NOTA CON FOTOS

Me enteré que tenía coronavirus
 por una conferencia de prensa

Margena de la O.--Me enteré que era el segundo caso positivo de coronavirus (covid-19) en Guerrero de la misma manera que se enteraron otros, por la noticia que corrió después de la conferencia de prensa que dirigió el gobernador Héctor Astudillo Flores en Acapulco.
Soy la estudiante de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro) que regresó a México, y después a Chilpancingo, de Madrid, España, el 12 de marzo pasado. Estuve en la Universidad Complutense de Madrid por un tiempo como parte del programa universitario Movilidad estudiantil.
Cuando el secretario de Salud, Carlos de la Peña Pintos mencionó en esa conferencia de prensa mis características, dudé que se tratara de mí, porque nadie me confirmó antes y hasta ahora no me han entregado resultados de las pruebas clínicas que yo misma pe
dí me practicarán.
Enseguida de la confirmación del caso hubo periodistas locales que comentaron mi nombre y hasta datos de mi familia y de mi entorno. Se filtraron fotos personales, detalles de mis redes sociales, y hasta recibí llamadas y mensajes de personas que no conozco pidiendo hablar conmigo.
Se supone que mi información personal era confidencial, porque así me lo manejaron, ahora toda la ciudad sabe quién soy y creen tener el derecho de opinar en redes sociales de lo que no tienen conocimiento.
Bueno, se dijo que yo asistí a una fiesta de quema de libros, que son muy comunes en Chilpancingo para festejar la conclusión de estudios universitarios. Eso el falso. Desde que llegué de España yo he permanecido en casa, aislada, por decisión mía, porque desde siempre fui responsable.
Pero el Instituto Tecnológico de Chilpancingo, la institución considerada como la segunda opción universitaria en la ciudad, desde ayer miércoles suspendió todas las actividades académicas frente a grupo, según, por mi causa.
“Se tiene conocimiento que estudiantes de este campus estuvieron en contacto directo con la persona diagnosticada clínicamente como portadora del coronavirus Covid-19”, dice el comunicado que firma la directora de la institución, María Eugenia Reynoso Dueñas.
El trato que he recibido no comienza con la confirmación de que soy positivo al coronavirus, ocurre desde la noche que llego a México. En el aeropuerto Benito Juárez de la Ciudad de México no hubo ningún filtro de seguridad, no nos hicieron ningún tipo de revisión, ninguna pregunta, ninguna prueba, no nos tomaron la temperatura. Todos entramos como si no estuviera pasando nada.
Debo aclarar que volví a México por todo lo que que ocurre en Madrid con el covid-19 y porque nunca sentí los síntomas. Hasta ahora no he tenido fiebre.
Pero siempre tomé precauciones. Durante todo el vuelo usé cubrebocas. Además, mi papá me recogió en el aeropuerto en coche. Llegué a Chilpancingo en la madrugada y directamente a mi casa. Desde entonces no he salido de mi casa, “me mantuve aislada y con contacto mínimo con mis padres y hermano”.
Me regreso un poco con la narración. El viernes por la mañana, es decir, horas después de mi llegada, con mis padres decidimos que, por precaución, me realizaran la prueba, pues, vengo de un país en crisis por el virus.
Mis padres buscaron entre los laboratorios particulares de la ciudad para que me hicieran la prueba, pero en ninguno había los reactivos que se necesitan. Me comuniqué a la Secretaría de Salud estatal para informar de mi llegada de Madrid y que, aun cuando no presentaba ningún síntoma, solicitaba me hicieran la prueba.
Me sacaron la muestra en mi casa el viernes 13 de marzo. El personal médico que me atendió se llevó mis datos personales y los de mi familia, y me anticiparon que los resultados de los análisis los tendrían el martes 17 de marzo. Para ser sincera creí que por la emergencia agilizarían los resultados, pero me justificaron que se atravesaba un fin de semana largo.
Para mi sorpresa, las autoridades estatales confirmaron de un segundo caso positivo de coronavirus en Guerrero –el primero es un turista de origen argentino alojado en Acapulco– en una conferencia de prensa en Acapulco: una universitaria de vuelta de España. Insisto, dudé que se tratara de mí, porque no me habían notificado.
Un médico llegó a mi domicilio cuatro horas después de esa conferencia de prensa y me informó que el segundo caso de coronavirus confirmado era yo. Lo hizo de manera verbal, porque nunca me entregó resultados físicos de las pruebas ni me dio alguna receta; sólo habló de que todos los integrantes de mi familia permaneciéramos en casa por 14 días.
En serio, me notificaron como positivo al coronavirus después de informarlo a todos, y eso me tiene molesta porque es una completa falta de respeto para mí.
Este testimonio fue reconstruido a partir de una carta difundida por la universitaria a través de una de sus redes sociales, y con información proporcionada por autoridades estatales y de publicaciones de algunos medios locales. (lasillarota.com).

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