ARTÍCULO

Orquesta la sirena de Copala
César González Guerrero
Como un respetuoso Reconocimiento y Homenaje a los primeros personajes de Copala que promovieron la música popular. La mayoría ya fallecidos y muy pocos que aún viven.
En la mayoría de todos los pueblos rurales o semiurbanos, existe un sinfín de historias y leyendas muy interesantes e importantes que, en algunos casos no han sido escritas, razón por la que se complica la investigación, y la que se puede encontrar, a veces es incompleta. Sin embargo, es
o no debe ser motivo para dejar de intentarlo.
En esta ocasión me permito compartir algo acerca de uno de los más populares y prestigiados grupos musicales de la Costa chica y creo de Guerrero, rogando su compresión por las omisiones y errores involuntarios. Ya habrá otra oportunidad para enmendarlos y ajustar lo que hoy presento.
A pesar del tiempo, los jóvenes de mi generación 1950 en adelante, y por supuesto quienes aún disfrutamos de la vida, sin duda recordamos a la “famosa” orquesta que nuestros abuelos y padres hicieron toda una historia musical. Esa inolvidable orquesta fue bautizada como la Sirena. Por supuesto que antes del año en mención existieron otros grandes músicos que pronto comentaremos.
La histórica y popular orquesta denominada como La Sirena, fue fundada, aproximadamente, en el año 1950 por el destacado músico, compositor, comerciante, político y líder natural Copalteco y Maestro de Nota Juvencio González Soto (Trompeta y Trombón de embulo), que integró a otros distinguidos ciudadano, también como maestro Félix Coronel Damián (clarinete y saxofón tenor), y alumnos Félix Damián Chopin (Trompeta), Elpidio González  Magallón (saxofón, tercer alto y tenor), Juvencio González Mendoza (saxofón alto y tenor, trombón de embulo y de vara), Sadot Lozano González (primera trompeta), Heriberto García Pérez (Batería, saxofón y trompeta), Epifanio Aparicio López (contrabajo o tololoche y guitarra), Pompeyo Clemente Céspedes (saxofón alto),  que a partir de ese año iniciaron una época de oro en el aspecto musical. Dentro del grupo de alumnos también destacaron los señores Telesforo García, Rafael González Soto, Pirraco Polanco, entre otros.
La música de esa época hizo célebre canciones como la consentida, canción del alma, el reloj, hay amor ya no me quieras tanto, adiós mariquita linda, el andariego, amar y vivir, morenita mía,  tu solo tu, somos diferentes, amor sin retoño, vereda tropical, eso (chiquitina), danzones como nereidas, la bella Orizaba, champoton, teléfono de larga distancia, amenizaban cualquier tipo de reunión social como bodas, bautizos, xv años, serenatas, corridas de gallo, velorios, cabo de año, fiestas patrias o cívicas, procesiones, sepelios,  etc.
Inolvidables melodías de esos tiempos como la tinajita, mi lindo cafetal, el alacrán tumbando caña, marcha de zacatecas, barrilito cervecero, la coca leca, la múcura, María Cristina, no podían faltar principalmente en fiestas de festejos no religiosos. Esos si fueron tiempos mejores.
Desde un inicio, el símbolo de la orquesta fue la figura de una hermosa Sirena, colocada en el frente de la batería (conocida como Tambora), para identificar este grupo musical y para deleitar al público conocedor de esta mitológica y guapa mujer, instrumento que en esa época lo ejecutaba con una gran elegancia Beto Conejo. Se sabe que fue dibujado por el maestro conocido como el Robalo y pintada por Don Macario Figueroa.
Después del año 1957 hasta 1972, ya sin la participación de Juvencio González Soto, Epifanio Aparicio López y Sadot Lozano González, La Sirena fue integrada y reforzada por nuevos elementos como Saúl Lorenzo Aparicio (saxofón tenor), Leopoldo Saligan Cortes (baterista) y Cándido Castellanos de Marquelia (trompetista).
Desde luego que hay muchas cosas que recordar de la Orquesta La Sirena de Copala, pero respetando el espacio, por hoy solo mencionamos esta parte. Seguramente habrá tiempo para seguir destacando la gran historia de este conjunto musical que aun recordamos. Por ejemplo la asistencia a bailes populares de familias completas, parejas inolvidables, tipo de bailes, vocalistas, etc.
Con todos los obstáculos que se presentan como fallecimientos, enfermedades, etc, años más tarde la Orquesta La Sirena se convierte en la Danzonear Copala. Pero esa será otra historia. Ya veremos.
AGRADECIMIENTO a mi tío Saúl Lorenzo Aparicio por sus aportaciones.

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