𝗛𝗶𝘀𝘁𝗼𝗿𝗶𝗮𝘀 𝘃𝗶𝘃𝗶𝗲𝗻𝘁𝗲𝘀 𝗱𝗲𝗹 𝟮 𝗱𝗲 𝗼𝗰𝘁𝘂𝗯𝗿𝗲

 


--“𝘜𝘯 𝘢𝘭𝘢𝘳𝘪𝘥𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘯𝘰𝘴 𝘢𝘭𝘤𝘢𝘯𝘻𝘢”, 𝘳𝘦𝘮𝘦𝘮𝘰𝘳𝘢 𝘛𝘳𝘦𝘫𝘰

--“𝘕𝘰𝘴 𝘦𝘴𝘵á𝘯 𝘮𝘢𝘴𝘢𝘤𝘳𝘢𝘯𝘥𝘰”, 𝘨𝘳𝘪𝘵𝘢𝘣𝘢 𝘉𝘶𝘭maro

--¡𝘘𝘶é 𝘣𝘶𝘦𝘯𝘰!-, 𝘭𝘦 𝘳𝘦𝘴𝘱𝘰𝘯𝘥𝘪ó 𝘶𝘯𝘢 𝘷𝘪𝘦𝘫𝘪𝘵𝘢.

 

𝙄𝙜𝙣𝙖𝙘𝙞𝙤 𝙃𝙚𝙧𝙣á𝙣𝙙𝙚𝙯 𝙈𝙚𝙣𝙚𝙨𝙚𝙨.ACAPULCO, GRO., 2 de Octubre de 2022.--Con 16 cuartillas en mano, en negrillas y a reglón cerrado, el viejo comunista Rafael Trejo Moreno, resume el 2 de octubre de 1968, que sintió en carne propia: “2 de octubre no es una frase que como ritual se repite, es un presente y un futuro, un alarido que nos alcanza”.

A pesar de la terca lluvia de ayer domingo, el Colectivo de Izquierda realizó su 34 Jornada Informativa en el Zócalo de Acapulco, donde Trejo rememoró la masacre de Tlatelolco, “que los malditos diputados priistas aplaudieron de pie la macabra decisión contra los estudiantes que lucharon por las libertades democráticas”.


Recordó también la manifestación del 27 de agosto, el zócalo lleno, el izamiento de la bandera rojinegra en el asta mayor, el tañido de las campanas de la catedral, a Óscar Chávez y su arreglo de la canción colombiana “se va el caimán, se va el caimán, se va para… la guerrilla”, y finalmente el desalojo por la milicia como a la una de la madrugada.

Ya en la plaza de las Tres Culturas, “vimos luces de bengala en el cielo, lanzados desde un helicóptero, e inmediatamente escuchamos los primeros disparos secos, me negué a creer que eran tiros de verdad, el pánico comenzó a apoderarse de la muchedumbre, me quedé paralizado… cuando un empellón fuerte acompañado de la voz de Esboza, mi amigo, dijo córrele cabrón, vámonos a la chingada porque los balazos son de verdad”.

A su vez, Bulmaro León Romo, también sobreviviente, recordó de cuando en reacción inmediato, con un grupo de compañeros fueron a una gasolinera, llenaron unos bidones, detuvieron un trolebús -al que finalmente lo tapizaron de estopa y lo quemaron-, bajaron a los pocos usuarios que llevaba, les informaron los motivos de la retención del trasporte antes de ordenarles que se bajaran, “nos están masacrando”, gritó a todo pulmón el diminuto y greñudo estudiante de la facultad de Economía, pero una viejita le respondió “¡qué bueno”. Aun no se sabía de la dimensión de la matanza, no se sabía del número de muertos, ni se sabe, lo único cierto es que fue un 2 de octubre que, a 54 años, “¡no se olvida!”.


En este encuentro convertido en un constructivo conservatorio bajo la lluvia, de igual forma participaron con sus testimonios, no como sobrevivientes, el maestro Marco Antonio Adame Bello, Rosalinda Gutiérrez Terrones y Luis Alberto Arcos Castro, entre otros notables liderazgos sociales.

#𝗤𝘂é𝗱𝗮𝘁𝗲𝗘𝗻𝗖𝗮𝘀𝗮. 🏡 💙

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