, se alista para reelegirse por segunda ocasión al frente de la rectoría. Y la declaración del senador Toro coincidió con la aprobación de la infame convocatoria para elegir rector que le puso los mismos y pesados candados a los demás aspirantes que quieran vanamente registrarse. Aunque en realidad, el exrector nunca ha dejado de dirigirla desde el 2013. De ganarla, acumulará once años como rector “institucional” y tres como encubierto. Sin embargo, la postura del senador Toro debió ponerlo nervioso. Porque como eventual rector de la UAGro, Javier le restará en vez de sumarle votos a la aspirante y favorita presidencial, Claudia Sheinbaum Pardo. Es un hecho consumado. Y la estrategia política de AMLO parece no caminar por esos rieles dado el nivel de la competencia electoral que se avecina. Sobre todo, si el canciller Marcelo Ebrard decide competir por la libre. Los comicios de Coahuila y Estado de México del próximo 4 de junio marcarán esa coyuntura. Eso explicaría la propia dimisión a reelegirse por parte del senador Toro: no convertirse en lastre, sino en activo y redituable.  3.- De la Secretaría de Contraloría y Transparencia Gubernamental fue renunciado sin mayores preámbulos, el astudillista Eduardo Loría Casanova, quien desempeñó esa misma cartera en el sexenio fracasado del exgobernador priista Héctor Astudillo. En su lugar fue designado el desconocido Víctor Edgar Arenas, un recomendado desde el centro del país. Ese mensaje parece enfocado justo a la coyuntura reeleccionista en la UAGro. Porque si Loría exhibió públicamente los abultados y millonarios desvíos en el Colegio de Bachilleres, en junio de 2022 —mil trescientos millones de pesos— cuando fue encabezado por el priista Fermín Alvarado Arroyo, la Universidad guerrerense estaría siendo medida con ese mismo rasero, pese a que es la ASE la encargada de su fiscalización. Sin embargo, sería el gobierno estatal quien podría intervenir con un contralor ajeno al astudillismo, a los sentimientos, acuerdos soterrados y falsos aprecios de la fauna política local. Y los resultados podrían ser diferentes. Las próximas semanas van a ser decisivas en el reacomodo de actores y circunstancias.

𝙃𝙊𝙅𝙀𝘼𝘿𝘼𝙎 𝘿𝙀 𝙋Á𝙂𝙄𝙉𝘼𝙎…Si no pudo ganar la elección de senadora en el 2012, menos podrá hacerlo con la presidencial de 2024 encabezando una alianza partidista opositora. Lo cierto es que la senadora priista Claudia Ruiz Salinas, no se atreve a evaluar que el candidato de esa alianza no sería un miembro tricolor, dado el nivel de desgaste natural de todos ellos. La alianza opositora tendrá que esperar la decisión final del canciller morenista Marcelo Ebrard. Y el placeo de los demás aspirantes como Ruiz Salinas, es con el único fin de encarecer la negociación política. Porque ningún priista tiene las encuestas ni las simpatías ciudadanas a su favor. Ese es el punto.

#QuédateEnCasa🏡💙