๐—”๐—น๐—ด๐—ผ ๐— รก๐˜€ ๐—ค๐˜‚๐—ฒ ๐—ฃ๐—ฎ๐—น๐—ฎ๐—ฏ๐—ฟ๐—ฎ๐˜€

 ๐—”๐—น๐—ด๐—ผ ๐— รก๐˜€ ๐—ค๐˜‚๐—ฒ ๐—ฃ๐—ฎ๐—น๐—ฎ๐—ฏ๐—ฟ๐—ฎ๐˜€



๐˜พ๐™ค๐™ฃ๐™จ๐™ค๐™ก๐™–๐™™๐™ค๐™ง๐™–๐™จ ๐™€๐™ฃ๐™จ๐™šรฑ๐™–๐™ฃ๐™ฏ๐™–๐™จ ๐™™๐™š ๐˜ฝ๐™š๐™ฃ๐™š๐™™๐™ž๐™˜๐™ฉ๐™ค ๐™“๐™‘๐™„ 



“๐˜Œ๐˜ด๐˜ต๐˜ฆ ๐˜ด๐˜ฐ๐˜ญ ๐˜ฒ๐˜ถ๐˜ฆ ๐˜ฆ๐˜ด๐˜ตรก ๐˜ข๐˜ฉรญ, ๐˜ฆ๐˜ฏ ๐˜ญ๐˜ข ๐˜ณ๐˜ข๐˜ปรณ๐˜ฏ ๐˜บ ๐˜ฆ๐˜ฏ ๐˜ญ๐˜ข ๐˜ง๐˜ฆ ๐˜ค๐˜ฐ๐˜ฎ๐˜ฐ ๐˜ฆ๐˜ด๐˜ฑ๐˜ฆ๐˜ณ๐˜ข๐˜ฏ๐˜ป๐˜ข, ๐˜ง๐˜ถ๐˜ฆ ๐˜ญ๐˜ฐ ๐˜ฒ๐˜ถ๐˜ฆ ๐˜ฎ๐˜ฐ๐˜ท๐˜ชรณ ๐˜ข๐˜ญ ๐˜ค๐˜ข๐˜ณ๐˜ฅ๐˜ฆ๐˜ฏ๐˜ข๐˜ญ ๐˜™๐˜ข๐˜ต๐˜ป๐˜ช๐˜ฏ๐˜จ๐˜ฆ๐˜ณ, ๐˜ข ๐˜ณ๐˜ฆ๐˜ช๐˜ท๐˜ช๐˜ฏ๐˜ฅ๐˜ช๐˜ค๐˜ข๐˜ณ ๐˜ญ๐˜ข ๐˜ค๐˜ถ๐˜ญ๐˜ต๐˜ถ๐˜ณ๐˜ข ๐˜ฅ๐˜ฆ ๐˜ญ๐˜ฐ ๐˜ข๐˜ถ๐˜ตรฉ๐˜ฏ๐˜ต๐˜ช๐˜ค๐˜ฐ, ๐˜ด๐˜ฐ๐˜ฃ๐˜ณ๐˜ฆ ๐˜ต๐˜ฐ๐˜ฅ๐˜ฐ ๐˜ข ๐˜ต๐˜ณ๐˜ข๐˜ทรฉ๐˜ด ๐˜ฅ๐˜ฆ ๐˜ค๐˜ฐ๐˜ฏ๐˜ค๐˜ฆ๐˜ฑ๐˜ต๐˜ฐ๐˜ด ๐˜ค๐˜ฐ๐˜ฎ๐˜ฐ ๐˜ญ๐˜ข ๐˜ฆ๐˜ฏ๐˜ต๐˜ณ๐˜ฆ๐˜จ๐˜ข, ๐˜ญ๐˜ข ๐˜ข๐˜ค๐˜ฐ๐˜จ๐˜ช๐˜ฅ๐˜ข ๐˜บ ๐˜ญ๐˜ข ๐˜ค๐˜ฐ๐˜ฎ๐˜ถ๐˜ฏ๐˜ชรณ๐˜ฏ”.



 




=============================




๐’ฑรญ๐’ธ๐“‰โ„ด๐“‡ ๐’ž๐’ชโ„›๐’ž๐’ชโ„ฌ๐’œ โ„‹โ„ฐโ„›โ„›โ„ฐโ„›๐’ช/ โ„ฐ๐“ˆ๐’ธ๐“‡๐’พ๐“‰โ„ด๐“‡ โ„ฐ๐“ˆ๐“…๐’ถรฑโ„ด๐“           

=============================


  La huella dejada por Benedicto XVI es un tratado de coherencia viviente, un humanismo abierto a los pulsos de la mรญstica, que nos crece internamente, a poco que nos adentremos en sus luminosos vocablos, al tiempo que nos recrea el alma de entusiasmo, cuรกnto mรกs vivamos sus alentadoras enseรฑanzas, que nos ayudarรกn a levantar la mirada en rogativa permanente, en gratitud y gratuidad recibida y donada. Este sol que estรก ahรญ, en la razรณn y en la fe como esperanza, fue lo que moviรณ al cardenal Ratzinger, a reivindicar la cultura de lo autรฉntico, sobre todo a travรฉs de conceptos como la entrega, la acogida y la comuniรณn.

 Puede que la tierra se deshumanice, pero el cielo es un balcรณn de glorias, donde hay un espรญritu que en Jesรบs se ha revelado como Amor. En esta toma de conciencia, la apuesta de Benedicto XVI siempre fue tranquilizadora, de apertura sin exclusiรณn a todos los ideales que derivan de las virtudes,  hasta el extremo que “la vida entera es relaciรณn con quien es la fuente”. Por eso, la oraciรณn como ejercicio de deseo, siempre nos libera y ensancha de fervor, por muy abundantes que sean las tribulaciones; y, el santo Padre, en este peaje por la vida, puso de manifiesto esa aspiraciรณn de transformar este valle de lรกgrimas mundano, en un afรกn de mantener el mundo abierto a Dios.

 El orante diรกlogo del santo Padre Benedicto XIV, con todos los que se preocupan seriamente por el hombre y su mundo,  que ademรกs fue uno de los pensadores mรกs cultivados de nuestro tiempo, ahรญ permanece como quehacer diario de su pontificado, en medio de un mundo sediento de agua viva, con necesidad de aliento para tomar el alimento de la verdad, que no es otra que la plegaria eucarรญstica, pues promueve la configuraciรณn con Cristo y consolida al sacerdote en su vocaciรณn. En Roma, junto a san Pedro, declaraba la Eucaristรญa, a travรฉs de esos ojos contemplativos que siempre muestra, como origen de toda forma de santidad.

 Por otra parte, la convicciรณn manifiesta de Benedicto XVI de que "es urgente que surja una nueva generaciรณn de apรณstoles enraizados en la palabra de Cristo, capaces de responder a los desafรญos de nuestro tiempo y dispuestos a difundir el Evangelio por todas partes"; ha de ponernos en movimiento, para que nuestra alegrรญa sea perfecta. Tal vez debiรฉramos tomar su referente y la referencia extraรญda de multitud de sus escritos sobre Jesรบs, la de un hombre calmado, que primero ganรณ prestigio como teรณlogo y acadรฉmico, para posteriormente abogar a corazรณn abierto, por un sistema econรณmico que trabaje por el bien colectivo.

Desde luego, son muchas y variadas las advertencias de Benedicto XVI. Conviene subrayar algunas de ellas, como el riego de que Occidente olvide sus raรญces culturales, sustento de los derechos humanos; o que no hagamos nada por activar una verdadera reconciliaciรณn que es lo que engendra una paz duradera en la sociedad. Su apuesta es bien clara: “Restaurar la uniรณn de los corazones y la convivencia serena”. Indudablemente, aรบn no hemos aprendido a ser justos y a construir un orden social equitativo, lo decรญa tras visitar los cinco continentes en menos de una dรฉcada, aunque principalmente sus viajes apostรณlicos fueron a Europa.

Sea como fuere, el ex­ papa Benedicto XVI, que ya sorprendiรณ al mundo renunciando a su pontificado en 2013, ahora nos asombra con un testamento espiritual, cargado de gracias y gratitudes, tambiรฉn de avisos, como la de mantenerse firmes en la fe y no dejarnos confundir, sabiendo que “Jesucristo es verdaderamente el camino, la verdad y la vida, y la Iglesia, con todas sus insuficiencias, es su cuerpo”; para indicar en todo tiempo y lugar que “la fuerza mรกs poderosa al servicio del desarrollo es el humanismo cristiano”. De un lado, por consiguiente, puede haber oscuridad, pero del otro estรก segura la certeza de la luz; es cuestiรณn de buscarla, vivirla y seguirla.

Puede ayudarnos en ese empeรฑo, lo que hacรญan ambos pontรญfices en ocasiones, reunirse y hacer piรฑa para orar juntos.  Sin duda, nos harรก bien a todos pararnos, hacer un alto en el camino y pensar en el dรญa en el que el Seรฑor venga a llamarnos para ir con รฉl. En consecuencia, tambiรฉn podemos decir, por lo que vemos y leemos, que la muerte de Benedicto XVI, confirmarรก en la fe al pueblo cristiano, congregรกndolo en torno a sรญ y haciendo que toda la familia humana se sienta mรกs unida que nunca.


corcoba@telefonica.net

04 de enero de 2022.-


#QuรฉdateEnCasa๐Ÿก๐Ÿ’™

Comentarios

Entradas populares de este blog

๐—›๐—ฎ๐˜€๐˜๐—ฎ ๐Ÿฏ ๐—ต๐—ผ๐—ฟ๐—ฎ๐˜€ ๐—ฎ ๐—–๐—ต๐—ถ๐—น๐—ฎ๐—ฝ๐—ฎ

๐——๐—ฒ๐—ท๐—ฎ๐—ฟ๐—ผ๐—ป ๐—ฑ๐—ถ๐—ป๐—ฒ๐—ฟ๐—ผ ๐—ฎ ๐—ก๐—ผ๐—ฟ๐—บ๐—ฎ ๐—ข๐˜๐—ถ๐—น๐—ถ๐—ฎ

๐——๐—ฒ๐—ท๐—ฎ๐—ฟ๐—ผ๐—ป ๐—ฑ๐—ถ๐—ป๐—ฒ๐—ฟ๐—ผ ๐—ฎ ๐—ก๐—ผ๐—ฟ๐—บ๐—ฎ ๐—ข๐˜๐—ถ๐—น๐—ถ๐—ฎ