Cerraron restaurantes de La Angosta, por inseguridad

𝙆𝙖𝙧𝙡𝙖 𝘽𝙚𝙣í𝙩𝙚𝙯.ACAPULCO, Guerrero.— “¿Qué pasó?, ¡ya no venden nada!”, exclamó Sofia, una turista que llegó con su hija y esposo, al puerto el jueves en la noche, y el viernes quiso comer en los restaurantes de playa La Angosta pero no encontró ninguno. 

La mujer de 45 años de edad originaria de Puebla, contó que apenas en diciembre visitó esa playa: “aquí comimos con mi familia, nos gustó la playa porque no había tanta gente y el atardecer se veía muy bonito.”

A Sofía le sorprendió que en menos de dos meses, de los negocios que durante la temporada decembrina lucieron llenos, ahora solo queden algunas lonas caídas y pedazos de madera. 

Para una familia que se hospedó en los hoteles Sunset Beach, y Sinfonía, los cuales están frente a esta playa, también resultó desconcertante. 

“Era una buena opción, porque el hotel está aquí -cruzando la calle-, y podías comer y nadar, pero bueno, ahora nos iremos nada más a Caleta”, expuso Ramiro Sánchez, quien cuando viaja a esta ciudad se hospeda en la zona Tradicional.

𝗘𝗟 𝗖𝗜𝗘𝗥𝗥𝗘 𝗢𝗖𝗨𝗥𝗥𝗜Ó 𝗣𝗢𝗥 𝗠𝗜𝗘𝗗𝗢

Un hombre que pidió anonimato, relató que el cierre de los pequeños restaurantes, ubicados en la playa situada a un costado de la avenida Adolfo López Mateos, en el Fraccionamiento Las Playas, en la esquina donde se ubica el faro, que lleva a Sinfonía del Mar, ocurrió aproximadamente hace ocho días. 

Dijo que ahora solo llegan de vez en cuando “unas cuantas lanchas. Y pues los soldados que están ahí, a veces uno que otra -persona- que también llega a bañarse”. 

Atribuyó el cierre a los hechos violentos que han ocurrido en la zona. Recordó que el último fue el ataque a balazos contra un mesero, ocurrido el pasado 3 de febrero. 

“Que yo me acuerdo han sido dos, y esos fueron bien temprano (los ataques), había gente, turistas y vendedores, pues a uno le da miedo, mejor cerraron”, indicó. 

En la zona se observó una camioneta de soldados. Luego llegaron dos mujeres que se metieron a nadar, y durante algunos minutos tuvieron para ellas solas el lugar, antes de que dos efectivos se colocaran frente al faro, y uno más en las escaleras que baja a la franja de arena. 

También se ven algunas sombrillas colocadas sobre la arena, pero sin sillas para los visitantes. 

A unos metros de ahí, en el mirador de Sinfonía y La Quebrada, la vigilancia de policías y militares es más notoria. En este lugar, el flujo de visitantes en abundante. (𝘣𝘢𝘫𝘰𝘱𝘢𝘭𝘢𝘣𝘳𝘢.𝘤𝘰𝘮.𝘮𝘹).

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