๐๐ผ๐บ๐ฝ๐ฎ๐ฟ๐๐ถ๐ฒ๐ป๐ฑ๐ผ ๐๐ถรก๐น๐ผ๐ด๐ผ๐ ๐๐ผ๐ป๐บ๐ถ๐ด๐ผ ๐ ๐ถ๐๐บ๐ผ
๐ ๐๐ ๐๐จ๐ญ ๐๐ ๐๐ ๐ฃ๐ข๐๐ฆร๐
(Nada se resiste a la estrella del verso y la palabra, por muy oscura que sea la noche y nuestras angustias mortales; es cuestiรณn de volvernos contemplativos y de entrar en sanaciรณn, de reencontrarnos y de sentirnos al lado de Jesรบs, cultivando la mecha de la lรญrica, que es la que ahuyenta la soledad de nuestras lรกgrimas, convirtiendo nuestras penas en poemas de luz).
๐.- ๐๐๐ข๐ฆ ๐ก๐ข๐ฆ ๐๐ก๐ฉ๐จ๐๐๐ฉ๐
La obra liberadora nos abraza, estรก cerca;
el momento se ha cumplido, dirimiendo;
el espacio de la balada nos coge, riendo;
Dios existe con nosotros, a nuestro lado;
no se agotarรก nunca jamรกs de dar aliento.
Esta cercanรญa es el inicio de una rotaciรณn,
de un requerir ser parte de lo armรณnico,
y de un querer vivir en el celeste vocablo,
que es la que nos enciende la esperanza,
y nos apaga las cruces que nos echamos.
El verbo divino infunde esta serenidad,
pero no deja de sorprendernos cada dรญa,
nos consuela y nos pone en protecciรณn,
para que sellemos la uniรณn de corazones,
y abramos la fuerza universal del amor.
๐๐.- ๐ฉ๐ข๐๐ฉ๐๐ฅ ๐๐ ๐ก๐๐๐ข ๐๐๐ ๐ฉ๐๐ฅ๐ฆ๐ข
Es el tiempo de hallarnos mar adentro,
de penetrar en nosotros y de mirarnos,
de vernos en nuestras propias miserias
y de avergonzarnos, de sentirnos nada,
y de retroceder al Padre que lo es todo.
Jesucristo nos espera y no se desespera,
conoce y reconoce todos nuestros males;
habita en la cruz con los brazos abiertos,
para llevarnos consigo y darnos reposo,
de vuelta a casa con la loa en los labios.
No es ir al Seรฑor, no; es volver al nido
que nos transfigura, pule y embellece;
es retornar al excelso รกrbol de la musa,
a enraizarnos en la verdad para florecer,
como lirios junto a la mรญstica trinitaria.
๐๐๐.- ๐๐ข๐ก ๐๐๐ฆ ๐๐๐๐ฆ ๐๐๐ ๐๐ข๐ก ๐๐ฅ๐๐๐ง๐๐ฉ๐ข
Hemos venido a circular para vivirnos,
somos viandantes en continuo caminar,
pues la vida es toda una incesante ruta,
para sembrar sueรฑos y surcar mensajes,
con la gracia glorificadora de alabanza.
Todo ser necesita sentirse en su hacer,
requiere contemplarse y comprenderse;
por eso se interroga en cada despertar,
y busca una lรญrica que cure sus heridas,
que remedie, exima y nutra sus andares.
Cada cual consigo mismo ha de verse,
esta es la singularidad del gran poeta,
para conversar profundo y transparente
con Cristo, porque su bondad estรก ahรญ,
tan autรฉntica y verรญdica como la lluvia.
๐ฑรญ๐ธ๐โด๐ ๐๐ชโ๐๐ชโฌ๐ โโฐโโโฐโ๐ช
corcoba@telefonica.net
22 de octubre de 2022 .
#๐ค๐รฉ๐ฑ๐ฎ๐๐ฒ๐๐ป๐๐ฎ๐๐ฎ. ๐ก ๐
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