Palabras Mayores
Líder del Congreso y su jefe de prensa, acusados penalmente por despojo, daños y violencia familiar.
Jorge Romero Rendón
El presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Congreso local, Alfredo Sánchez Esquivel tiene en su pasado reciente al menos tres denuncias penales que no sólo demuestran su carácter arbitrario y abusivo, sino que lo descartan éticamente para elaborar leyes que hagan respetar las garantías individuales que el Estado le debe a sus ciudadanos.
En su natal Ayutla, Esquivel acumuló en agosto del 2015 tres delitos por los que fue acusado, de acuerdo con el expediente número 12180730100059050815, por despojo de bienes inmuebles, daños a propiedad ajena, abuso de autoridad y uso ilegal de la fuerza pública, todos considerados dolosos.
Según el expediente radicado en la Agencia Central de Ayutla de la entonces Procuraduría General de Justicia estatal, Sánchez Esquivel actuó en connivencia con un tal Julio Castro Apreza, afectando a los denunciantes, Alfredo Casarrubias Moctezuma y José Roque García. De esos delitos, Esquivel salió impune con argucias legales, cometiendo los pecados que el lopezobradorismo le ha exigido evitar a los militantes de Morena, sobre todo si tienen cargos de gobierno o representación popular: mintió, robó y traicionó la confianza de sus paisanos.
El caso demuestra que el diputado Esquivel, quien logró reelegirse despojando a militantes indígenas del derecho a esa candidatura, llevando para colmo a su esposa Zazil Meza como suplente –por lo que tiene una denuncia en contra ante el Tribunal Electoral-, es aficionado al juego sucio, pasando por encima de quien sea para lograr sus fines.
Lo que representa uno de los cuestionamientos de mayor peso en contra, debido a que tanto las denuncias penales como la de carácter electoral lo tipifican como un político abusivo que se aprovecha de su cargo para defraudar, de la misma forma en que se le acusa de desviar los recursos públicos del Poder Legislativo para provecho personal y político.
De allí que en las filas de sus propios compañeros de la bancada de Morena demandan que renuncie o sea removido del cargo como coordinador y presidente de la Jucopo…
Un jefe de Prensa aviador y violento con su familia…
Pero además de las denuncias y cuestionamientos a Alfredo Sánchez Esquivel, parece que más que funcionarios lo que busca son cómplices con una larga cola que les pisen. Es el vaso de Florencio César Felipe Leyva, director de Comunicación Social encargado principalmente de la imagen del ayutleco, quien sigue acumulando datos que cuestionan su calidad moral y lo colocan también en las filas del fraude y del abuso.
Porque por un lado, se reveló que Leyva cobra como aviador en el ayuntamiento de Acapulco un salario de 27 mil pesos mensuales que no devenga, pues por un lado tiene chamba de tiempo completo en el Congreso, donde cobra otros 55 mil pesos.
Lo malo no es que cobre el monto que sea, sino que duplique su ingreso defraudando en este caso al ayuntamiento, pues no pidió licencia en la plaza que tiene allí, y de hecho nunca ha devengado un sueldo, pues según denuncias es aviador, que cobra sin trabajar, además de ocuparse de otros cargos que ha inventado, por fuera que le ocupan la mayor parte de su tiempo, según denuncias.
Pero además de ese doble fraude –porque trabaja sólo para Esquivel y no da cobertura a los demás diputados locales, fraguando ataques contra algunos de ellos en ciertos espacios periodísticos-, César Felipe tiene un lamentable antecedente.
De acuerdo con el expediente número 12030270101059310718 abierto en la sede Acapulco de la Unidad Especializada de Delitos Sexuales y Violencia Familiar, fue acusado de violencia intrafamiliar por Katya Carolina Nava Organes en julio del 2018, hechos sucedidos en el Condominio Orion, colonia Granjas de aquel puerto, delito del que también logró quedar impune.
De manera que, como ve usted, tanto el jefe como el empleado son pájaros de cuenta que deben delitos y que se hermanan en materia de fraudes, uno por peculado y el otro por aviador. Esquivel tendrá que responder por sus irregularidades ante la Auditoría Superior del Estado –cuando tenga un titular serio-, y Felipe Leyva ante los diputados locales y ante la alcalde de Acapulco, Abelina López, a ver si en ambos casos le toleran que siga cobrando sin trabajar y dobleteando un salario que le queda muy grande para las pocas luces que ha demostrado…
#QuédateEnCasa🏡💙
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