La Gota de Historia
Arturo Ríos Ruiz
CDMX, a 5 de ago. 2022 .-Disfrutaba mi cigarro, con lejanos recuerdos, los cuentos del barrio, decían que frente a la casa vieron cuatro individuos colgados y que se escuchaban sus lamentos y se agudizó mi insomnio; cuando de repente, en una esquina brotó lumbre; azulosa, como el de las estufas que hoy se usan.
“Me dio miedo, me acordé que decían que en esa barda habían fusilado a hombres y mujeres que vivieron en la hacienda. Me fui acercando hacia la flama, pero al llegar se hacía pequeña, y desaparecía.
“Al día siguiente, le platiqué a don Toño bien detallado. El hombre, era callado, volteó hacia el lugar señalado, lentamente, recorrió la mirada por toda la inmensidad de la barda. Esa noche se la pasó en la pileta, como soldado celoso en guardia, me dijo: - “Te vas a quedar a dormir en la casa”. Tomé mis cobijas, sin decir nada obedecí al patrón”.
“La noche ya estaba entrada y vi salir a don Toño con un pico y una pala en el lugar en de las llamas”. Cavó y paleó un buen rato, después se metió por una carretilla y se echó dos viajes a un cuarto de la casa y cerró con dos candados”.
A dos meses de eso, todo cambió en la vida de los Estrada; don Antonio compró máquinas para hacer huaraches de diversos estilos, modificó la casa, se instaló un gran taller; los negocios se fueron se trasformaron. Me dio un trato preferente; hizo la casita que tengo, me pagó bien. Ahora vivo sin temor hacia el futuro”.
“Dicen que encontró monedas de oro. En el pueblo todos saben que encontró una mina. Lo que no, es que fue usted el primero en ver la lumbre. -Yo ya lo sabía, dijo don Hermelindo-, y es cierto, donde hay lumbre hay mina. De mi libro, “El otro rostro”. Con las ilustraciones de Alfredo Mejía...
#QuédateEnCasa🏡💙
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