PRINCIPAL DE PRIMERA PLANA CON FOTOS

¿Cruz Roja privatizada?;
administrador enloqueció

--“¡Ya salte!” exigió al fotoreportero, un colérico  y déspota Jesús Ortega Cuevas
--“No prendas tu grabadora, aquí en mi oficina nadie me puede venir a entrevistar”, reclamó

Domingo Francisco Reyes.—Las instalaciones y los servicios médicos de la Cruz Roja se han privatizado pues cada día se incrementan sus costos y se anunciaron otros más desde mayo, en tanto el administrador se siente propietario de la institución y hasta enloqueció para que no sea molestado en “su” búnker.
La Crónica, Vespertino de Chilpancingo se dio a la tarea en dilucidar las inquietudes y preocupaciones de los ciudadanos, entre los temas por qué se colocaron cadenas en entradas y salidas a las instalaciones de la benemérita institución, sus carencias, pero también las quejas de incremento en el costo de los servicios, ya que se tiene la idea que son cuotas de recuperación, pero los cobros son equivalentes a las clínicas particulares.
Para salir de todas las dudas, obtener explicaciones y aclaraciones para el público que ha planteado estas inquietudes, ya que los ciudadanos usuarios perciben que la Cruz Roja paulatinamente se está privatizado tanto en sus instalaciones, como en sus necesarios servicios, sobre todo las de urgencias y auxilio.
Eran exactamente las 15:40 horas del día de ayer jueves 6 de junio, éste fotoreportero llegó a las instalaciones de la Delegación de la Cruz Roja Chilpancingo, ubica

da en la avenida  presidente “Benito Juárez” esquina con la calle “Eucaria Apreza” para buscar una entrevista con el encargado.
Cumpliendo con todo el protocolo, se instaló en la ventanilla  en donde estaba una dama que atendía al público, se le preguntó que si había la posibilidad de ver el presidente del Consejo Administrativo, Jesús Ortega Cuevas.
La respuesta inmediata de la mujer fue una pregunta, para que se lo buscaba, entonces se le explicó que era para una entrevista periodística, pidió esperar un momento, en tanto ella se dirigió de inmediato a la oficina de su jefe a infórmale.
Posteriormente retornó para invitarnos a pasar a la oficina de Jesús Ortega Cuevas, presidente del Consejo administrativo de la Delegación Cruz Roja de Chilpancingo, con la única intención de entrevistarlo por las inquietudes ciudadanas.
Al entrar a la oficina, el ambiente no era tan agradable, se observó semioscuro con el servicio de energía eléctrica apagada, entraba escasa luz del día, parecía que era el preludio de que no habría  entrevista para aclarar dudas de los ciudadanos pues no era un asunto personal, porque los usuarios una y otra vez preguntan inicialmente porque las instalaciones están cerradas con cadenas en sus entradas y salidas.
Cuando ya teníamos enfrente al presunto servidor público Jesús Ortega Cuevas, quien estaba acompañado de otra persona con cara de pocos amigos, se le explicó que nuestra presencia era exclusivamente para una entrevista periodística para La Crónica, Vespertino de Chilpancingo.
La reacción inmediata fue virulenta, no de una persona racional y de un servidor público, sino de un salvaje cuando un extraño irrumpe su hábitat, pese a que se le explicó de la intención de nuestra presencia, además había autorizado entrar hasta su oficina a través de la dama, porque si no quería, con la misma pudo haber mandado a decir que “estaba ocupado”.
El comportamiento del personaje, fue como si estuviera fuera de sus cabales, casi enloquecido, reaccionó exigiendo y casi gritando “no prendas tu grabadora, no prendas tu grabadora, aquí en mi oficina nadie me puede venir a entrevistar, apaga tu grabadora, apaga tu grabadora”.
La respuesta de Ortega Cuevas se veía estar fuera de sí y lo peor, que lo secundó la persona que lo acompañaba, exigiendo que saliera inmediatamente este fotoreportero, cuando en realidad  se buscaba una entrevista para publicarse, para dar a conocer las actividades que se realizan el Cruz Roja-Chilpancingo y por supuesto sus carencias que deben ser muchas como organismo no gubernamental y sin presupuesto.
Pero no fue todo, impulsivamente Jesús Ortega Cuevas, de la Delegación Cruz Roja, se paró de su asiento, casi tronando los dedos exigió “¡Ya salte!
Guardando prudencia ante esa actitud intolerante del energúmeno, sin responderle, ni decirle nada se abandonó el lugar, al tiempo  que el funcionario coléricamente  se dirigió  a  algunos paramédicos que estaban afuera de su oficina, les exigió, “haber acompáñenlo allá fuera”.
Ante este desconcierto por la actitud, se queda la duda y las interrogantes en el aire ¿Jesús Ortega Cuevas y su acompañante estaban en sus cinco sentidos o en otro mundo?
Con esa actitud virulenta habría quedado explicado tácitamente de que la delegación de la Cruz Roja-Chilpancingo está privatizada por el señor Jesús Ortega Cuevas convirtiendo las instalaciones en un búnker infranqueable, solo falta que ponga guardias civiles armados para no accesar con libertad,  como anteriormente, aunque ya lo comenzó al colocar cadenas en las entradas y salidas.
La queja de los ciudadanos es que los servicios de la Cruz Roja en la atención como inyecciones, curaciones cada día son más caros, casi como si fueran en un hospital o clínica particular, y para que no haya duda cobran 30 pesos por inyección por las noches.
Sin embargo desde el mes de mayo, hay un letrero en la ventanilla de cobro que dice textualmente: “A partir del Día 22-05-19 se Incrementarán los precios de Consulta, Inyecciones, Curaciones, Medicamentos, Certificados, Suturas”,  ahora  la pregunta ¿cuánto costarán lo servicios?
Es necesario que la delegada estatal, presidenta de la delegación Acapulco y Consejera nacional de la Cruz Roja Mexicana, Susana Palazuelos, revise el trabajo que está haciendo el presidente del Consejo administrativo de la institución altruista en Chilpancingo y porque asume actitudes de intolerancia.
El comportamiento es cuestionable, porque éste comunicador lo único que buscaba es cumplir con su misión de informar y se dio a la tarea de buscar al servidor público, pero la respuesta fue negativa y se acumularon más dudas de las que se llevaban para que fueran aclaradas por Jesús Ortega Cuevas, quien se siente propietario de una institución pública y altruista que está al servicio de toda la población.