๐๐ผ๐บ๐ฝ๐ฎ๐ฟ๐๐ถ๐ฒ๐ป๐ฑ๐ผ ๐ฑ๐ถรก๐น๐ผ๐ด๐ผ๐ ๐ฐ๐ผ๐ป๐บ๐ถ๐ด๐ผ ๐บ๐ถ๐๐บ๐ผ
๐๐ก ๐๐๐ค๐จ ๐ฆ๐ช๐ ๐จ๐ ๐๐ค๐ข๐ช๐ฃ๐๐๐ ๐๐ค๐ฃ ๐ฃ๐ค๐จ๐ค๐ฉ๐ง๐ค๐จ
(๐๐ฐ๐ฅ๐ฐ ๐ฆ๐ด ๐ค๐ฐ๐ฎ๐ถ๐ฏ๐ชรณ๐ฏ ๐บ ๐ถ๐ฏ๐ชรณ๐ฏ ๐ฆ๐ฏ ๐ฆ๐ญ ๐ค๐ฐ๐ณ๐ข๐ปรณ๐ฏ ๐ฅ๐ฆ ๐ญ๐ข ๐ท๐ช๐ฅ๐ข, ๐ฅ๐ฆ ๐ญ๐ข ๐ฒ๐ถ๐ฆ ๐ง๐ฐ๐ณ๐ฎ๐ข๐ฎ๐ฐ๐ด ๐บ ๐ด๐ฐ๐ฎ๐ฐ๐ด ๐ฑ๐ข๐ณ๐ต๐ฆ. ๐๐ญ ๐ด๐ฆ๐ณ ๐ฉ๐ฆ๐ค๐ฉ๐ฐ๐ด, ๐ฑ๐ฐ๐ณ ๐ฆ๐ญ ๐๐ญ๐ตรญ๐ด๐ช๐ฎ๐ฐ ๐ข๐ฎ๐ฐ๐ณ, รบ๐ฏ๐ช๐ค๐ข๐ฎ๐ฆ๐ฏ๐ต๐ฆ ๐ฑ๐ฐ๐ฅ๐ฆ๐ฎ๐ฐ๐ด ๐ค๐ฐ๐ฎ๐ฑ๐ณ๐ฆ๐ฏ๐ฅ๐ฆ๐ณ๐ฏ๐ฐ๐ด ๐ข ๐ฏ๐ฐ๐ด๐ฐ๐ต๐ณ๐ฐ๐ด ๐ฎ๐ช๐ด๐ฎ๐ฐ๐ด, ๐ฎ๐ฆ๐ฅ๐ช๐ข๐ฏ๐ต๐ฆ ๐ญ๐ข ๐ข๐ค๐ฐ๐จ๐ช๐ฅ๐ข ๐ฅ๐ฆ๐ญ ๐ท๐ฆ๐ณ๐ฃ๐ฐ, ๐ท๐ฆ๐ณ๐ต๐ช๐ฅ๐ฐ๐ด ๐ฆ๐ฏ ๐ท๐ฆ๐ณ๐ด๐ฐ ๐บ ๐ค๐ฐ๐ฏ ๐ญ๐ข ๐ฅ๐ฐ๐ค๐ช๐ญ๐ช๐ฅ๐ข๐ฅ ๐ฅ๐ฆ ๐ญ๐ฐ๐ด ๐ฑ๐ถ๐ญ๐ด๐ฐ๐ด, ๐ค๐ฐ๐ฏ๐ท๐ฆ๐ณ๐ต๐ช๐ฅ๐ฐ๐ด ๐ฆ๐ฏ ๐ฃ๐ฆ๐ด๐ฐ๐ด).
๐.- ๐๐ ๐ฃ๐๐๐๐๐ฅ๐ ๐๐ ๐๐๐ฆร๐ฆ ๐ฌ ๐ฆ๐จ ๐๐๐ ๐๐ก๐ฆ๐ร๐ก ๐ค๐จ๐ ๐ก๐ข๐ฆ ๐จ๐ก๐๐ฉ๐๐ฅ๐ฆ๐๐๐๐ญ๐
La vida vive en la persona de Cristo,
en su consustancial expresiรณn vivaz,
en la locuciรณn inmortal del instante,
en la voz encendida del firmamento,
como vocablo clarificado en balada.
El eterno hijo del Padre nos guarda
y nos aguarda, ademรกs nos conduce
y nos reconduce, hacia su horizonte
melรณdico, fusionado en acorde plan,
para que centellee la quietud celeste.
Moramos en esa dimensiรณn cรณsmica,
entre lo visible e invisible existimos,
mientras las sendas pregonan glorias,
que nos agitan a percibir al Creador,
observando aquello que nos abraza.
๐๐.- ๐๐ ๐๐ฅ๐๐๐๐ร๐ก ๐๐๐ ๐ฆ๐๐ฅ
๐ฌ ๐ฆ๐จ ๐๐ฅ๐๐ฆ๐ง๐ข๐๐ข๐ร๐ ๐ค๐จ๐ ๐ก๐ข๐ฆ ๐ฅ๐๐๐๐ญ๐
Todo germina en el tรฉrmino divino,
al que somos convocados a servir,
con la ley divina como fundamento
existencial, para vencer el egoรญsmo,
cohabitando y evitando la vileza
Los brazos del Seรฑor estรกn libres,
descansemos en su eterna llamada,
respiremos confiando en sus aires,
vayamos a su encuentro cada dรญa,
volvamos con รฉl y por รฉl vivamos.
La victoria de la cruz es la prueba,
de que nuestra genealogรญa humana,
va a unida al triunfo de Jesucristo,
incorporando el amor con el amar,
sin enturbiar al autor con su obra.
๐๐๐.- ๐๐ ๐ฅ๐๐ฆ๐ฃ๐จ๐๐ฆ๐ง๐ ๐๐๐ ๐๐๐ ๐๐ก๐๐ก๐งE
๐ฌ ๐ฆ๐จ ๐ฅ๐๐๐๐ก๐ง๐ข๐ฅ ๐ค๐จ๐ ๐ก๐ข๐ฆ ๐๐๐๐๐ ๐
Somos parte de la palabra divina,
preparados para entrar en sintonรญa,
capaces de escuchar y de objetar,
pues no se comprende a sรญ mismo,
si no se abre a este dialogo sacro.
El Salvador nuestro nos alumbra,
irradia nuestros pasos de bondad,
ilumina los andares del corazรณn,
y esclarece los caminos a diario,
para ser purgados de los vicios.
La piedad replica a las sรบplicas,
corresponde a sus interrogantes,
y nos revela que toda existencia
del humano ser, estรก bajo un sol
llameante, que nos llama al edรฉn.
Vรญctor Corcoba Herrero
corcoba@telefonica.net
11 de febrero de 2022.-
#๐ค๐รฉ๐ฑ๐ฎ๐๐ฒ๐๐ป๐๐ฎ๐๐ฎ. ๐ก ๐
Comentarios
Publicar un comentario
Muchas gracias por leer La Crรณnica, Vespertino de Chilpancingo, Realice su comentario.