𝗦ó𝗹𝗼 𝘂𝗻 𝗮𝗺𝗼𝗿 𝘁𝘂𝘃𝗲…𝗝𝘂𝗮𝗻, 𝗱𝗶𝗰𝗲 𝗠𝗮𝗿𝗴𝗮𝗿𝗶𝘁𝗮 𝗱𝗲 𝟵𝟲 𝗮ñ𝗼𝘀





𝙅𝙖𝙫𝙞𝙚𝙧 𝙁𝙧𝙖𝙣𝙘𝙞𝙨𝙘𝙤 𝙍𝙚𝙮𝙚𝙨.TETICIC, Mpio. OLINALA, GRO., 30 de Junio de 2022.—Vivir 96 años, en estos tiempos, dice la máxima popular “es que es de buena madera”, de eso está hecha la longeva doña Margarita Reyes Navarrete, nativa de este lugar, sin dar su brazo a torcer, no soltó prenda de los nombres y cuántos amores ha tenido en su larga vida, se resistió, solo dijo uno…Don Juan.

𝗟𝗮 𝗖𝗿ó𝗻𝗶𝗰𝗮, 𝗩𝗲𝘀𝗽𝗲𝗿𝘁𝗶𝗻𝗼 𝗱𝗲 𝗖𝗵𝗶𝗹𝗽𝗮𝗻𝗰𝗶𝗻𝗴𝗼, dio amplia cobertura al festejo de su cumpleaños, el pasado 10 de junio, en esta pintoresca comunidad, distante a una hora u hora y media de la cabecera municipal de Olinalá, región de la montaña, por los trabajos que se realizan de un camino artesanal, pero geográficamente es de 15 minutos.

En esta parte de la región de la montaña, las lluvias ya se presentan más frecuente, los campesinos comenzaron a sembrar y uno de los principales problemas que enfrentan los más de mil habitantes, es el constante corte de la monofásica red de energía eléctrica, cada vez que llueve quedan en total penumbras desde un día y hasta ocho y más, no existe eficiencia, ni eficacia de la Comisión Federal de Electricidad, que presume ser empresa de “clase mundial”.

Inclusive dos horas antes del festejo del 96 aniversario de doña Margarita Reyes Navarrete del  pasado 10 de junio, no había luz, porque llovió una noche antes, y se reportó, pero no fue reparada en el tiempo ofrecido de una y hasta 10 horas, tuvieron que pasar más de 15, pese a ello todo estaba preparado por sus hijos, finalmente se llevó a cabo el festín sin contratiempos.

Primero se  realizó una misa de acción de gracias en el templo de  la “Guadalupe”, que se ubica en la parte alta de la comunidad, celebrada por el presbítero Juan Casarrubias Mancilla, quien será el primer párroco, a partir del 27 de agosto, será declarada oficialmente parroquia.

Ese día el sacerdote la bendijo, pidiéndole al gran creador que le de larga vida al lado de su hijas e hijos y familiares que la acompañaron a la homilía vespertina, entre ellos sus hermanos longevos que le quedan tres Adela y Clara, y el varón, Daniel, quien éste en broma y serio dice ya estamos viejos, haber quien se va primero, unos sordos y, otros rengos, pero todos caminan lento y se valen por sus propios medios.

La festejada es de buena madera, una señora longeva, es de complexión delgada, tez morena, cara espigada, pelo cano, muy lucida y atenta a todo lo que sucede a su alrededor, anímicamente se observa bien.

Posteriormente se ofreció una comida en la cancha de usos múltiples de la localidad, amenizado por “Los Tres de Guerrero”, encabezado por uno de sus hijos de la festejada como vocalista y hasta compositor, Reynaldo Baltazar Castillo, en tanto se servía la comida a base de barbacoa de puerco a todos los asistentes.

La mañana del 12 de junio, como a las 09:00 de horas, estando en la cocina de la casa de la festejada desayunando, éste reportero, más que entrevista, sostuvo una charla informal y sin grabadora en mano, preguntándole, como se sentía, dos días después del festín de cumpleaños.

En todo momento con sus manos en movimiento, dio  respuesta contundente, “me siento bien y que hayan venido mis hijos desde muy lejos”, al tiempo que dudó que se vaya a repetir la convivencia nuevamente,  ya que no había sucedido anteriormente una reunión  casi con todos sus vástagos que han estado atentos, unos comunicándose por teléfono y otros viajan constantemente para estar a su lado.

Entonces surgió la interrogante a doña Mago como cariñosamente se le conoce en el pueblo ¿Cuántos amores tuvo en su vida?, seguramente nunca pensó que alguien se lo preguntaría  para un medio de comunicación por un periodista en esta lejana pero apacible comunidad con su gente entregada al trabajo.

Testigos de esa charla, fue su hermana Clara que el 12 de agosto del 2022 cumplirá 90 largos años de vida, sus hijas Gertrudis, Angelina, su hijo Reynaldo, al lado de su esposa Heber Bello, la nieta Cecilia y su nieto Humberto. 

Por cierto, nadie interfirió, solo escuchaban, seguramente valoraron que era único e histórico diálogo con un periodista que lo plasmaría en su medio de información, ahora digital, para ella no era desconocido, porque aquí lo vio crecer en esta bonita localidad rural.

Tampoco pensó que algún día platicaría—unos 50 años después-- con un sobrino que se dedicara al periodismo, seguramente  por ello no se inmutó cuando le hacía preguntas y sus respuestas siempre fueron sin titubeos, pero nunca soltó hebra, en todo momento, la respuesta enterró toda posibilidad de saber más sobre las parejas que existieron en su corazón, y repitió, una y otra vez, fue uno….Don Juan.

Su  menor hijo Reynaldo,  que cariñosamente le dicen  “Rey”, veía a su mamá  de reojo y con una sonrisa picaresca que la compartía con su esposa Heber Bello, que estaba a su lado echándose el desayuno, y con la duda  que soltara otro nombre de un varón….pero nada sucedió y se echó la sopeada y se lo bajó con un sabroso café con canela.

En tanto Angelina y Gertrudis miraban a su santa madre sentada en la cabecera de la mesa replegada a la pared, degustando café con canela, pero a la expectativa, solo esperaban haber que le revelaría al entrevistador, que en los últimos diez años era la tercera vez que retornaba a su tierra natal, Teticic, pero nunca platicó con la tía Mago, como periodista, a pesar que en su casa ha pernoctado.

Volvió a repetir, que el único amor en su vida fue Don Juan Castillo, originario de Tehuaxtitlán, municipio de Olinalá, con quien procreó ocho hijos, el primero fue hombre y murió en poco tiempo, luego llegó más descendencia, actualmente viven siete.

Cuando doña Margarita nombró a don Juan, se removieron sus  vivas emociones y hasta respiró profundamente, como si se revivieran aquellos intensos momentos de felicidad con la que procreó con mucho amor a hijas e hijos, y a la distancia del tiempo, ahora la entienden mejor como adultos, y como le hizo después de que enviudó, con doble responsabilidad como madre y padre para sostener en su momento nueve hijos.

A sus 96 años de edad, doña Maguito, contestó lo mismo y en todo momento en movimiento de sus manos y ademanes, pese a que el reportero insistía en saber, pero no hubo mayor revelación, así que los nombres de amores en su vida, se los lleva en su corazón y hasta la tumba. Pero  éste vespertino, supo que a unos cuantos pasos todavía vive uno de ellos de más de 80 años de edad, pero como no fue revelado, lo dejamos en suspenso.

“Oficialmente” matrimonió con don Juan Castillo, con quien procreó a sus hijas, Gertrudis, Angelina, Vicenta, Ernestino, ahora Andrés, María Elena y los que se han adelantado en el camino sin retorno, Sofía y Leonides.

Pero el “secreto de amor” que no quiso revelar la identidad doña Margarita que salieran de sus labios, tuvo dos buenos hijos fuera de matrimonio a los que atesora al igual que los primeros, Esteban y Reynaldo, quienes la quieren y la respetan, éste último es el que se encargará hasta sus últimos días en cuidarla, con ella vive en la casa materna. Por cierto buen anfitrión, al tener todo el apoyo de su esposa Heber Bello y sus hijos, entre ellos muy activo y servicial, Gilberto, más popular como “Gil”.

A pesar de las vicisitudes de la vida que se pasan en el medio rural olinalteco, a todos ellos los sacó adelante y se siente orgullosa,  no obstante que enviudó relativamente muy joven, se hizo cargo del sostenimiento de sus hijos, hora todos son adultos.

En esta fiesta del 96 aniversario del natalicio de la “jefa”, se juntaron y la mayoría estuvieron presentes, Gertrudis, proveniente de Acaxtlahuacán,  Puebla, por motivos  de salud no asistió Vicente, quien vive en este lugar poblano; Esteban, llegó con algunos miembros de su familia desde Hermosillo, Sonora del norte del país  donde radica desde hace más de 18 años.

También llegaron de Acapulco, Angelina y Ernestino (Andrés), y María Elena, de El Porvenir, municipio de San Marcos, región de la Costa Chica, y por supuesto quien la cuida y está a cargo, Reynaldo, quien no canta mal las rancheras con su grupo musical “Los Tres de Guerrero”.

Nadie de sus hijos, se ha ido al extranjero buscando el “sueño americano”, todos están en territorio nacional, en tanto la plática informal siguió con la festejada, al referirse que Teticic, ya no es el mismo de antes, ha crecido, y cambiado mucho, ahora se llega en carro, anteriormente en burro o bestias mulares.

Confirmó que ella es auténtica y originaria de Teticic, aquí nació, creció, se casó, crio a sus hijos y aquí se va a quedar, lo dice con un poco de nostalgia, para quedarse en el panteón local al lado de sus padres en donde están sepultados los campesinos doña Alberta Navarrete y don Tiburcio Reyes.

Los progenitores de la festejada tuvieron a sus hermanas, Clara, Adela, Daniel y dos más que ya fallecieron el sacerdote Jesús, quien fue enterrado en el atrio de la iglesia de Pascala del Oro, municipio de San Luis Acatlán, ubicado entre la Montaña y Costa Chica de Guerrero y Cándida, fue sepultada en Teticic.

Es una verdaderamente mujer longeva, todavía es lucida se vale por si sola, a pesar de que la operaron de los dos ojos, ya ve poco, todo empañado, refiere, pero no deja de hacer sus actividades cotidianas, por ejemplo el 8 de junio alrededor de las 18:00 horas, fue captada recogiendo del piso del patio de su casa, semilla de cuahuayote, que son una delicia para el paladar cuando están cosidas y doradas en el comal, como  el comercial “A que no puedes comerte una”.

A estas alturas de los años de la vida, tiene problemas auditivos, hablándole con voz alta, contesta y platica normalmente, como el recordar puntualmente la vida campirana tranquila y alegre sembrando maíz, frijol y chile en las tierras de labor, muy productivas, siguen cosechando para vender los excedentes y obtener ingresos para que se mantengan las familias.

Rememoró que los viajes eran muy prolongados  para llegar a los diversos puntos, Olinalá o Chilapa de Alvarez, pero también por la ausencia de oportunidades de estudios y trabajo,  por eso, muchos emigraron a las diversas ciudades del estado y del país, como sucede con sus hijas e hijos.

Efectivamente,  ya no es igual, su veredas convertidas en carreteras de terracería, sus parcelas atendidas con fertilizante para que sigan produciendo, aunque no llega la mecanización del campo. Se observan algunos ranchos con ganado.

Visitar esta localidad, trabajadora y muy luchona, está ubicada en una media loma, tiene panorámica por los cuatro puntos cardinales, con atardeceres  y amaneceres frescos en esta época del año de primavera verano, con neblina en las barrancas y cerros que rodean esta comunidad de Olinalá, región de la montaña suriana.

#𝗤𝘂é𝗱𝗮𝘁𝗲𝗘𝗻𝗖𝗮𝘀𝗮. 🏡 💙











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