𝗚𝗼𝘁𝗮𝘀 𝗱𝗲 𝗛𝗶𝘀𝘁𝗼𝗿𝗶𝗮
𝒜𝓇𝓉𝓊𝓇ℴ ℛíℴ𝓈 ℛ𝓊𝒾x
CDMX, 24 de ene. 2023.- En Persia, se dio lugar a la creación de los llamados “inquisidores de la fe” en 1229, daría lugar después al llamado Tribunal del Santo Oficio, cuya función fue destruir cualquier signo que fuera contra la religión católica, llegando a convertirse en una de las policías más crueles y severas de cuantas han existido.
En América, el Tribunal del Santo Oficio se estableció por primera vez en la isla de Santo Domingo, llamada en ese entonces La Española, por el cardenal Adrián de Utrech, regente del reino e inquisidor general de España, extendió el nombramiento de todas las tierras descubiertas y a descubrir a don Pedro de Córdoba, residente de dominicana.
Tres años después de consumada la Conquista de la Nueva España, fray Martín de Valencia, franciscano evangelizador, fue nombrado por Pedro de Córdoba comisario de la Inquisición en México.
El tribunal del Santo oficio en la Nueva España, era el encargado de perseguir y castigar los actos contrarios a la doctrina y fe cristiana como mal comportamiento, blasfemia o hechicería, herejía, magia o bigamia entre otros.
Los castigos eran según la falta y podían ser azotes, multas, destierros, expropiación de bienes o castigos corporales, también la horca y la hoguera, en penas menores a los castigados les colocaban un hábito penitencial llamado Sanbenito.
Era una especie de chaleco con demonios con las faltas cometidas dibujadas y así como un cono de papel en la cabeza, los castigados caminaban descalzos o con un sirio y encadenados por la ciudad, lo cual los avergonzaba y a sus familiares; en el recorrido eran objeto de burlas y vejaciones. El tribunal del Santo oficio fue abolido en 1820. FUENTE: Idea tomada del muro de mi amigo Juan Carlos Ciprés.
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