ARTÍCULO

A 4 años del Gobierno de
Héctor Astudillo Flores

César González Guerrero
Falta un mes para que el Gobernador Héctor Antonio Astudillo Flores cumpla sus 4 años de un gobierno electo para seis años. Son escasos días los que servirán para preparar y elaborar su cuarto informe. Independientemente de ello, quienes hemos estado atentos a sus actividades durante el tiempo mencionado nos queda claro que sí hay logros. No los que se desean, pero sí los que

en la medida de lo posible se tienen. Eso no se puede negar.
Todos recordamos el escenario que existía en Guerrero, después de los sexenios de René Juárez Cisneros (1999-2005) y Zeferino Torreblanca Galindo (2005-2011), un largo periodo de estabilidad social y política, al que se suman los sexenios de José Francisco Ruiz Massieu (1987-1993); Alejandro Cervantes Delgado (1981-1987), Rubén Figueroa Figueroa (1975-1981), Raymundo Abarca Alarcón 1963-1969) y Baltasar R. Leyva Mancilla (1945-1951).
Siete Gobernadores que han logrado pasar a la historia de Guerrero cumpliendo con el alto honor de trabajar los 6 años de sus respectivos gobiernos, de acuerdo con el mandato que otorga la Constitución Política del Estado.
En este siglo XXI los años más difíciles de gobernar fueron parte del 2011, 2012, 2013, 2014 y 2015. Desde luego, de igual manera fueron los años de 1941 hacia atrás. Tiempos de inestabilidad a nivel mundial y desde luego nacional.
No obstante ello, Guerrero con su accidentada orografía y su rezago histórico, lentamente está superando algunos de sus problemas, gracias al trabajo constante de quienes tienen el encargo de coordinar los esfuerzos de los guerrerenses, con una estructura plural.
Es el caso del Gobernador Héctor Astudillo Flores, quien desde el 27 de octubre del año 2015, fecha en que protestó cumplir con nuestra carta máxima, trabaja todos los días recorriendo los 81 municipios distribuidos en las 7 regiones del Estado y la parte geográfica denominada Sierra.
La tarea del Gobernador Astudillo es sin duda, muy complicada porque se tiene que hacer un doble esfuerzo, por un lado lograr la estabilidad política y social que tanto se necesita,  y a la vez gestionar los cada día mas escasos recursos para realizar obras de interés colectivo en las sectores básicos del desarrollo económico: agropecuario, educación, salud, vivienda, alimentación, comunicaciones, seguridad, justicia, etc.
Posiblemente las acciones de gobierno no cumplan las expectativas, porque no es fácil trabajar con limitaciones financieras, pero debemos reconocer los esfuerzos que se realizan para cubrir las principales demandas. Esta situación genera críticas porque Gobernar es muy complejo y criticar es muy sencillo. Una cosa es la crítica constructiva y otra la destructiva.
Los guerrerenses no debemos continuar lamentándonos de nuestros problemas, sino todo lo contrario, debemos apostarle a nuestras capacidades y modestas aportaciones que coadyuven al desarrollo económico de Guerrero.
Es muy cierto que en la inmensidad de los problemas parece que no se avanza como quisiéramos pero es evidente que, en el contexto internacional y nacional, en Guerrero se sigue luchando en contra de la adversidad ya mencionada en un principio y no se puede ni se debe claudicar.
Para mantener el ritmo de trabajo que se requiere en estos tiempos difíciles, se necesita el ánimo y el compromiso de cumplir con un proyecto de gobierno, pero más aun se necesita de la participación comprometida de todos los sectores que conforman la actividad económica. Sociedad y gobierno deben coordinar acciones que beneficien a la población en general.
Después de cuatro años de gobierno, Héctor Astudillo Flores está haciendo lo que corresponde a su investidura, a los ciudadanos nos corresponde hacer lo propio. 
La estrategia del gobierno del estado es correcta, cercanía con la gente, comunicación directa con las organizaciones civiles, trabajo permanente, sin horario y con mucha voluntad de servir. Estratégicamente el gobierno aplica políticas de atención a grupos vulnerables y organizados, también a las áreas que varios años no se han atendido como es el caso de la cultura cívica y promoción de los valores y principios.
Esa es la ruta de Guerrero.