𝗚𝗼𝘁𝗮𝘀 𝗱𝗲 𝗛𝗶𝘀𝘁𝗼𝗿𝗶𝗮

𝒜𝓇𝓉𝓊𝓇ℴ ℛíℴ𝓈 ℛ𝓊𝒾z

CDMX, 17 de nov. 2022.- Cuauyautitla, señor de Ichcateopan, territorio Chontal, se desposó con la bella princesa Atl, se amaron intensamente y procrearon a Cuauyautital, quien fuera la madre de Cuauhtémoc.

Desde la cresta del cerro, los súbditos, esperaban la ceremonia nupcial, Cuauyautitla, señor del territorio de Ichcateopan, caminaba con la mirada fija; el oro de sus brazaletes reflejaba el sol; lucía una túnica blanca, de algodón; las plumas del penacho ondeaban ante la mirada reverente de la multitud.

Era un camino de losas de mármol donde una hilera de guerreros uniformados de gala, separaban a la multitud del personaje que se dirigía al encuentro de la mujer que sería su esposa, considerada como la más bella de la región.

Atl, hija del señor de Coatepec, esperaba la indicación de avanzar hacia el punto y encontraría con el que sería su esposo, lucía hermosa tilma y sus doncellas, dejaban pétalos de flores multicolores sobre sus hombros.

Los ancianas y ancianos nobles eran testigos de la unión de los jóvenes, que se encontrarían en el punto medio, a un lado del Río Sabinos, donde estaba el templo ceremonial en el cual se llevaría a cabo el rito matrimonial.

Él la miró respetuoso, y le hizo una reverencia, ella sólo esbozó una tímida sonrisa y correspondió en la misma forma. El gran sacerdote inició el acto de unión de los jóvenes. El barón evocó a la pareja formada por los dioses Xochiquétzal, la diosa del amor y la belleza Xochipilli, “Flor Preciosa”.

El sacerdote recordó la vieja leyenda que había sido agregada a los ritos del casamiento, como parte de la ceremonia que la pareja debería escuchar con atención y respeto, la que resaltaba la fuerza del amor y cómo debería perpetuarse: Mi libro “Cuauhtémoc Conquistador”.

#𝗤𝘂é𝗱𝗮𝘁𝗲𝗘𝗻𝗖𝗮𝘀𝗮. 🏡 💙