๐๐น๐ด๐ผ ๐บรก๐ ๐พ๐๐ฒ ๐ฝ๐ฎ๐น๐ฎ๐ฏ๐ฟ๐ฎ๐
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Cada dรญa encontramos mรกs itinerarios sombrรญos, sin orden ni concierto entre sus moradores; muchos de ellos dominados por la pereza, para hacer frente a un panorama mundial verdaderamente desolador, que sufre contiendas absurdas y trances horrorosos. Por eso, creo que urge la acciรณn ciudadana, con esa aportaciรณn รฉtica y diligente en la actividad, la laboriosidad en las instituciones, cuya tarea ha de ser ejemplarizante siempre. Ademรกs, los humanos de todos los rincones planetarios, tenemos que bajarnos del pedestal, ponernos a enmendar actitudes, servir esperanza en los ojos tristes y soรฑolientos, aparte de ofrecer estructuras adecuadas que aviven y fomenten la estรฉtica familiar, dentro de la consideraciรณn a la dignidad soberana de cada individuo, asรญ como tambiรฉn de cada grupo humano. Si cada persona, constituye la base de todo como es natural, ha de ser respetado en una autรฉntica perspectiva social. El reconocimiento de derechos universales, inviolables e inalienables, conforma el mejor reconstituyente del abecedario cooperante, y como tal debe ser de obligado cumplimiento, partiendo del pueblo mรกs pequeรฑo hasta el mayor escenario mundial.
A ciencia cierta, tendremos que activar un corazรณn nuevo para vencer la indiferencia. Ciertamente, son muchos que se dicen Estados de derecho los que estรกn fallando, corriendo el grave riesgo, de que se instaure en el planeta centenares de ellos, sin disposiciรณn normativa. Sรณlo hay que mirar y ver la multitud de paรญses que continรบan incumpliendo impunemente la legislaciรณn internacional, tanto el desarrollo ilegal de armas nucleares como el uso no autorizado de la fuerza. Precisamente, hace unos dรญas, Naciones Unidas a travรฉs de su Secretario General, nos recordaba algunas crudas realidades. Guterres mencionรณ la invasiรณn rusa de Ucrania; los homicidios ilegรญtimos de palestinos e israelรญes; el "apartheid de gรฉnero" en Afganistรกn; el programa ilegal de armas nucleares de la Repรบblica Popular Democrรกtica de Corea; la violencia y las "graves violaciones de los derechos humanos" en Myanmar; y "una profunda crisis institucional" en Haitรญ. En consecuencia, como ilustran estas muestras, la adhesiรณn al espรญritu normativo, sobre todo en aquellas poblaciones enteras abandonadas a la opresiรณn, nos exige a fin de garantizar la libertad necesaria en la que se debe formar y reformar la conciencia, una autoridad moral concienciada a travรฉs del precepto para, de esta forma, poner sosiego en nuestro propia convivencia.
No es mal signo, pues, reivindicar la paz en el mundo a travรฉs de un orbe mรกs equitativo y solidario. Nos alegra, asimismo, que en todo el mundo la ONU estรฉ comprometida socialmente y movilizada contra la impunidad, para hacer que los autores de hechos delictivos y corruptos, rindan cuentas mediante procedimientos judiciales justos e independientes; facilitando, igualmente, el apoyo a las vรญctimas y a los supervivientes con el acceso a la justicia, el recurso y la reparaciรณn. Sin duda, la absoluta primacรญa del derecho en las relaciones entre los seres humanos y los pueblos es vital. Indudablemente, tenemos que desterrar la violencia, el uso de la fuerza, desarmarse y desmontarse de intereses egoรญstas, para que resplandezca la luz en la edificaciรณn de otro maรฑana, mรกs abundante de abrazos verdaderos y de vรญnculos mรกs acordes con las justas exigencias del momento. Tรฉngase en cuenta, que de la justicia de cada uno, nace ese orbe armรณnico que todos requerimos para poder vivir. En cualquier caso, nadie puede eximirse de esta responsabilidad, lo que conlleva la defensa de la igualdad de derechos para todos y la resoluciรณn pacรญfica de controversias.
Es evidente que la pobreza, la injusticia y la exclusiรณn รบnicamente pueden abordarse mediante el marco jurรญdico de las polรญticas pรบblicas eficaces, no discriminatorias e inclusivas. Volvamos, entonces, al espรญritu normativo y salgamos de este colapso de contrariedades, que nos deshumanizan por completo, generando un mundo inestable, inseguro e incierto a mรกs no poder. Considero que este es el camino para reconstruir un espacio viviente, no รบnicamente globalizado, tambiรฉn hermanado, sin dejar a nadie al margen. Esto sรญ que es un deber de justicia, que comporta notables cambios en nuestro modo y manera de vivir, con las consabidas implicaciones morales en nuestra correcta organizaciรณn social, financiera, cultural y polรญtica de las Naciones. Quizรกs sea saludable avivar, cuanto antes, una mundializada cultura de la legalidad, ante el tremendo virus de la corrupciรณn, que debilita el desarrollo de tantos pueblos. Un buen gobierno, como tambiรฉn un buen liderazgo, requiere el control puntual y la transparencia necesaria para un imparcial estilo de aplicaciรณn de la ley, sobre todo a la hora de gestionar los bienes y de administrarlos en vista del bien comรบn; que redundarรก en un vergel, cuyo fruto serรก la equidad y una seguridad que fraterniza.
corcoba@telefonica.net
15 de enero de 2023.-
#QuรฉdateEnCasa๐ก๐
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