NOTA CON FOTO
Cierra Vaticano basílica y plaza
de San Pedro por coronavirus
Además, el Estado pontificio suspenderá una serie de servicios, incluidas las actividades de la unidad móvil de Correos Vaticanos, una tienda de ropa y su comedor para empleados. «La farmacia y el supermercado siguen abiertos, pero con entradas reglamentadas», se indica en el comunicado.
Dio a conocer, en un comunicado, que junto con las autoridades italianas se refuerzan medidas para para evitar la propagación del coronavirus, como son los actos masivos del Papa Francisco.
Agregó que se cancelan las visitas guiadas a turistas por lo menos hasta el próximo 3 de abril, cuando la Iglesia celebrará el viernes de Dolores, una semana previa para el Viernes Santo.
Asimismo, anunció restricciones para el servicio de correo, cafetería de empleados, tiendas de la Editorial del Vaticano y el Servicio de Fotografía de L’Osservatore Romano.
Desde este martes Italia entera está sujeta a medidas de aislamiento para tratar de ralentizar la propagación del coronavirus.
Las disposiciones, que incluyen restricciones de viaje y la prohibición de reuniones públicas, fueron anunciadas el lunes por el gobierno de Guiseppe Conte, después de que este decidiera ampliar a todo el territorio peninsular las medidas que ya había anunciado para un cuarto de su población en el norte del país.
«Se trata de evitar los movimientos en toda la península, con excepción de casos de necesidad, por motivos laborales o de salud», dijo el primer ministro.
«No hay más tiempo», destacó, luego de que el número de muertes por causa del covid-19 subiera a 463 el lunes.
Italia es el país con más muertes confirmadas después de China, país donde se originó la epidemia.
CALLES DE ITALIA LUCEN VACIAS
Todo ocurre mientras los 60 millones de italianos se van acostumbrando poco a poco a las estrictas medidas contra el coronavirus. El balance de ayer por la tarde era preocupante: 9.172 casos diagnosticados , entre ellos 7.985 actualmente enfermos (1.600 más en 24 horas), 724 curados y 463 fallecidos. Son 97 muertos más en un día, todas “personas frágiles y con patologías previas”, según el jefe de la Protección Civil italiana, Angelo Borrelli.
Calles vacías, sólo dos personas a la vez en la farmacia, avisos en los supermercados... los italianos se acostumbran a una nueva vida
En el primer día de confinamiento, las calles de Roma estaban mucho más vacías que de normal. Había quien acudía a hacer la compra, porque está permitido salir de casa para necesidades básicas como la alimentación, aunque el Gobierno recomienda quedarse en casa lo máximo posible. En el supermercado avisaban que todo el mundo debe permanecer a un metro de distancia
En la farmacia obligaban a hacer cola fuera para que no hubiesen más de dos personas a la vez en el establecimiento y a lavarse las manos con gel desinfectante. Muchos iban con mascarillas por la calle. “¿Quedan mascarillas?” preguntaba un hombre que se había recorrido tres farmacias. La respuesta de la farmacéutica era, de nuevo, negativa. Aunque las autoridades médicas recuerdan que sólo sirven para proteger a los enfermos o al personal sanitario, las mascarillas siguen siendo un bien muy buscado por las italianas.
“Si nos dicen que hemos de actuar así, qué le vamos a hacer”, se resignaba Alessandra, que iba a trabajar a una tienda de ropa infantil. El trabajo está permitido y también funciona el transporte público, aunque el Gobierno anima a quien pueda a seguir la jornada laboral desde sus domicilios.
En Roma, cientos de personas se han dirigido a la estación ferroviaria central, la de Termini, para volver a sus ciudades y pueblos de origen, conscientes de que esta situación irá para largo y así poder pasar el aislamiento “cerca de la familia”, contó a Efe Melissa, estudiante procedente de Fondi, en el centro del país.
Se han cancelado entre un 60 % y un 70 % de los trenes por baja demanda, explican fuentes de Trenitalia, especialmente los que van a ciudades del norte como Milán o Venecia, más afectadas por el coronavirus, mientras que en la estación aparece insólitamente vacía y con controles policiales y militares. La gente llega algo desorientada a los controles, donde los agentes cubiertos con guantes y mascarillas reparten el módulo de autocertificación que deben rellenar para viajar y en el que indican el lugar de origen, destino y el motivo del viaje.
Quienes quieran desplazarse tendrán que hacerlo rellenando el mismo módulo que empezó a distribuir ayer, en un principio sólo para la Lombardía y las 14 primeras provincias, que ahora valdrá para toda la península. Los ciudadanos deben declarar conocer las medidas del último decreto para contener el contagio e indicar uno de los cuatro motivos por el que incumplen el aislamiento: exigencias laborables comprobables, situaciones de necesidad, motivos de salud o bien regreso al propio domicilio. De engañar a las autoridades se arriesgan a mínimo tres meses de cárcel.
MOTINES EN LAS PRISIONES
La situación en las prisiones italianas por el coronavirus ha desembocado en violencia al punto que entre el domingo y el lunes pasados las restricciones en el régimen de visitas dejaron 11 presos muertos, según dio a conocer el Ministerio de Justicia italiano.
De acuerdo con la información oficial, ocho de las víctimas se encontraban recluidos en la cárcel de Módena (al norte de Italia): la mitad murió en la propia cárcel mientras que los otros cuatro fallecimientos fueron después de ser evacuados a los centros de Alessandria, Verona, Parma y Ascoli tras las revueltas.
Otros tres reclusos murieron en Rieti (centro) y 10 internos de este centro se encuentran ingresados.
Todas las muertes se produjeron después de que los presos consumieran fármacos y estupefacientes tras saquear la enfermería de sus cárceles, según las primeras indagatorias.
Por lo pronto, las autoridades judiciales ordenaron custodiar los cadáveres para esclarecer las circunstancias de los fallecimientos.
Las protestas se produjeron entre el domingo y el lunes después de que el gobierno italiano decretara una serie de medidas para contener el avance del coronavirus que ya ha infectado a casi 8 mil personas y causado la muerte a 463, sobre todo en el norte del país.
Los presos se quejaban de las restricciones en el régimen de visitas y la situación derivó en violentas revueltas en una veintena de cárceles de todo el país.
Este martes siguen los disturbios en la penitenciaría de Boloña (norte), donde se han ocupado algunas áreas, mientras que Foggia (sur) lograron escaparse 50 presos y ya han sido capturados 22, algunos vinculados con la criminalidad organizada, según medios locales.
En Melfi (sur) esta noche se logró la liberación de cuatro agentes y cinco operadores sanitarios tomados como rehenes. (Con información de AFP/ proceso.com.mx).
de San Pedro por coronavirus
CIUDAD DE MÉXICO.– El Vaticano se sumó hoy a las medidas restrictivas adoptadas por las autoridades italianas ante la rápida propagación del coronavirus Covid-19 y anunció que la Basílica de San Pedro y la plaza de San Pedro permanecerán cerradas al turismo a partir de este martes y hasta el próximo 3 de abril.
La plaza y la basílica de San Pedro del Vatic
ano se mantendrán «cerradas a las visitas guiadas y a los turistas» como medida de precaución contra la propagación del coronavirus, ha comunicado el servicio de prensa de la Santa Sede.La plaza y la basílica de San Pedro del Vatic
Además, el Estado pontificio suspenderá una serie de servicios, incluidas las actividades de la unidad móvil de Correos Vaticanos, una tienda de ropa y su comedor para empleados. «La farmacia y el supermercado siguen abiertos, pero con entradas reglamentadas», se indica en el comunicado.
Dio a conocer, en un comunicado, que junto con las autoridades italianas se refuerzan medidas para para evitar la propagación del coronavirus, como son los actos masivos del Papa Francisco.
Agregó que se cancelan las visitas guiadas a turistas por lo menos hasta el próximo 3 de abril, cuando la Iglesia celebrará el viernes de Dolores, una semana previa para el Viernes Santo.
Asimismo, anunció restricciones para el servicio de correo, cafetería de empleados, tiendas de la Editorial del Vaticano y el Servicio de Fotografía de L’Osservatore Romano.
Desde este martes Italia entera está sujeta a medidas de aislamiento para tratar de ralentizar la propagación del coronavirus.
Las disposiciones, que incluyen restricciones de viaje y la prohibición de reuniones públicas, fueron anunciadas el lunes por el gobierno de Guiseppe Conte, después de que este decidiera ampliar a todo el territorio peninsular las medidas que ya había anunciado para un cuarto de su población en el norte del país.
«Se trata de evitar los movimientos en toda la península, con excepción de casos de necesidad, por motivos laborales o de salud», dijo el primer ministro.
«No hay más tiempo», destacó, luego de que el número de muertes por causa del covid-19 subiera a 463 el lunes.
Italia es el país con más muertes confirmadas después de China, país donde se originó la epidemia.
CALLES DE ITALIA LUCEN VACIAS
Todo ocurre mientras los 60 millones de italianos se van acostumbrando poco a poco a las estrictas medidas contra el coronavirus. El balance de ayer por la tarde era preocupante: 9.172 casos diagnosticados , entre ellos 7.985 actualmente enfermos (1.600 más en 24 horas), 724 curados y 463 fallecidos. Son 97 muertos más en un día, todas “personas frágiles y con patologías previas”, según el jefe de la Protección Civil italiana, Angelo Borrelli.
Calles vacías, sólo dos personas a la vez en la farmacia, avisos en los supermercados... los italianos se acostumbran a una nueva vida
En el primer día de confinamiento, las calles de Roma estaban mucho más vacías que de normal. Había quien acudía a hacer la compra, porque está permitido salir de casa para necesidades básicas como la alimentación, aunque el Gobierno recomienda quedarse en casa lo máximo posible. En el supermercado avisaban que todo el mundo debe permanecer a un metro de distancia
En la farmacia obligaban a hacer cola fuera para que no hubiesen más de dos personas a la vez en el establecimiento y a lavarse las manos con gel desinfectante. Muchos iban con mascarillas por la calle. “¿Quedan mascarillas?” preguntaba un hombre que se había recorrido tres farmacias. La respuesta de la farmacéutica era, de nuevo, negativa. Aunque las autoridades médicas recuerdan que sólo sirven para proteger a los enfermos o al personal sanitario, las mascarillas siguen siendo un bien muy buscado por las italianas.
“Si nos dicen que hemos de actuar así, qué le vamos a hacer”, se resignaba Alessandra, que iba a trabajar a una tienda de ropa infantil. El trabajo está permitido y también funciona el transporte público, aunque el Gobierno anima a quien pueda a seguir la jornada laboral desde sus domicilios.
En Roma, cientos de personas se han dirigido a la estación ferroviaria central, la de Termini, para volver a sus ciudades y pueblos de origen, conscientes de que esta situación irá para largo y así poder pasar el aislamiento “cerca de la familia”, contó a Efe Melissa, estudiante procedente de Fondi, en el centro del país.
Se han cancelado entre un 60 % y un 70 % de los trenes por baja demanda, explican fuentes de Trenitalia, especialmente los que van a ciudades del norte como Milán o Venecia, más afectadas por el coronavirus, mientras que en la estación aparece insólitamente vacía y con controles policiales y militares. La gente llega algo desorientada a los controles, donde los agentes cubiertos con guantes y mascarillas reparten el módulo de autocertificación que deben rellenar para viajar y en el que indican el lugar de origen, destino y el motivo del viaje.
Quienes quieran desplazarse tendrán que hacerlo rellenando el mismo módulo que empezó a distribuir ayer, en un principio sólo para la Lombardía y las 14 primeras provincias, que ahora valdrá para toda la península. Los ciudadanos deben declarar conocer las medidas del último decreto para contener el contagio e indicar uno de los cuatro motivos por el que incumplen el aislamiento: exigencias laborables comprobables, situaciones de necesidad, motivos de salud o bien regreso al propio domicilio. De engañar a las autoridades se arriesgan a mínimo tres meses de cárcel.
MOTINES EN LAS PRISIONES
La situación en las prisiones italianas por el coronavirus ha desembocado en violencia al punto que entre el domingo y el lunes pasados las restricciones en el régimen de visitas dejaron 11 presos muertos, según dio a conocer el Ministerio de Justicia italiano.
De acuerdo con la información oficial, ocho de las víctimas se encontraban recluidos en la cárcel de Módena (al norte de Italia): la mitad murió en la propia cárcel mientras que los otros cuatro fallecimientos fueron después de ser evacuados a los centros de Alessandria, Verona, Parma y Ascoli tras las revueltas.
Otros tres reclusos murieron en Rieti (centro) y 10 internos de este centro se encuentran ingresados.
Todas las muertes se produjeron después de que los presos consumieran fármacos y estupefacientes tras saquear la enfermería de sus cárceles, según las primeras indagatorias.
Por lo pronto, las autoridades judiciales ordenaron custodiar los cadáveres para esclarecer las circunstancias de los fallecimientos.
Las protestas se produjeron entre el domingo y el lunes después de que el gobierno italiano decretara una serie de medidas para contener el avance del coronavirus que ya ha infectado a casi 8 mil personas y causado la muerte a 463, sobre todo en el norte del país.
Los presos se quejaban de las restricciones en el régimen de visitas y la situación derivó en violentas revueltas en una veintena de cárceles de todo el país.
Este martes siguen los disturbios en la penitenciaría de Boloña (norte), donde se han ocupado algunas áreas, mientras que Foggia (sur) lograron escaparse 50 presos y ya han sido capturados 22, algunos vinculados con la criminalidad organizada, según medios locales.
En Melfi (sur) esta noche se logró la liberación de cuatro agentes y cinco operadores sanitarios tomados como rehenes. (Con información de AFP/ proceso.com.mx).
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