NOTA CON FOTOS

No es verdad que estén
quemados, están vivos
Margena de la O.IGUALA DE LA INDEPENDENCIA, GRO.-- La jornada de lucha por la verdad y la justicia a cinco años de la desaparición de los 43 normalistas cerró con una marcha en Iguala, pero también estuvo contextualizada en un nuevo comienzo para la investigación del caso.
Esta semana de protestas y movilizaciones también fue de nuevas diligencias para el reinicio de la investigación que realiza la Fiscalía General de la República (FGR) como parte de los trabajos de la Comisión de Acceso a la Verdad y la Justicia.
En el basurero municipal de Tepecoacuilco, uno de los municipios más cercanos a Iguala, desde el domingo es resguardado por el Ejército, y se observa personal que hace trabajos de excavación. De hecho, se observan peritos de la FGR al interior y maquinaria pesada, pero el basurero está cerrado y vigilado por los familiares.
El subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas, confi
rmó las diligencias en una de las conferencias mañaneras. Explicó que existen operativos de búsqueda en cinco distintos municipios: Cocula, Iguala, Huitzuco, Mezcala y Tepecoacuilco, todo de la región Norte. En el último de éstos municipios confirmó esas diligencias en proceso y que, en total, han revisado 210 puntos de búsqueda.
La marcha de este 27 de septiembre que cierra la semana de actividades en este aniversario de la noche de Iguala, un contingente encabezado por los padres de los 43 normalistas desaparecidos recorrió unas zonas de Iguala, sobre todos esos puntos que recorrieron los normalistas cuando fueron atacados por hombres armados o supuestos policías municipales.
El grueso del contingente lo integraban normalistas de Ayotzinapa y de todas las normales rurales del país, todas integradas a la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM) y de otras organizaciones sociales que han acompañado la lucha de los padres a lo largo de estos cinco años.
Salieron del entronque que conduce hacia Periférico, porque visitaron los dos lugares donde encontraron los cadáveres de los tres normalistas asesinados esa noche. El primer sitio al que fueron es la estela en memoria a Julio César Mondragón Fontes. Ese lugar es donde hallaron su cadáver, con el rostro desollado.
La actividad consistió en un mitin y un acto religioso en el que se difundió un mensaje del obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza: “la desaparición de los jóvenes es una vergüenza para México y una afrenta para todos”.
En su turno, los padres hicieron un llamado al gobierno federal para que consiga la verdad de esa noche en Iguala.
Eudocia Baranda Gallardo, madre de Luciano Pablo Baranda, uno de los 43 normalistas desaparecidos, insistió en la falsedad de la verdad histórica: “sabemos que fueron los policías los que desaparecieron. No es verdad que estén quemados. Están vivos”.
Después se siguieron hacia los monumentos en nombre de Julio César Ramírez Nava y Daniel Solís Gallardo, es decir, en esquina de calle Juan N Álvarez y Periférico norte, un punto referencia durante la noche de Iguala.
Esa esquina es la referencia del segundo ataque contra los normalistas. Ramírez Nava y Solís Gallardo, fueron asesinados en ese momento.
El contingente, en una segunda etapa de la marcha, realizaron un segundo mitin político ya en la plaza de las Tres Garantías, después de una marcha por calles del centro.
Ahí Blanca Ramírez, madre de Jorge Ramírez Nava, en un enérgico mensaje, soltó: “No nos van a detener, vamos a seguir en las calles”.
A su juicio, el gobierno anterior fue una “porquería”, porque nunca se importó por la investigación.
 Somos madres que estamos sufriendo, llevamos cinco años de sufrimiento. Los queremos, los amamos (a nuestros hijos) y nos van a detener.(lasillarota.com).

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