POLICRÓNICA
Minimizado…Es una irresponsabilidad cínica afirmar que el “autobombazo” del miércoles por la tarde, en Xaltianguis es por la disputa del territorio entre dos grupos criminales, cuando en realidad es un claro mensaje para los tres órdenes de gobierno de que pasarán de los balazos al terrorismo en el estado de Guerrero.
Tampoco se puede declarar irresponsablemente de que es un “hecho aislado”, como lo hizo el mismo día en la tarde y en el lugar de los hechos el Fiscal General del estado, Jorge Zuriel de los Santos Barrila, tratando de minimizar la dimensión del “autobombazo” que el mismo constató. Sin que seamos especialistas en actos violentos y utilización de armas bélicas, pero el “autobombazo” reúne todas las características de que fue un acto terrorista que debiera preocupar a los próceres gobernantes y no incurrir hasta el sarcasmo. La lectura del estallido se debe tomar con mucha seriedad y responsabilidad, es un aviso anticipado a los tres órdenes de Gobierno en que los criminales definitivamente van a cambiar su estrategia de combate para ampliar los daños a sus objetivos. Nos parece una postura totalmente grotesca de la presidenta municipal de Acapulco, Adela Román Ocampo del Partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y del gobernador Héctor Antonio Astudillo Flores, del Partido Revolucionario Institucional, al tratar de tapar el sol con un dedo, cuando en realidad es una advertencia no solamente para ellos, sino también para el Gobierno federal el estallido de coche bomba en la comunidad de Xaltianguis, municipio de Acapulco, el miércoles por la tarde, efectivamente no hubo daños en vidas humanas, pero si materiales de al menos siete unidades motrices incluida el utilizado por el terrorismo y la barda de una casa habitación. Los dos políticos de diferente partido político, declararon irresponsablemente y buscaron a toda costa minimizar de lo que ya se dibuja como el nuevo escenario de la violencia en el estado de Guerrero de pasar de los balazos a los bombazos. Los dos cínicos próceres definitivamente demostraron estar descerebrados, porque tratar de pasar desapercibido el acontecimiento violento y decir que sólo hubo daños materiales, nos parece que están mandando un mal mensaje a la población, de que no les interesa garantizar la seguridad, cuando se supone debería preocuparles de que a partir del 3 de abril del 2019, queda para la historia de Guerrero como la fecha de inicio de los “autobombazos” y “bombazos” para que la delincuencia mal llamada organizada comience causar desastres de gran magnitud no solo a las diversas corporaciones de seguridad, que también la integran por seres humanos y que tienen familia, sino a la sociedad civil inocente en general que no tiene culpa de nada. Pero lamentablemente la presidenta municipal de Acapulco, la morenista, Adela Román Ocampo con total irresponsabilidad declaró a la prensa casi 24 horas después del “cochebombazo” en Xaltianguis. La opinión de la alcaldesa es que el carro bomba que fue detonado en Xaltianguis no es un “acto terrorista”, sino que forma parte de la disputa entre dos grupos por el control de esa localidad. No obstante que es abogada y hasta magistrada con licencia del Poder Judicial del estado de Guerrero, demostró miopía para diferenciar un hecho delictivo que se da con armas cortas y largas en atentados, y utilizar carros con artefactos explosivos que pueden manipularse a distancia, utilizando tecnología. Sin embargo Román Ocampo, tiene su errónea postura, “No se puede hablar de terrorismo, ahí se trata de dos grupos que están disputándose el control de la comunidad, vamos a esperar qué respuesta nos da la Fiscalía”. También podría culpársele de cómplice y proteccionista de los grupos delincuenciales, ella como gobernante del municipio de Acapulco, sabe perfectamente que están operando células criminales, no ha actuado como primera autoridad, y si no es de su competencia, tiene la obligación de solicitar la intervención del Gobierno de la República, más ahora que es de su propio paartido Morena. Pese a ello l alcaldesa indicó que la información que conocía es que “hubo un carro bomba que estuvo cerca de las instalaciones de la UPOEG, ya está la Fiscalía investigando, ya el fiscal dio una información importante, que están los peritos trabajando para determinar cuáles eran los elementos de la composición de los explosivos y que van a estar haciendo un trabajo profundo investigación”. A la pregunta de que ese carro bomba representa un incremento de la inseguridad en Xaltianguis, la alcaldesa respondió que no, sino que se trata de una pugna entre dos grupos que se disputan el control de la zona. Ese es el grado de la irresponsabilidad de Román Ocampo, tanto que identifica a los dos grupos criminales, pero no da sus nombres, lo único que sabe que uno de ellos no es del poblado y el otro grupo sí es de Xaltianguis. Si ella sabe de su existencia, y como conocedora de lo jurídico, entonces porque no ha precedido en contra de esos delincuentes, entonces es cómplice, porque ella misma refiere que la gente les ha dicho –a los dos grupos delictivos--que “quieren que ambos grupos se vayan de la comunidad” porque siempre había sido un poblado muy tranquilo. Tratando de curarse en salud la tal Román Ocampo no lo refirió, pero nosotros si lo escribimos de que se trata de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) y de sus contrarios “Los Dumbo”, al que relacionan con el huachicoleo, entre otros. Además la alcaldesa señaló que “a raíz de esa disputa por el poder el pueblo se encuentra con temor”. En la conferencia de prensa ofrecida ayer jueves, no perdió la oportunidad la morenista Adela Román Ocampo de demostrar que tiene dotes de “croniquera” al recordar que el pasado 3 de marzo hubo un enfrentamiento en Xaltianguis y un mes después, el 3 de abril, el artefacto explosivo, lo que muestra la disputa por el control que hay entre los dos grupos.La alcaldesa se refirió siempre a “dos grupos”. No los identificó ni como policías comunitarias ni como civiles armados. Por su lado, también el Gobernador de Guerrero, Héctor Antonio Astudillo Flores, se le preguntó su opinión sobre ese hecho violento, lo primero que exigió a los periodistas que lo entrevistaron al salir de un evento de la Cruz Roja mexicana “no magnificar la explosión de un coche bomba en un poblado que está a 40 kilómetros de Acapulco, dijo que el episodio ocurrido en Xaltianguis confirma que los grupos que se disputan el control allí “se llevan pesado y ese es el problema”, y condenó la acción porque causa “temor y alarma” entre los habitantes del lugar. Claro que no solo causa, sino también incertidumbre al ser testigos de un estruendoso ruido al que toda su vida de los ciudadanos de Xaltianguis, nunca habían escuchado, en un poblado apacible. Astudillo Flores manifestó que el episodio ocurrido enfrente de la comandancia de la Policía Ciudadana de la UPOEG se deriva de los conflictos entre dos grupos, sin precisar cuáles, e indicó que ha estado en contacto con la Fiscalía General de la República que está haciendo una investigación de los hechos. Lo más que ha dicho que se tiene información de quiénes estuvieron antes del estallido, quiénes estuvieron cerca del vehículo Sentra blanco en el que se encontraba el artefacto y “sin duda esto requiere de una investigación más a fondo y colaboración de quién pueda dar datos”. Según el mandatario, los hechos “son desafortunados, lamentables. El reprobable acto que causó alarma en la población y pudo haber tenido consecuencias muy graves y afortunadamente no tuvo ninguna circunstancia de lastimar a nadie”. Y entonces dijo, en aparente alusión a la UPOEG y a la Policía Comunitaria que se escindió de ella, “la expresión que yo diría es que se llevan pesadito”. Esa frase, es grotesca con exceso de sarcasmo, que no es propio de un mandatario responsable, antes unos hechos que afortunadamente no hubo muertos, nada más daños materiales, pese a ello es condenable que alguien venga y destruya lo que nunca construyó, ni le costó. Todavía con cinismo y burla Astudillo Flores, reiteró “Se llevan pesado, ese es el problema, se llevan pesado y que lamentable que un hecho como éste causa temor, alarma entre la población que no se lo merece, especialmente en Xaltianguis, derivado de circunstancias de conflictos entre grupos”. Es reprobable su conducta del Gobernador y todavía, añadió, que ese hecho de violencia en la zona rural del puerto es “muy malo” porque se da a unos días del inicio del Tianguis Turístico que inaugura el presidente de la República Andrés Manuel López Obrador el próximo domingo. No sabemos si el “Señor Gobernador” estaba en sus cabales, porque alcanzó a precisar a los reporteros que lo entrevistaron: “No pasa en Acapulco sino a 40 kilómetros y se aprovecha la circunstancia como si lo tuviéramos aquí. No fue en Acapulco, fue dentro del municipio de Acapulco, ayúdenme ustedes a no magnificar esto, porque no se debe magnificar”. No se trata de magnificar o minimizar, sino que a todas luces es un hecho delictivo con alcances de terrorismo, e insistió en la importancia de que localmente “no magnifiquemos algo que no tuvo ninguna consecuencia, que es muy grave, que se tiene que investigar pero no fue en Acapulco, sino a 40 o 50 kilómetros de aquí. Es muy lamentable, muy reprobable por las familias de Xaltianguis que lo sufren, pero hay que separar de que no fue donde estamos sino a 40 kilómetros”. Como Gobernador de Guerrero, el priista Héctor Antonio Astudillo Flores, no debería actuar con sarcasmo, ni de burla, sino que debe asumir su papel de responsable, porque ese es un claro mensaje de la delincuencia de que tiene poder económico, humano y bélico, utilizando la tecnología para cometer sus fechorías. ¿Reaccionará igual cuando un autobomba no solo cause daños, sino cobre vidas humanas en algún lugar de Guerrero?, entonces le escribiremos “Astudillo Flores se lleva pesadito con los delincuentes”. Su declaración se presta para hacer chunga del mandatario, por ellos tenemos la duda si lo hizo consciente o inconsciente, porque no es propio de una autoridad, sino de una persona que le vale un cacahuate de lo que ocurra en su entorno. Debe preocuparle al Gobernador, porque el “autobombazo” ocurrió en el territorio que gobierna no importa a cuantos kilómetros se den los hechos delictivos, él es el responsable de lo que ocurra y deje de pasar en la entidad suriana. Además con el estallamiento del “cocho bomba” su gobierno está obligado a cambiar los mecanismos de seguridad a través de su Secretaría de Seguridad Pública estatal, por ende invitar a los Ayuntamientos que tienen que actualizarse para garantizar la seguridad a la sociedad civil. Entonces no se debe actuar a la ligera, sino con mucho tiento, porque los delincuentes están “mensajeando”, ni tampoco tratamos de magnificar, ni alterar el estado de ánimo de los ciudadanos para que vivan en zozobra, sino que sepan que sus autoridades están ocupadas y preocupadas por conservar sus vidas y su patrimonio. Pero con esas posturas tanto de Román Ocampo y Astudillo Flores, están enviando un mensaje para que los guerrerenses nos preocupemos de que las autoridades no le dan la importancia del significado de terrorismo. Según lo que podemos reproducir de lo que indica la Real Academia La palabra «terrorismo» tiene fuertes connotaciones políticas y posee elevada carga emocional y esto dificulta consensuar una definición precisa. Sin embargo el terrorismo es el uso sistemático del terror, utilizado por una amplia gama de organizaciones, grupos o individuos en la promoción de sus objetivos, tanto por partidos políticos nacionalistas y no nacionalistas, de derecha como de izquierda, así como también por corporaciones, grupos religiosos, racistas, colonialistas, independentistas, revolucionarios, conservadores y gobiernos en el poder. El terrorismo, como táctica, es una forma de violencia que se distingue del terrorismo de Estado por el hecho de que en este último caso sus autores pertenecen a entidades gubernamentales. Se distingue también de los actos de guerra y de los crímenes de guerra en que se produce en ausencia de guerra. La presencia de actores no estatales en conflictos armados ha creado controversia con respecto a la aplicación de las leyes de guerra. Lo sucedido en Xaltianguis tiene todas las características de terrorismo.…Ofertavión…Después de casi cuatro meses de que el presidente morenista Andrés Manuel López Obrador decidiera sacar del país para su venta el avión presidencia. La Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS por sus siglas en inglés) publicó ayer miércoles en su portal web el aviso de venta del avión presidencial TP-01 “José María Morelos y Pavón” con el que se pretende encontrar potenciales compradores para la aeronave. El Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras) detalló en un comunicado que el periodo de registro para los interesados en adquirir la aeronave Boeing 787-8 estará abierto del 27 de marzo al 22 de abril, mientras que la fecha límite para solicitar aclaraciones es el 12 de abril. La oferta publicada por las Naciones Unidas, a través de su portal para proveedores United Nation Global Market (UNGM por sus siglas en inglés), incluye una hoja con información y especificaciones técnicas de la aeronave, así como una serie de fotografías del avión presidencial.De acuerdo a un comunicado conjunto con la Secretaría de Hacienda, se indicó que la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) hizo pública la solicitud de expresión de interés para potenciales compradores. La página de proveedores de Naciones Unidas incluyó dentro de sus anuncios de venta el avión presidencial Boeing 787-8, ofertado por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. El avión se anuncia con el logo del Poder Ejecutivo y la leyenda “José María Morelos y Pavón” en el portal mundial de proveedores de la Organización de las Naciones Unidas (UNGM), con la referencia RFQ/2019/9090. El anuncio se encuentra en la página www.ungm.org y permanecerá vigente hasta el 22 de abril de este mismo año, a la espera de que exista alguna coincidencia con las necesidades de alguna de las oficinas de la ONU en el mundo. Mientras tanto, el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras) informó sobre la publicación de la investigación de mercado que marca el inicio formal del proceso de venta del avión presidencial TP-01 “José María Morelos y Pavón”.Como anexo, el gobierno de México colocó 8 fotografías del avión Dreamliner 787 que utilizó la matrícula TP 01 hasta el primero de diciembre de 2018 para identificarse como la aeronave que trasladaba al presidente. En las imágenes se aprecia el interior de la aeronave, los baños y distintas áreas; además de que se aprecia el exterior en donde se mantiene la cromática que lo identifica como un avión de la Fuerza Aérea Mexicana. Asimismo, se agregó un esquema de la distribución que tiene el avión por dentro y se especifica que la aeronave se encuentra en Victorville, California; sin embargo, el precio no se encuentra a la vista y se aclara que los interesados pueden realizar una solicitud de presupuesto.
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