𝗘𝗹 𝗽𝗼𝗽𝘂𝗹𝗮𝗿 𝗯𝗮𝗶𝗹𝗲 𝗱𝗲 𝗻𝗮𝘃𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗲𝗻 𝗰𝗼𝗽𝗮𝗹𝗮

𝒞é𝓈𝒶𝓇 𝒢ℴ𝓃zá𝓁ℯz 𝒢𝓊ℯ𝓇𝓇ℯ𝓇ℴ.          

Como en todos los pueblos de Guerrero, y tal vez del Mundo, hay fechas que tienen un gran impacto en la sociedad.

Más en los pueblos del área rural, como es mi tierra Copala, en la región Costa Chica.    

Es el caso del 24 de diciembre de cada año que, no obstante, las limitaciones económicas y hasta de salud, la gente, en la época de los años 1970-1980, esperaba desesperadamente ésta tradicional celebración de la Navidad.          

Para empezar quienes estábamos estudiando la Secundaria, Bachillerato o Superior fuera de Copala, en Acapulco, Chilpancingo o el Distrito Federal (hoy cdmx), era una emoción muy grande saber que las vacaciones de diciembre se acercaban.  

Ya desde el día 1ro, preparábamos el viaje, entregando tareas, buscando boletos en la terminal de la Flecha Roja, enviando cartas manuscritas a familiares y amistades para preguntar que grupos amenizarían el baile y los costos de la entrada y reservados de mesa.

Obviamente también de las diversas bebidas refrescantes.      

A medida que se acercaba el último día de clases, la emoción se transformaba en ansiedad y nerviosismo, ya que, aunado a todo, habría que ver la ropa de vestir a "estrenar", calzado y hasta cuánto dinero llevarías. Y si la pareja o novia, iba sola o con sus padres.

Todos los jóvenes, hombres y mujeres, tratando de "lucirse" con sus mejores prendas, arreglos y por supuesto, sus rítmicos movimientos al bailar.        

Siempre fue una gran aventura trasladarse a Copala, al grado de, si no alcanzaban boletos, soportar casi 12 horas de pie o "tirados" en el pasillo del autobús.        

La ansiedad, nerviosismo o desesperación aumentaba al saber que a la novia no le darían permiso para ir al baile, y se tenía que buscar a algún intermediario que la fuera a "pedir".            

Ya en el baile que iniciaba desde las 8 o 9 de la noche, la música inolvidable de la Orquesta la "Sirena de Copala", a las 12 de la noche hacia una pausa para brindar por la llegada de la Navidad. Al grito de "Feliz Navidad", todos los asistentes, alzaban sus copas expresando su alegría y deseando lo mejor con el acostumbrado "Abrazo". Desde luego quienes no asistían al baile celebraban modestamente en sus domicilios.

Hoy, después de más de 60 años las cosas han cambiado. Pero el optimismo y el ánimo por la llegada de la Navidad es el mismo.

¡¡Feliz Navidad guerrerenses!!

#𝗤𝘂é𝗱𝗮𝘁𝗲𝗘𝗻𝗖𝗮𝘀𝗮. 🏡 💙