SEGUNDA PRINCIPAL DE PRIMERA PLANA CON FOTO
Tras ataque a los Ayotzis
Los Peques a Carrizalillo
Los Peques a Carrizalillo
Ezequiel Flores Contreras.– El 11 de octubre de 2014, una semana antes de la detención de Carlos Canto, la agencia de Proceso informó que los integrantes de la pandilla “Los Peques” brazo armado de los Guerreros Unidos y señalados como responsables en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, salieron de Iguala y se refugiaron en el poblado de Carrizalillo, ubicado en el margen del río Mezcala y donde se encuentra asentada una de las principales minas de oro en el país, explotada por empresas canadienses como Gold Corp y Lea Gold.
Incluso, en noviembre de 2015, habitantes de este pueblo minero, confirmaron la versión y además denunciaron la existencia de narcofosas y que tenían indicios de que los normalistas desaparecidos habrían sido trasladados a este lug
ar controlado por la industria minera.Incluso, en noviembre de 2015, habitantes de este pueblo minero, confirmaron la versión y además denunciaron la existencia de narcofosas y que tenían indicios de que los normalistas desaparecidos habrían sido trasladados a este lug
En ese entonces, las autoridades federales se enfocaron en desmantelar la estructura de Los Peques, grupo conformado por la familia Benítez Palacios, pero nunca investigaron la línea que apunta hacia la zona minera de Guerrero donde habrían sido trasladados los normalistas, de acuerdo a los mismos pobladores.
En junio de 2016, fue capturado el jefe del clan de “Los Peques”, Víctor Hugo Benítez Palacios, un año antes, su primo Alejandro Palacios había sido detenido en la Ciudad de México y provocó una división en el grupo delictivo Guerreros Unidos que se mantiene a la fecha.
La exhibición está semana de un video donde aparecen agentes federales torturando a Carlos Canto, detenido el 22 de octubre de 2014 en la ciudad de Iguala y vinculado con el caso Ayotzinapa, hacen vigente el trabajo periodístico que realizó Proceso hace casi cinco años.
Ello debido a que el inculpado señaló durante el brutal interrogatorio, que al menos 12 o 13 normalistas habrían sido trasladados por supuestos agentes ministeriales al poblado minero de Mezcala donde se ubicaban casas de seguridad de Los Peques, lugar ubicado entre Iguala y Chilpancingo sobre la carretera que conecta al Ciudad de México con el puerto de Acapulco.
A continuación, se reproduce textualmente el perfil de la banda de Los Peques que difundió la agencia Apro, el 11 de octubre de 2014, es decir, una semana antes de la detención de Carlos Canto.
Señalan a pandilleros de “Los Peques” como agresores de normalistas
Los conocen como Los Peques, las autoridades federales los ubican como una pandilla al servicio del grupo delictivo Guerreros Unidos, que mantienen el control del narcomenudeo en la zona de Iguala donde policías municipales y sicarios atacaron y se llevaron a 43 normalistas de Ayotzinapa durante la noche del viernes 26 y la madrugada del sábado 27 de septiembre.
Informes oficiales consultados por Proceso indican que este grupo de sicarios salió de la ciudad de Iguala con el respaldo de autoridades de los tres niveles y del Ejército, y se refugiaron en la comunidad de Carrizalillo, municipio de Eduardo Neri, donde permanecen escondidos desde hace dos semanas cuando al menos 100 delincuentes se posesionaron del poblado.
Reportes oficiales consultados por este medio señalan que los hermanos Víctor El Oso; Mateo El Gordo y Salvador El ChavaBenítez Palacios, propietarios del autolavado Los Peques, ubicado sobre la calle Juan N. Álvarez, participaron junto policías municipales en el ataque y detención de normalistas.
Los informes refieren que esta pandilla está al servicio de los hermanos Ángel, Adrián y Sidronio Casarrubias Salgado, hermanos de Mario Casarrubias, el fundador del grupo delictivo Guerreros Unidos, afincado en Mérida, Querétaro, Iguala y Estado de México.
Mario Casarrubias, oriundo de Teloloapan, fue detenido a mediados de 2014 y de acuerdo al ex comisionado de Seguridad Nacional, Monte Alejandro Rubido García, el control de la organización fue asumido por Salomón Pineda Villa El Molón, cuñado del alcalde perredista de Iguala, que se encuentra prófugo, José Luis Abarca Velázquez.
Pineda Villa fue detenido en octubre de 2014, tras la masacre y desaparición de normalistas de Ayotzinapa.
A pesar de que las autoridades federales tienen conocimiento de que sicarios al servicio del fundador de Guerreros Unidos se refugiaron en el poblado de Mezcala y Carrizalillo, hasta ese momento no habían realizado ninguna operación en esta zona que se localiza en el denominado “Cinturón de oro” de la región centro de la entidad donde se encuentra afincada la empresa minera Gold Corp, resguardada por militares y policías federales.
Luego, en noviembre de 2015, la agencia de Proceso informó que habitantes de Carrizalillo confirmaron que al menos un centenar de sicarios al servicio del grupo delictivo Guerreros Unidos se refugió en ese poblado tras la masacre y desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
También, denunciaron públicamente la existencia de fosas clandestinas: señalaron que tienen indicios de que los normalistas desaparecidos fueron trasladados a esta comunidad, donde se encuentra asentada la minera canadiense Gold Corp.
Pobladores indican que normalistas desaparecidos fueron trasladados a Carrizalillo
Encabezados por el comisario ejidal Ricardo López García, hicieron un llamado a los padres de los 43 estudiantes para que viajen a Carrizalillo y busquen ahí a su hijos.
El viernes 31 de octubre de 2015, vecinos de la comunidad aseguraron a medios locales que tienen indicios de que los normalistas habrían sido trasladados a ese lugar, luego de la cacería desatada en Iguala la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre.
Señalaron que en las primeras horas del 27, al menos una treintena de hombres armados procedentes de Iguala arribaron a Carrizalillo a bordo de varias camionetas.
Afirmaron que los sujetos son miembros de la banda Los Peques, señalada como el brazo armado de Guerreros Unidos, y que habrían sido protegidos por la familia Peña Celso, que se refugió en Iguala después de que varios de sus integrantes fueron asesinados.
De acuerdo con los denunciantes, en esa ocasión llegaron al lugar varias retroexcavadoras, y una gran cantidad de arena destinada para una obra pública “simplemente desapareció”.
Las declaraciones se dieron a conocer luego de que pobladores de Carrizalillo retuvieron a nueve agentes federales y un civil identificado como Modesto Onofre Peña Celso, presunto miembro del grupo delictivo Guerreros Unidos, quienes pretendían llevarse en ese entonces al comisario ejidal Ricardo López.
El año pasado, al cumplirse cuatro años del caso Ayotzinapa informó que la región de Iguala sigue en manos de Guerreros Unidos, el grupo criminal implicado en ese ataque que marcó al gobierno de Enrique Peña Nieto.
Incluso siguen intactas las propiedades del expresidente de Iguala José Luis Abarca y su esposa, presos por su presunta implicación en el caso y nadie investigó la línea de la industria minera asentada en el río Mezcala. (proceso.com.mx).
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